Los secretos del aliado de Gustavo Álvarez: otra vez ganó la disputa
El canterano volverá a encabezar el ataque contra Estudiantes de La Plata en desmedro de Leandro Fernández. Así cambia la U con el arieta en la ofensiva.
Universidad de Chile sigue su ruta en la Copa Libertadores y hoy tiene una difícil tarea como visita ante Estudiantes de La Plata, en Argentina. Los azules vencieron por 1-0 a Botafogo, campeón actual del certamen, pero ahora la exigencia será distinta. Lejos del Estadio Nacional y con las históricas dificultades de los chilenos para actuar en territorio trasandino.
En relación al equipo titular que se impuso en el debut por el torneo, Gustavo Álvarez dispuso dos variantes. Israel Poblete ingresará en el mediocampo por Javier Altamirano, junto a Marcelo Díaz y Charles Aránguiz. Sin embargo, la mayor novedad ocurrió en la delantera, pues el DT volvió a dejar en la suplencia a Leandro Fernández, quien cederá su lugar a Nicolás Guerra.
Lo mismo aconteció en el segundo tiempo contra Botafogo y la U mejoró el desempeño en ataque. De hecho, Guerra realizó la asistencia en el 1-0 final de Lucas di Yorio. No había sido una buena presentación de Fernández: solo habilitó en gran forma a Altamirano en una definición que casi fue gol. El resto del tiempo protestó en exceso los cobros arbitrales y, en ocasiones, repitió las resoluciones excesivamente individuales que complican a la ofensiva.
Así cambia la U
Con Guerra, el bloque de ataque adquiere un perfil más colectivo por los rasgos individuales de juego del canterano azul. Incluso, en situaciones de finalización individual es capaz de habilitar a otro delantero mejor ubicado si así lo estima en la resolución final de la maniobra ofensiva.
No es solo eso. Guerra también posee capacidad para abandonar la zona de influencia, movilizarse en las inmediaciones del eje del ataque e insertarse también en la generación de acciones de Ataque Construido. Puede aparecer como cuarto mediocampista, facilitando la posesión de balón, lo que en momentos de control del rival puede ser útil para un cese parcial de la hegemonía oponente. Sobre todo en condición de visita, como seguramente ocurrirá ante Estudiantes de La Plata.
La última variante que aporta el canterano tiene que ver con el juego de espalda hacia el arco rival. Fernández es más de desmarcaciones en profundidad, con un sentido vertical del juego y, a veces, pone en riesgo el balón y la continuidad de la acción colectiva de ataque.
Guerra recepciona en el lugar y su juego de protección de la pelota genera una contra maniobra de presión y cobertura, fijando a los centrales rivales, por ejemplo. Esto puede ser clave en la generación de espacios y en cómo Di Yorio los detecte y pueda ocuparlos para crear riesgo cerca de la portería oponente.
Sin Fernández
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Eso sí, una pérdida en el funcionamiento ofensivo resulta evidente sin Fernández. Con la suplencia del argentino, la U se queda sin capacidad de tiro de media y larga distancia como recurso de ataque esencial.
Antes de sobreexplotar este elemento de ataque, el delantero trasandino contribuía enormemente arriba ante la falta de llegadas en profundidad, anotando o inquietando siempre a los rivales. Sin embargo, esta vez Álvarez se inclinó por otros contenidos individuales de juego.