Los años olvidados del jugador atípico de Colo Colo: “Era frontal y rebelde”
Esteban Pavez pasó por tres clubes de la B antes de quedarse en el primer equipo. “Él estaba hecho para llegar lejos”, dice Hernán Ibarra, ex DT de Arica.
A Esteban Pavez le costó tener un espacio en Colo Colo. A la negativa de Cobreloa en inferiores por su rebelde partida al Monumental, se sumaron tres préstamos entre el 2010 y el 2012. Antes de consolidarse en el primer equipo del ‘Cacique’ y ser campeón por sexta vez en el club, el mediocampista pasó por Rangers, San Marcos de Arica y Unión Temuco. Un paso necesario en la carrera del hombre clave.
En Talca prácticamente no jugó, pero en el norte vivió un renacer. Allí fue dirigido por Hernán Ibarra y Luis Marcoleta. El primero recuerda ese fichaje en conversación con AS: “Tengo relación con Lizardo Garrido porque jugamos juntos en Colo Colo y Colchagua. Él me recomendó a Esteban y yo me acerqué al club para conseguir el préstamo”, cuenta.
“Lo llevamos y nos dimos cuenta de inmediato que era un chico con ganas, trabajador e intenso. Podía jugar en varias posiciones y nunca regaló nada en la práctica. Sus entrenamientos eran parecidos a lo que él podía hacer en los días de partido. Era serio para trabajar y respetuoso. Él estaba hecho para llegar lejos”, complementa Ibarra, quien después dirigió a Copiapó y Santiago Morning.
Pavez disputó más de 30 partidos, entre Primera B y Copa Chile. El volante aprovechó su oportunidad y tuvo regularidad en el profesionalismo por primera vez: “Él se tomaba el fútbol como una tabla de salvación, por eso me da una alegría ver todo lo que ha hecho en Colo Colo. Uno se da cuenta cuando un jugador lucha por un objetivo y muchas veces, esa meta es familiar. Hoy se ha ganado un respeto en el fútbol chileno y le deseo lo mejor para que siga creciendo”, profundiza Ibarra.
Pese al protagonismo en San Marcos de Arica, Pavez tampoco encontró su lugar en Colo Colo y en 2012 partió a Temuco, su tercera escala. El actual jugador de la Roja entendió que aún le faltaba batallar fuera de Macul y lo hizo con la misma madurez que en Arica: “Tiene una carácter y una personalidad ganadora. Es un jugador que va al extremo en triunfos y derrotas, y que siempre actúa de la misma manera”, explica Hernán Lisi, DT que lo dirigió en el sur.
El argentino reemplazó a Cristian Mora en junio de ese año y le tocó conocer a un joven Pavez que recién tenía 22 años: “Cuando los chicos salen de equipos grandes, no es tan fácil llegar a otro lugar. Más allá de que Temuco tenía lugares divinos para entrenar, la grandeza de donde él venía era diferente. Él fue capaz de poner rebeldía en ese escenario, jugó y convenció”.
Pavez también sumó minutos en más de 30 partidos, que le sirvieron para dar el salto final. Lisi valora su perseverancia: “Tenía determinación, valores y sabía perfectamente lo que quería. Yo imaginé cierta proyectabilidad y después regresó a Colo Colo. Todo lo que logró fue merecido”. El jugador sumó protagonismo y en 2014 ganó la estrella 30. Ahora, como el segundo futbolista con más participación detrás de Brayan Cortés, volvió a festejar un título esperado por el club que ama.