Entrevista AS
Llegó por un amigo a la B, viaja en Metro y quiere quedarse: “No te tratan mal”
En poco más de un año, el uruguayo se convirtió en uno de los referentes de su club y destacó también en la categoría: “Acá está todo muy bien organizado”.
Claudio Servetti (28) ha sido una de la buenas figuras de Recoleta desde el estreno del club en el Campeonato Ascenso. El uruguayo inicia actualmente su segunda temporada en Chile, tras llegar desde Rampla Juniors, y se transformó en uno de los referentes de la escuadra que dirige el ex arquero Felipe Núñez. En diálogo con AS contó detalles sobre su vida en Santiago, cómo vive el fútbol de la B y recordó también sus años previos en la liga de su país.
“Más allá del fútbol, Chile me ha parecido un país precioso, linda la gente, el ambiente, todo. No te tratan mal por ser extranjero, ni nada. En el tema futbolístico, me parece que es un torneo competitivo, bonitas canchas, la verdad es que todo es muy profesional”, manifestó Servetti.
- Es su primera experiencia en el exterior…
- Claro, siempre cuando uno tiene las chances de jugar en un grande en su país, ve la posibilidad de salir a jugar afuera. Había tenido oportunidades de ir a otros lugares, pero al final nunca se concretaron y tampoco eran ofertas muy buenas. Y justo salió esta posibilidad.
- ¿Le pareció atractiva inmediatamente?
- Lo que pasa es que yo tengo amigo que jugó hace algunos años acá, Pablo Pereira, y me dijo ‘ándate, que Chile es un país maravilloso para vivir también, muy profesional, no te va a faltar nada’. Con el aval de él, entre comillas, me mandé para acá (ríe).
- ¿Lo convenció la propuesta? Recoleta es un club nuevo y debutaba en el Ascenso.
- La verdad es que cuando me llamó Felipe Núñez (DT de Recoleta) me gustó mucho el desafío.
- Llegó de Rampla Juniors…
- Sí, al club llegué por intermedio de mi papá, que es taxista. Justo Rampla había ascendido a Primera División y estaba armando lo que sería la reserva en Uruguay. Fuimos ahí, con mi hermano y unos amigos, y tuvimos la posibilidad de quedar y jugar ahí unos seis meses. Subimos a Primera y pudimos debutar como profesionales en Rampla.
- ¿Antes donde jugó?
- Sí, estuve en otros equipos. Jugué en Basáñez, un equipo de lo que sería Segunda (División) de acá. Después jugué en Miramar, que es un equipo que ha jugado en Primera División. A Rampla llegué con 20 años. Ascendimos, porque estaba con mi hermano Pablo, quien me ha acompañado mucho en el fútbol, y pudimos jugar juntos en la máxima categoría. Eso nos permitió afianzarnos también en esta carrera.
- ¿Y qué pasó con su hermano?
- Actualmente, él juega en España (en Terrassa FC) , en una división como sería la Segunda Profesional de acá. Hablamos, seguido, tenemos una muy buena relación. Nos llevamos solo un año de diferencia y siempre anduvimos para arriba y abajo juntos.
- ¿Desde chico estuvo ligado al fútbol o realizó también otras cosas?
- Siempre jugué al fútbol y ya de grande, cuando se volvió más serio el fútbol, dejé los estudios, algo que está mal, que no debí haber hecho. Ahora, estoy tratando de sacar el cuarto medio.
- ¿Qué le ha llamado la atención de Chile como país?
- Más que todo, el tema de la infraestructura. Está todo muy bien organizado, me sorprendió mucho el tema del Metro, porque puedes moverte muy tranquilo a todos lados. Por ejemplo, allá en Uruguay, tienes que tomar las micros y a veces se demoran media hora, 40 minutos, no sé… una hora. La gente también es simpática, te tratan bien, como si fueras uno más. Eso también es muy lindo, es llamativo.
- ¿Se moviliza a pie en Santiago?
- Sí, no tengo vehículo. Ando con un compañero que nos pasa a buscar para ir al entrenamiento. También tengo un compañero argentino que vive cerca de mi casa y andamos siempre juntos en Metro. Es lindo para moverse y es cómodo. Si se complica mucho, ahora está también el tema de los Uber y todo eso.
- Están Falcón y De los Santos en Colo Colo, Palacios en la U y Gastón Rodríguez en Magallanes. ¿Se junta con sus compatriotas uruguayos en Santiago?
- Me ha invitado la gente de las ‘Parrilladas uruguayas’ (en Ñuñoa, Santiago), tengo pendiente ir. Nos estamos organizando para ir a comernos unas carnecitas. Aparte, ahora acá en Recoleta llegó un uruguayo también. Vamos a ver cómo nos organizamos. Con respecto a los otros muchachos, no nos juntamos y no es que tenga mala relación con ellos. Simplemente, nunca compartimos, me tocó más que todo enfrentarlos.
- Ha crecido la presencia de uruguayos en el fútbol chileno. ¿Desde su país ven a la liga chilena como un mercado atractivo?
- Lo que pasa es que fútbol uruguayo es muy complicado. Si no estás en un equipo que esté muy bien económicamente, a veces se te hace complejo el panorama por el tema de los salarios y de la infraestructura. A veces tienes que ir variando los lugares donde entrenar, vas para un lado y para otro. La verdad es que acá esto último es muy profesional. Te pagan en regla, tienes tu lugar para entrenar, tienes tus materiales.
- ¿Cuáles son sus expectativas en Chile? ¿Le interesa quedarse por un tiempo largo?
- La verdad sí. Mi idea es hacer ahora un año parecido al anterior o si se puede mejor. Me gustaría quedarme un par de temporadas jugando acá, tranquilo, y poder disfrutar del fútbol.