ENTREVISTA AS

“Me siento un referente en Chile y el mundo... He hecho cosas que ningún otro atleta ha intentado”

“Yo siempre quise ser piloto, siempre quise ser paracaidista y siempre quise volar, así que mientras me mantuviera en el aire, yo era feliz”, sentenció.

Sebastián Álvarez (39) volvió a explotar las redes sociales con su última acrobacia. El reconocido ‘Ardilla’ hizo historia al saltar desde un helicóptero a 3.657 metros de altura en Abu Dhabi, antes de dejarse caer sobre la ola artificial más grande del mundo para, seguidamente, surfear.

El atleta de Red Bull dialogó con AS y explicó que “la verdad, este proyecto lo tenía en mente hace muchísimos años, pero no teníamos todavía la locación, dónde ejecutarlo ni materiales, digamos, la tabla de surf, el paracaídas especial, todo el cuento. Pero sí, este proyecto viene desde hace, por lo menos, dos años”.

- ¿Tuvo muchas dificultades en la preparación y ejecución?

- Sí, al ser un proyecto nuevo, uno entra en un túnel oscuro que está lleno de preguntas y encuentras muy pocas respuestas, porque nunca antes se ha realizado. Está la desmotivación, las ganas de retirarse a veces cuando ves que las cosas no están funcionando como sueñas, pero ahí está el desafío, es un trabajo mental. También está el apoyo familiar. Un reto fue que nos costó mucho coordinarnos con Emiratos Árabes, hacerles entender de qué se trataba esto, porque ellos crearon una ola artificial, que si bien es la mejor del mundo, no tienen cultura de mar como tenemos nosotros, por ejemplo. Entonces, nos costó coordinar la parte logística. Al final llegamos a un acuerdo. En un principio, ellos pensaban que era mucho más fácil, así como se ve en el video (ríe), pero hay muchísimo entrenamiento previo, ir quemando etapas, no es que yo me levanté un día y me tiré a hacerlo.

- ¿Cuáles son los parámetros que toma en cuenta para asumir un nuevo desafío?

- En general, el parámetro es que sea algo que me convenza, que me guste y sea un desafío personal, y que mis auspiciadores, como Red Bull, me apoyen y sea algo que les interese. Ahora, si es una cosa que nunca ha hecho antes, suele ser llamativo. Lo otro importante para mí es que, con algo así, podamos empujar el deporte hacia adelante y sea algo que cambie, en cierta medida, la historia del deporte, que sea novedoso.

- ¿Ya tiene pensado un nuevo reto?

- Sí, obviamente hay planes, pero voy a dejar la tabla de surf, que no es que me haya aburrido, pero quiero volver a lo mío, que es el wingsuit, el traje con alas, que es lo que me gusta más.

- ¿Hay una búsqueda constante de adrenalina?

- Como deportista necesito hacer deporte, porque es lo que me nutre física y mentalmente. Soy un amante del deporte, del paracaidismo… Sí, soy adicto a mi trabajo, si lo quieres llamar así, en ese sentido, soy adicto a la adrenalina. Yo salto básicamente todos los días, porque soy amante de lo que hago.

- ¿Y cuándo nace ese amor por el deporte extremo?

- En realidad, el bichito te pica desde niño. Yo siempre fui súper deportista, practiqué un montón de deportes. Conocí el surf, después estuve en la Fuerza Aérea… Las ganas de volar, en realidad, no tengo uso de razón de cuándo aparecieron. Yo siempre quise ser piloto, siempre quise ser paracaidista y siempre quise volar, así que mientras me mantuviera en el aire, yo era feliz.

- ¿Se siente un referente hoy en Chile?

- Sí, absolutamente. A nivel nacional y también internacional, porque he hecho cosas que ningún otro atleta ha intentado, como entrar y salir del cráter de un volcán o poder aterrizar en una ola, que era un sueño que tenía hace mucho tiempo. La verdad es que sí, me siento un referente y bajo ese rótulo espero poder motivar a las nuevas generaciones, que para mí es muy importante.

- ¿Su familia qué le decía cuando comenzó? ¿No lo encontraban arriesgado?

- Sí, obvio, la familia de repente se asusta un poco, pero qué pasa, como te decía, no es que hace uno o dos años me haya vuelto loco y dijera “me quiero lanzar en paracaídas”, sino que es una cuestión que viene arrastrándose desde niño. Y, de hecho, mi mamá fue la que me ayudó a que siguiera esos sueños, que me convirtiera en paracaidista y después en piloto de guerra. Para ella no fue novedad. Y yo creo que no hay nada peor que negarle los sueños a un niño.

- Si tuviese que elegir su acrobacia más importante, ¿cuál sería?

- Definitivamente, la última es la que más puedo valorar, recuerdo que fue un trabajo súper extenuante en todo sentido, físico y mental, y estoy súper feliz de haber podido combinar dos o tres disciplinas que yo amo… Para mí, este proyecto es el mejor que he hecho, está guardado en mi corazón y este salto fue el mejor de mi vida. Bajar en una tabla de surf y aterrizar en una ola, a 110 kilómetros por hora o más y después surfear, es una cosa que ni siquiera te puedo explicar.

Así fue el increíble salto del ‘Ardilla’ Álvarez

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