“Me farreé algunos años y cometí errores, pero no soy conflictivo”

Luis Valenzuela (35) fue uno de los tantos talentos que salió de la cantera de Colo Colo, pero que no pudo encontrar su espacio en el primer equipo. Era sindicado como una joya de las inferiores por su irreverencia y desparpajo con el balón. Tras salir de Macul pasó por más de 10 equipos de Primera y de la B.

Hoy busca un nuevo club que le permita dejar atrás el estigma que lo ha acompañado en los últimos años. “No soy conflictivo, para nada”, asevera en diálogo con AS en alusión a sus indisciplinas en Wanderers (2019) y Melipilla (2022). Con los caturros su contrato fue rescindido.

“En Valparaíso hablé algo y un periodista agrandó mis dichos y los cambió. Lo leyó Miguel Ramirez y se enojó. Me dio un ultimátum, no fue más allá de una indisciplina chica. Estaba perdonado por todos. Lo de Melipilla fue una pelea de entrenamiento (con Diego Alvarado) que no fue para tanto. Es como cualquiera que se pone a discutir con otro y por ahí se le sale algún garabato. Yo no busqué la agresión, fue mi compañero”, aclara.

- ¿Por qué no ha podido encontrar club?

- Me llamaron de Iberia y no quise porque ofrecían muy poca plata. No alcanza para vivir ni para pagar un dividendo, por ejemplo. Igual en junio espero encontrar algo en la B o algún lado, se extraña mucho jugar y ahora estoy dispuesto a transar un poco en lo económico. Quiero reencantarme con el fútbol, que me den esperanza, confianza y motivación. Que un DT me diga que confía en mí. No tengo representante, entonces no sé cómo moverme solo, así que espero que algún dirigente me hable.

- ¿Cuál es el balance que hace de su carrera?

- Podría haber sido mejor, porque me farreé algunos años. Uno como todos se equivoca, cometí errores, pero también tuve bonitos años y logros. Se extraña demasiado el camarín, los compañeros, la hinchada.

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- ¿Cuáles diría que fueron sus mejores años?

- He tenido varios. Me vi bien en San Felipe, donde peleamos el descenso, fui figura y los salvé de bajar a la B. También en Antofagasta con (Gustavo) Huerta. Él me tenía mucha confianza y jugué mucho. En O’Higgins, (Eduardo) Berizzo me contactó y justo se fue, llegó Facundo Sava y fue un año bastante bueno. Después llegó ‘Vitamina’ Sánchez y jugué menos. Igual en ese momento me dijeron que me estaba mirando la U, que había hecho un buen año y que siguiera así, pero al final me fui a Cobresal para la Libertadores.

- De encontrar club, ¿qué objetivos tiene en mente?

- Mi objetivo es volver a disfrutar en algún equipo y ser aporte. Luego, me gustaría terminar mi carrera en Wanderers. Es una institución en la que aporté bastante, me siento identificado con la gente y aunque salí mal, las vueltas del fútbol uno no las sabe. También le tengo mucho cariño a Chillán. Solo quiero ser feliz en la cancha, hacer goles, dar asistencias. (Esteban) Paredes y (Arturo) Sanhueza siguieron jugando hasta más de los 40, así que yo creo que me queda harto, sólo tienen que darme confianza, porque cuando fue así respondí con hechos, profesionalismo y fútbol.