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ENTREVISTA AS

Lo rechazaron varios clubes, estudió Ingeniería y hoy crece en el fútbol chileno: “Nunca me rendí”

Luego de aparecer en Melipilla, Cobresal confió en él y casi fue campeón en su primera temporada. En 2024, se estrenó en la Libertadores. “Estoy contento”, dice a AS.

Lo rechazaron varios clubes, estudió Ingeniería y hoy crece en el fútbol chileno: “Nunca me rendí”
Cristian Toro

Con 23 años, Cristian Toro ha vivido múltiples experiencias en el fútbol profesional. Al actual zaguero de Cobresal le tocó debutar en Deportes Melipilla donde dejó muy buenas sensaciones, pero dos descensos consecutivos significaron un duro golpe. Sin embargo, el cuadro minero lo fue a buscar y al año siguiente estuvo a minutos de ser campeón en Primera. Ahora, en 2024, también se estrenó en la Copa Libertadores, por lo que está disfrutando su momento.

“Estoy contento porque en el campeonato pude jugar en las últimas fechas y hemos sacado resultados que nos han hecho empezar a subir en la tabla. Y la Copa es una experiencia inolvidable. Jugar contra grandes equipos de otros países es maravilloso. Lo tomo con alegría, pero con responsabilidad de dejar lo más arriba a Cobresal”, dice Toro en el inicio de su charla con AS Chile.

- ¿Qué ha sido lo más difícil de enfrentar a equipos de jerarquía internacional?

- Mantener la concentración y por ahí creer un poco más en nosotros. Creo que nos pasó con Sao Paulo. Íbamos ganando haciendo un partido correcto y en dos jugadas se nos desmoronó el triunfo. Ellos tienen un nivel de jerarquía y tranquilidad diferente a la que manejamos nosotros.

- Tienen dos partidos de visitante para cerrar la Copa Libertadores. ¿Está latente el sueño de llegar a la Sudamericana?

- La ilusión de seguir vivos en el plano internacional está. Si bien no hemos sacado buenos resultados, soñamos con ganar un partido y meternos en la siguiente fase. Ningún jugador está pensando en que termine rápido la copa. Si llegamos con chance de pelear ese cupo en la última fecha, nos vamos a jugar la vida.

- ¿Por qué cree que les costó arrancar bien en el torneo local? ¿Les costó superar el golpe que significó no ser campeones en 2023?

- Creo que del campeonato pasado dimos vuelta la página rápido. A principio de año sabíamos que sería un comienzo difícil porque se nos juntaban los dos torneos, pero los resultados no nos acompañaban no más. Veníamos de unos amistosos muy buenos, ganando y haciendo un buen fútbol. Ahora encontramos una solidez en la defensa que nos permitió sumar puntos. Todos creemos que no nos merecemos estar abajo y el grupo está muy unido para seguir creciendo.

- Ahora visitan a Everton. ¿Cómo analiza este desafío?

- Es un partido que tomamos con mucha responsabilidad. Sabemos que no nos hemos escapado de la zona baja de la tabla y tenemos que salir con todo a buscar los puntos. Queremos ganar las tres unidades para poder jugar con mayor tranquilidad los próximos partidos. Ellos son un equipo muy peligroso, con un ataque que puede construir jugadas con facilidad, así que tenemos que estar muy atentos.

“Yo soy de Santiago y en mi comuna se ven muchos asaltos... Acá es distinto”

- ¿Cómo ha sido la experiencia en El Salvador? A muchos colegas suyos les llama la atención la vida de allá...

- Ha sido una experiencia muy diferente. Llegar a la altura, la tranquilidad que da El Salvador se nota. Yo soy de Santiago y en mi comuna se ven muchos asaltos y ruidos por las noches y en El Salvador es distinto. Muy buenas familias, es una forma linda de vivir. He disfrutado cada momento. El que quiere enfocarse en el fútbol lo hará si está aislado o en la ciudad. Eso depende de cada uno.

- Llegó al club, pero pasó mucho tiempo hasta su primera chance. ¿Cómo fueron esos meses donde no tuvo la posibilidad de jugar?

