“Me pesa sentir que no he sido un buen marido y un buen padre”
El técnico de Palestino, Lucas Bovaglio, reveló las dificultades personales que enfrenta por estar lejos de su esposa y sus tres hijas, una de ellas con parálisis cerebral.
Lucas Bovaglio atraviesa un buen momento profesional como entrenador de Palestino, tercero en el Campeonato Nacional y con chances de avanzar en la Copa Sudamericana. Sin embargo, su éxito deportivo contrasta con un fuerte sacrificio personal: estar lejos de su familia. Así lo confesó en una íntima entrevista con LUN.
Durante una breve visita a Córdoba, el técnico compartió con su esposa Valeria Frutos y sus hijas Pilar, Paulina y Pía, esta última con parálisis cerebral y epilepsia. “Me pesa sentir que no he sido un buen marido y un buen padre”, confiesa. “Me gustaría estar con mi familia, pero no puedo dejar de ser el sustento económico”.
Bovaglio relata que ha debido ausentarse en momentos clave. “Cuando Paulina cumplió 15 años pedí cambiar un partido, pero no se pudo. Viajé desde Paraguay tras el juego, llegué a la fiesta a las 8 de la noche y volví a entrenar al amanecer”, recuerda.
Su historia familiar, ejemplo para todos
El técnico argentino cuenta que sus hijas nacieron prematuras y que su esposa ha llevado casi sola la crianza, especialmente por las condiciones de salud de Paulina y Pía. “Nos instalamos en Córdoba porque hay mejores centros para ellas. No tenemos redes, mi señora asume todo y yo sólo ayudo cuando estoy”, lamenta.
El momento más duro lo vivieron en Venezuela, cuando Paulina fue internada de urgencia y no podían pagar la clínica. “Mis compañeros de Táchira hicieron una colecta. Quise devolver el dinero y nadie lo aceptó. Nunca lo voy a olvidar”, recuerda.
Pese a las dificultades, Bovaglio no contempla dejar el fútbol: “Es lo que sé hacer. Soy el sustento de mi familia. Me encantaría estar con ellas, pero hoy no puedo. Y claro que lo lamento”.