Entrevista As
La U y una planta química: el desconocido pasado del portero revelación de la B
Gonzalo Flores agarró la titularidad en Santa Cruz tras años de ostracismo. Fue defensa y lo echaron de tres clubes. Se retiró durante un tiempo.
Gonzalo Flores (22) está viviendo el momento que esperó por largos años. Hoy es el portero titular de Santa Cruz en el Torneo de Ascenso tras una carrera llena de vaivenes y sinsabores. En diálogo con AS repasa su historia y detalla cada obstáculo que debió sortear desde que era un niño.
“Hasta los 15 años jugaba de central y de contención. En mis inicios estuve siete años en Audax, pero llegó un técnico que me sacó por el el tema de la estatura. Después también me echaron de Cobresal. Me acomplejaba el tema de ser bajo, en todos lados me decían que no iba a llegar, pero nunca me di por vencido. Tenía el ejemplo de Gary Medel que tiene buen juego aéreo”, recuerda en diálogo con As.
- Y si no tenía estatura, ¿por qué decidió ser arquero?
- Siempre me gustó jugar ahí y un día tomé la decisión. Hablé con mi familia que quería probar en ese puesto. Fui a Palestino y Magallanes el mismo día. Justo en ese tiempo estaba el tema de saber jugar con los pies y como yo era central se me hizo más fácil. Quedé en Palestino pese a que mi estatura no acompañaba. Un día jugamos un amistoso en el CDA con la U, ganamos, jugué bien y llamó la atención mi juego de pies. Los captadores de la U me hablaron y me fui.
- ¿Cómo fue ese paso por la U?
- Me dijeron que era difícil jugar, porque el otro arquero, Rodrigo Cancino, era seleccionado y entrenaba con el primer equipo. Pero siempre me ha gustado la competencia y fue duro. Estaba en el más grande de Chile y entrené un año entero solo con los arqueros, no trabajaba en cancha con el resto. De a poco empecé a ganar estatura con los ejercicios, cada un par de meses crecía un centímetro y empecé a ser citado en algunos partidos. Los últimos años sí pude jugar y entrenar con el plantel.
- ¿Por qué salió de la U?
- Con nacimiento de mi hija todo cambió. Tuve que tomar la decisión de seguir luchando por un contrato en la U o trabajar para mi hija. Así que salí del club por un tema económico.
- ¿En qué trabajó durante ese tiempo?
- Estuve seis meses en una empresa química. Se me hicieron larguísimos y me di cuenta de la realidad de un futbolista, sobre todo en el tema de los tiempos. Llegaba a mi casa a comer y dormir y al otro día lo mismo. ¿Qué hacía? Ayudaba con los materiales, los preparaba para que lo usen en el laboratorio. Después de ese semestre me llamó Rodolfo Neme, ex ayudante de Lasarte, y me dijo que necesitaba un arquero joven para Linares. Sentí que era necesario volver. Solo jugué amistosos y de ahí me llamó Santa Cruz.
Su buen presente en el Ascenso
- ¿Cómo evalúa su buen momento en Santa Cruz?
- Entré bien preparado, porque pese a estar en el banco, seguí trabajando, esforzándome para la oportunidad y cuando llegó la aproveché. He podido mantener un buen rendimiento y gracias a eso las estadísticas me avalan. Estoy contento, todo sacrificio tiene recompensa.
- ¿Cuánto tiempo esperó por esto?
- Me costó un año y medio ser titular. Antes de la lesión de Rodrigo (Paillaqueo) ya había jugado como titular contra Recoleta, así que también me gané el puesto por decisión técnica.
- ¿Cómo evaluaría el trabajo de Héctor Adomaitis en la banca?
- Todos los técnicos nos dejan algo diferente, pero él me ha dado la confianza pese a ser joven. Siempre me ha dicho que tengo condiciones, que confíe y me ha dejado jugar tal como soy, no me pide cosas rebuscadas.