ENTREVISTA AS
Llegó a Chile tras ser campeón en Argentina, pero estuvo cerca del retiro: “Me había gustado la joda”
El volante fichó en Cobresal luego de ganar el título del Torneo Federal A con Racing de Córdoba: “Me ilusiona jugar la Copa Sudamericana”.
Cobresal continúa en búsqueda de fichajes para la próxima temporada. El cuadro ‘minero’ disputará la Copa Sudamericana y uno de los nombres que ya arribó a El Salvador para enfrentar la temporada venidera es Franco García (25). El volante argentino logró recientemente el título de campeón del Torneo Federal A (Tercera División) con Racing de Córdoba, cuadro en el que se desempeñó desde los ocho años.
Para García esta no solo será su primera experiencia en el extranjero, sino que también será su debut en Primera División. Además, tendrá la posibilidad de afrontar un certamen continental, lo que le sedujo de inmediato cuando Cobresal lo contactó. “Para mí, la Sudamericana es un desafío importante y me ilusiona”, dice en diálogo con AS.
En redes sociales, muchos hinchas de su ex elenco lamentaron su partida. ‘Wachi’, como es apodado, fue un jugador muy querido en Racing de Córdoba, sobre todo tras consagrarse en el último campeonato, en el que convirtió cinco goles. Sin embargo, previo a los éxitos debió lidiar con problemas que casi lo alejan por completo del fútbol. “Fue por malas juntas... Uno cuando chico no hace caso a los consejos”, adelanta el flamante refuerzo del equipo que dirige Gustavo Huerta.
- ¿Qué lo motivó a firmar por Cobresal?
- Quería dar un salto. Cobresal fue uno de los clubes interesados en mí y lo que más me motivó es que es un equipo que está en Primera, es un club grande. Y, como te decía, que estará en la Sudamericana.
- ¿Le ha costado adaptarse a El Salvador durante estas semanas?
- Por el momento no, gracias a Dios. Me habían dicho que me iba a encontrar con un pueblo súper tranquilo, pero bueno, ya llegó la familia hace unos días y con ellos de la mano se hace todo un poco más fácil.
- ¿Hay algo que extrañe de su día a día en Argentina?
- Se extraña la rutina, era mucho de estar con la familia. Cada tanto nos visitábamos con mi papá, con mis hermanos, o iba a la casa de mi suegra. En la semana siempre nos juntábamos a comer, y se echa de menos eso, pero es parte del sacrificio del fútbol. Hay veces que estás cerca y otras en que estás lejos.
- Usted jugó toda su vida en Racing de Córdoba, ¿cuándo llega ahí?
- Yo llegué a los ocho años a Racing de Córdoba, te hablo de hace 14 años atrás. He estado toda mi vida ahí, ha sido mi único club. Debuté a los 17 años en el primer equipo, logré ascender tres veces y sentí que ya necesitaba cambiar de aires, que era un ciclo cumplido. Por suerte se dio de la mejor manera y quiero retribuir esa confianza que Cobresal tuvo en apostar por mí.
- En ese trayecto al profesionalismo, ¿hubo algún momento difícil que recuerde puntualmente?
- Hubo un momento en que me alejé del fútbol, por las malas juntas, por amigos, no quería entrenar… Uno cuando es chico no hace caso a los consejos. Mi mamá me hablaba, mi papá también, y estaban preocupados, porque pensaban que no iba a seguir en el fútbol. Al final me alejé de esas cosas, me alejé de la joda y me dediqué cien por ciento y es la mejor decisión que pude tomar. Yo quería disfrutar, tenía 16 años, veía que mis amigos salían de joda, y yo quería lo mismo. Me había empezado a gustar. Pero el fútbol no va de la mano con eso. Y en un momento empecé a darme cuenta, sobre todo por mis viejos. Ellos estuvieron apostando por mí desde chico. Hicieron sacrificios… me compraron botines para que pudiera jugar, me pagaron la cuota de la escuela de fútbol todos los meses… empecé a darle valor a eso y cambié.
- En el último torneo con Racing de Córdoba fue campeón y siendo figura, ¿cómo vivió esa experiencia?
- Nosotros el año anterior habíamos jugado la final y la perdimos, entonces siento que nos sacamos esa espina, y también me saqué esa deuda personal. Yo sabía que me iba del club ahora a fin de año y quería conseguir el objetivo. Racing es el club que amo, y estoy contento de haber salido campeón porque el equipo y la gente se lo merecían. Me fui por la puerta grande y eso me hace sentir bien.
- ¿Cuáles considera que son sus virtudes?
- Soy un volante ofensivo, que también puede jugar de puntero, y que privilegia la velocidad, el uno contra uno, el mano a mano. Siento que ese desequilibrio es el que me caracteriza.
- ¿Qué referentes tiene en el fútbol?
- Me gusta mucho Neymar, obviamente descartando a Leo Messi que es el mejor del mundo. Fuera de él, veo mucho a Neymar. Y trato por ahí... no sé si de copiar, pero sí ver qué hace. Él tiene mucha verticalidad.
- ¿Cuáles son los objetivos para esta temporada?
- Los objetivos están claros. En cuando llegué al club me di cuenta que lo primero y más importante es pasar llaves en la Sudamericana. Tampoco hay que desviarnos del Campeonato, que es fundamental. Hay que pelear el título o sino terminar dentro de los cinco primeros, porque los chicos dejaron la vara muy alta en la temporada pasada. Hay que tratar de defender eso, hay que seguir en la senda positiva y quiero dar lo mejor de mí.