“Lo catalogaron de rabioso, de medio bueno para las ‘chuchás’... Pero es un tipo noble y generoso”
Carlos Ramos, presidente del Colegio de Entrenadores, visitó a ‘Clavito’ Godoy, quien pasa por un delicado estado de salud. “Ha ido decayendo un poco”.


Este sábado, se realiza una actividad benéfica en ayuda de Hernán ‘Clavito’ Godoy, a contar de las 14:00 horas, en el Bicentenario de La Florida. Hoy, el reconocido DT, de 83 años, permanece en su hogar, junto a su familia, tras pasar por el hospital. En su casa, recibió la visita de Carlos Ramos, presidente del Colegio de Entrenadores, quien habló con AS revelando cómo se encuentra el histórico adiestrador y repasando también momentos de su larga labor en la banca.
“Cuando lo visitamos, estaba súper bien. Ahora, hemos sabido que ha ido decayendo un poco. Estaba feliz, yo fui con Marcelo Pacheco (ex zaguero de Colo Colo y la U, entre otros clubes) y fue como ir con el ‘Bombo’ Fica (ríe). Justo estaban dando el partido de la U contra Cobresal, tenía una tele grande, pero ni siquiera lo vimos. Recordamos anécdotas y estuvimos todo el rato riéndonos. Fue una visita bonita”, contó Ramos, ex dirigido por Godoy en Audax Italiano.
- No hablaron nada de fútbol, entonces...
- No, nada de nada. Como te decía, recordamos anécdotas. Hablamos del Audax, él se acordaba de cuando llegó al club en los años 70. Llegó a dirigir la primera infantil y yo estaba ahí. En esa etapa lo conocí. Recién se había retirado de jugador, venía de Centroamérica. Tenía como 37 ó 38 años.
- Con toda la energía del inicio de su carrera como DT...
- Venía bien, tenía buena situación. Recuerdo que vivía por la calle Pedro de Valdivia, tenía una botillería, y una vez nos invitó a todos los muchachos a su casa. De eso nos acordamos también cuando lo fuimos a ver.
- Hernán Godoy fue importante en el inicio de su carrera futbolística en Audax...
- Claro, él no me hizo debutar en el primer equipo, pero fue el DT que me dio mucha continuidad siendo muy joven. Fue a principios de los años 80 y recuerdo que, cuando llegó, lo primero que hizo fue pelearse con Guillermo Yávar, que era uno de los experimentados del plantel. No quería tirarse al piso, el famoso tackle deslizante de la época. Había llovido y nos tiró a todos al barro, pero el ‘Yemo’ no quiso. Al tiro el profe se peleó con él.

- ¿Cómo era en su etapa inicial en la banca?
- Parece que todavía no tenía los cursos, porque estuvo un tiempo y después se fue. Viajó a Francia a realizarlos para dirigir. Después, volvió con el dicho de ‘monsieur (mesié) Godoy’ y los viejos italianos (en Audax) lo molestaban con ese dicho. En ese tiempo, revolucionó al equipo.
- ¿Qué tal eso?
- Lo hizo correr, cambió las formas de entrenar, le dio importancia al tema de la marcación también. El equipo anduvo bien y fue un poco el ‘boom’ de ese momento. esa fue una buena etapa y podría haber dado el salto a un equipo grande. Después, no fue lo mismo.
- ¿Fue un DT distinto o un rupturista para la época?
- Sí, claro. Comparativamente fue como cuando llegó (Jorge) Sampaoli a la U. Llegó con esa revolución, era bien moderno para la época en la forma de juego. Jugábamos con un solo delantero, los demás éramos todos ‘picapiedras’ y con harta pasada al ataque de los laterales, como los laterales-volantes de hoy. Además, teníamos un par de talentosos en el mediocampo. Eso nos permitió ganarles a muchos en ese momento.
- ¿Qué cree que pasó que Hernán Godoy no llegó a un grande?
- Mira, iba de frente también y no escabullía la polémica. En esa época, perfectamente podía habría asumido en un cuadro grande. Tuvo choques con algunos jugadores, también con algunos periodistas. A lo mejor equivocó un poco en el camino, aunque esto lo digo ahora, muchos años después.
- Tenía el plus de ofrecer algo nuevo y desconocido para la época...
- En esa época se jugaba un buen fútbol en Chile. A comienzos de los 80, Colo Colo tenía un equipazo, la U no brillaba, pero igual tenía buenos jugadores. Había equipos competitivos, se jugaba un buen fútbol, pero se jugaba a un ritmo bajo y llegó Hernán Godoy a cambiarlo un poco.
- ¿Cuál ha sido el aporte que ha realizado en más cuatro décadas dirigiendo?
- Son hartos años y hay varias etapas en él. La primera yo destacaría que intentó hacer un cambio en el sistema y en la forma de juego. Lo hizo y fue novedoso a principios de los 80. Tuvo un equipo que jugó distinto a todos los demás. Él pregonaba mucho el cambio de ritmo y otra intensidad.
- ¿Y los otros aportes?
- Mira, algunos lo catalogaron de rabioso, de medio bueno para las ‘chuchás’ (ríe). Al conocerlo, es un tipo súper noble, generoso. Ayudaba mucho a los jugadores jóvenes, no tenía ningún reparo en poner a un cabro joven de titular. Lo otro espectacular que tenía era que nunca vi decirle ‘no’ a un jugador que quería probarse en los planteles que dirigía. Claro, era otra época y en los inicios de temporada nunca la cerró las puertas a nadie.