La UC ‘pierde’ un refuerzo
Fue la última incorporación para apuntalar el mediocampo, a raíz de la falta de hombres en la zona de volantes. Inmediatamente actuó de titular, pero luego perdió protagonismo.
En febrero, los dirigentes de Universidad Católica cumplieron fichando a uno de los dos mediocampistas que Ariel Holan decía necesitar para dar por cerradas las contrataciones en 2023. A comienzos de mes, el club informó que Brayan Rovira se unía al plantel y, pocos días después de su llegada, en el 3-3 como local ante Cobresal, el colombiano debutó como titular. Fue una sorpresa, pues se esperaba su presencia inicialmente en la banca, pero el DT dio a entender que efectivamente precisaba otro hombre en la zona media.
De titular a la suplencia
En El Teniente, el nuevo mediocampista de la UC actuó hasta el minuto 57 en esa oportunidad. Luego, no abandonó la titularidad en los cuatro siguientes partidos por el Campeonato Nacional contra Audax Italiano (2-1), Palestino (5-2), Ñublense (1-2) y Unión Española (2-2). En el intertanto, además actuó desde el minuto inicial en la llave de local de la Copa Sudamericana, también ante el cuadro de La Florida, que concluyó con el elenco universitario fuera del certamen, a raíz de la derrota por 3-2.
Entonces, Holan insistió en la propuesta con el sistema 1-4-4-2 y Rovira conformó la dupla de volantes centrales junto a Ignacio Saavedra. Cuando ocasionalmente el DT argentino realizó un matiz, probando con el esquema posicional 1-3-4-3, conservó el doble ‘6′ e igual el fichaje se mantuvo en el equipo. Hasta el encuentro frente a Magallanes (1-1), por la novena fecha, momento en que Holan optó por César Pinares, como un volante central de juego y ataque al lado de Saavedra. Rovira quedó en la suplencia y no ha vuelto integrar la formación inicial.
Luego, los cruzados enfrentaron en la jornada siguiente a Colo Colo. El colombiano solo tuvo acción desde el minuto 85, al sustituir a Saavedra, y fue en el contexto de la nueva innovación posicional de Holan. En los dos últimos partidos del Campeonato Nacional, porque también mantuvo la propuesta contra O’Higgins (0-1), el DT dispuso a sus dirigidos en el terreno de juego con el sistema 1-3-5-2. Saavedra ha sido el volante central único y Rovira, la alternativa a la presencia del canterano, lo que se profundizó ante los rancagüinos pues no estuvo en la convocatoria por lesión.
Imagen inicial
Por el torneo local, el colombiano suma 374 minutos de acción, que son producto de la titularidad en cinco partidos y el ingreso en otros dos encuentros. A esto, se suma la actuación en la totalidad del partido contra Audax, por la Sudamericana. Entonces, la cifra total de intervención de Rovira en la UC se aproxima a los 500 minutos.
El mediocampista ha dado señales de cuáles son los ejes de su desempeño futbolístico. Es un volante central neto, con momentos puntuales de posicionamiento avanzado para intervenir en el bloque ofensivo y de construcción de juego. Posee precisión con el balón y habilita regularmente a larga distancia sin el acompañamiento de rigor cuando la jugada progresa. Esencialmente, Rovira es un distribuidor de juego que se suma a la maniobra solo si esta es producto de una sucesión de asociaciones en corto. También su aporte puede ser relevante en la ejecución de los balones detenidos.
En la fase defensiva, su labor exhibe un toque más posicional que de intervenciones directas. El colombiano privilegia la ubicación delante de la última línea y se involucra en duelos individuales si cuenta con la cobertura pertinente y si esto ocurre en zonas cercanas a la propia portería. Indiscutiblemente, su mayor aporte se concreta cuando la UC administra el balón.