Entrevista AS | Parte I
“Me retiré porque este año jugué muy poco... Eso fue bastante duro, estaba sufriendo”
“Me iba triste a la casa y decía ‘el equipo perdió y yo no jugué'. Eso me pasó tantas veces... Eran muchas emociones negativas”, reflexiona.
Carlos Villanueva (38) lleva poco más de dos semanas retirado del fútbol. El ‘Piña’ cerró su carrera en Audax Italiano, en lo que fue su segunda etapa en el club, y por estos días ha recibido mucho cariño. “Me voy feliz y orgulloso por la carrera que hice”, cuenta el talentoso ex volante, en la primera parte de su entrevista con AS.
Villanueva mostró su talento en Deportes La Serena, Audax, Blackburn Rovers, Al Shabab, Universidad Católica, Al Ittihad, Al Fayha, Palestino y Magallanes. Durante sus 21 años de carrera, el zurdo sumó 645 partidos, 142 goles y seis títulos.
- ¿Cómo han sido los primeros días post retiro?
- Súper tranquilos, todavía no se siente eso de haberme retirado. Es como si estuviese de vacaciones. Me levanto temprano, voy a dejar a los niños al colegio y hago algunas cosas que me mantienen bastante entretenido. Todavía no me ha bajado la nostalgia fuerte o el hecho de extrañar el fútbol, porque aún es demasiado pronto.
- ¿Por qué decidió retirarse?
- Fue porque jugué muy poco este año y eso fue bastante duro. Sólo jugué tres partidos como titular... Hubo muchas veces que no me citaron y otras veces que sí, pero era el único que no entraba. Esas cosas me fueron ayudando a tomar la decisión.
- ¿Se le faltó el respeto?
- No, para nada, son cosas de fútbol y decisiones de los entrenadores. El fútbol moderno es muy físico, de correr, de desplazamientos largos, de velocidad, y lamentablemente yo también soy honesto y objetivo: no puedo entregar esas cosas. Cada cuerpo técnico tiene su forma de juego y es súper respetable.
- Previamente, usted comentaba que de repente tenía que correr por fuera...
- Sí, me pasó mucho durante el año. Por ejemplo, un sábado por la mañana, mientras mi equipo estaba concentrado, yo estaba haciendo pasadas e intermitentes y era como: ‘¿Qué estoy haciendo acá? Estoy sufriendo, porque estoy corriendo en el día de los no citados y podría estar disfrutando en la casa con mis niños’.
- Era complejo para usted...
- Sí. pero igual es parte de. Yo no estaba solo, también había compañeros que estaban jugándose su opción... Pero claro, todos esos momentos duros que viví, que antes no los había pasado, ayudaron a que tome la decisión de retirarme.
- Si este año hubiese sumado más minutos, ¿usted seguiría en el fútbol profesional?
- Es relativo, porque también hay sensaciones post partido. Uno se va triste a la casa y dice ‘el equipo perdió y yo no jugué o no me citaron’. Y ahí se generan emociones negativas que uno las transmite en casa, que no es lo ideal. Y me pasó tantas veces... Son señales que hay que saber leer y entender que hay que cerrar ciclos.
- ¿Sentía, además, que le debía tiempo a su gente?
- Sí, totalmente. Al ser jugador, uno debe concentrar y viajar, y no puede estar en cumpleaños y en actos del colegio de los niños... Ahora podré programarme y hacer cosas con ellos. Siempre estuve presente, pero ahora quiero estarlo aún más.
- Su último partido lo disputó ante Palestino. ¿Qué pasó con usted después de irse del estadio, en términos emocionales?
- Pasan muchas emociones por la cabeza, pero me quedó con los gestos de la gente. Ese día, Palestino y Audax me hicieron un detalle por retirarme, entonces eso me llena el corazón. Las muestras de cariño de los hinchas, de los compañeros, de los colegas... Eso me deja muy satisfecho, y más que lo futbolístico. Dejé una huella en lo humano.
- ¿Cuál fue su gran alegría y su gran pena en el fútbol?
- Mi gran alegría fue haber representado a la Selección y haber hecho un gol en la Copa América. Y mi gran pena fue no haber podido ganar un título con Audax. El momento que más me duele fue cuando perdimos la semifinal del 2007 contra Universidad de Concepción... Aprovechando, también quiero destacar a los dos entrenadores que más me marcaron: José Luis Sierra y Raúl Toro.
‘274′, el nuevo proyecto de Carlos Villanueva
- Hace un tiempo, usted sacó un gin, el ‘274′, junto su gran amigo Luis Jiménez. ¿Cómo va eso?
- Sí, esas son las cosas me hacen despertar y no estar desocupado (ríe). Estando en Palestino, un día dijimos ‘hagamos algo entretenido... Hueón, hagamos un gin’. Fue un proceso que demoró dos años en concretarse, porque fuimos eligiendo el enebro, la vainillas, los botánicos, todas esas cosas... Fue una etapa muy bonita.
- ¿En qué etapa están hoy con el producto?
- Llevamos como seis meses intentando meterlo al mercado, en los restoranes, y en los locales donde venden gin. Se llama ‘274′ por una numerología de la ley de gravedad, que hace que los planetas giren alrededor del sol. Entonces, con este gin de muy buena calidad uno atrae a los amigos para generar lindos momentos.