- Son procesos. El ‘profe’ venía con su equipo del año anterior con el que había clasificado a Copa Sudamericana y estaba muy sólido. Sí es difícil estar afuera, pero confiaba que llegaría la chance por mi trabajo, constancia y disciplina. Creo que aproveché mi opción y he podido rendir cada vez que me tocó.

- Y ahora con este panorama en el que suma más minutos, ¿cuáles son sueños a corto y largo plazo?

- Primero, consolidarme en Cobresal, mantener un rendimiento altísimo que me permita ser elegido como figura y demuestre que soy un gran defensa. Después, a largo plazo, jugar en un equipo grande del país o salir al extranjero y pelear en desafíos así. Y la meta máxima, es llegar a la Selección. Estar en un microciclo o una convocatoria es el sueño de cualquiera.

- Pasó de sufrir dos descensos en fila a que lo llamara Cobresal. ¿Se lo esperaba?

- Quizás no por cómo se dio, pero sí tenía mucha fe que saldría algo de Primera porque el rendimiento en la B había sido altísimo. Tuve partidos muy buenos y creía que saldría algo. Cuando me llamaron de Cobresal, se lo conté a mi pareja y a mis papás y todos me dijeron que tenía que tomar esa chance sí o sí. Tenía una emoción gigante y lo único que quería era que se concretara. Mi pareja estaba muy feliz y me decía que tenía que prepararme a full y dejarlo todo para rendir. Ella se fue conmigo para allá, después volvió a Santiago para estudiar, pero ya desde junio del año pasado regresó y vivimos juntos. Ha sido un apoyo increíble junto a mi familia.

- Y gracias a ese salto, estuvo a minutos de ser campeón...

- Había una calidad técnica impresionante, que noté desde el primer día. El plantel tenía mucho talento y sabía lo que tenía que hacer. Quizás para muchos fue inesperado que peleáramos el título, pero para mí, que lo viví desde adentro, no.

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ALEJANDRO PIZARRO/PHOTOSPORT

De ser rechazado por clubes y estudiar Ingeniería a figura en Primera

- En el profesionalismo pasó por Melipilla y Cobresal hasta ahora, pero, ¿tuvo experiencias en otros clubes durante su formación?

- Me probé en muchos clubes. Tuve un paso en Maipo Quilicura, que siempre recuerdo. Un fin de año me probé en Católica y cuando fue el corte, llegué a Melipilla en 2016. Si bien me rechazaron en varios lados, nunca me rendí. Si no pasaba una prueba, decía ‘no importa: hay muchos clubes más y hasta donde tenga que ir, lo voy a lograr’. Sabía que cuando llegara la chance, me iba a sacar la mierda para no perder esa opción.

- ¿Hizo algo en paralelo al momento donde aún no había claridad en su carrera?

- Nunca dejé los estudios de lado. Hasta antes de firmar mi primer contrato, estudié vespertino en la universidad. Entrenaba por las mañanas y en las tardes iba a la U porque no tenía nada claro en mi futuro en el fútbol. Ya cuando en 2020 firmé, dejé de estudiar porque me generaba mucho estrés levantarme a las seis de la mañana, viajar dos horas para ir a entrenar y después a las 17.30 estar en clases hasta las 11 de la noche. Era muy desgastante.

- ¿Qué estudió?

- Ingeniería en Informática y Gestión en la Universidad Diego Portales. Me iba bien. ¿Si pienso en retomar la carrera? No, porque no me gustaba (ríe). La tomé porque mi hermano la estudiaba. Él ya se recibió y es un gran profesional. Por tener su apoyo, me puse a estudiar eso, pero nunca quise ser informático. De chico pensé ser profesor de Educación Física o Matemáticas. Ahora, pienso a futuro estudiar para ser Director Técnico. Me gusta la vida del fútbol.

- ¿Y puede aplicar las matemáticas al fútbol?

- Creo que para resolver problemas dentro de la cancha uno tiene que buscar herramientas que aclaren tu mente y las matemáticas te ayudan a ver todo desde otra perspectiva. Quizás no es tan práctico, pero sí de una forma metafórica.

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MARCELO HERNANDEZ/PHOTOSPORT