“Me vio gente del Manchester United, pero mi carrera se desvió... Consumí cocaína durante 12 años”

La vida de Bryan Mardones conoce de contrastes muy fuertes. En 2011, y con solo 15 años, el joven futbolista chileno destacaba en las series menores de O’Higgins de Rancagua y fue tentado por veedores europeos en medio de una gira por Irlanda.

El futuro era auspicioso para el rancagüino, pero las malas decisiones lo llevaron por un oscuro camino, marcado por el alcohol, las fiestas y las drogas. “Comencé con la cocaína cuando tenía como 17 o 18 años y estuve así por 12 años. Me duele el hecho de haberle fallado a mi familia. Soy consciente de mi error y quiero recuperar ese tiempo perdido”, afirma hoy en entrevista con AS.

Hoy, con 29 años, Mardones recibió una segunda oportunidad en el fútbol tras el llamado de Deportes Rancagua en la Tercera División B, cuadro en el que busca la consolidación para volver al primer plano futbolístico. “Hace un año y cuatro meses que tomé la decisión de internarme, para salvar mi vida. Hoy estoy limpio por mi señora, por mi hija y por toda mi familia. Sabía que iba a llegar una nueva oportunidad, por toda la fuerza de voluntad que he hecho para salir adelante”, complementa.

- Usted tuvo una promisoria carrera como jugador, con importantes pasos en el fútbol formativo...

- Sí, estuve en la Sub 13 y 14 en Colo Colo y en la 15 volví para O’Higgins. Ellos me compraron los derechos formativos. Fueron momentos de lucha, antiguamente todas las familias eran sacrificadas así que hicimos un esfuerzo enorme en que mi familia me acompañara. Era un niño y disfrutaba el fútbol.

- ¿Cuánto tiempo estuvo en O’Higgins?

- Entre los 15 y los 19 años, aproximadamente. Tuvimos una gira por Europa, donde el profesor Ítalo Pinochet me citó para ir a Irlanda. Hice un buen trabajo allá. Jugamos contra el Newcastle y contra el Liverpool.

- ¿Hubo clubes extranjeros interesados en su pase?

- Tenía 15 años y después de la gira comenzaron a llegar rumores sobre clubes que me querían, se habla de ofertas. Un agente del Manchester United fue a ver jugadores y anduve bien, pero no sé si venían por mí o por otro compañero. Sí me decían que había ojos mirándome y yo conocía mi potencial.

- ¿Sintió presión en aquel momento?

- Después del viaje a Irlanda llegó mucha gente a apoyarme. Llegaron marcas como Nike, representantes, muchas cosas... Era chico y no tomaba tanto en cuenta esas cosas. Sólo quería jugar.

La caída y el infierno

- ¿Dónde sucede el punto de quiebre en su carrera?

- Mi carrera se desvía a los 17-18 años. El apoyo de mi familia siempre estuvo, pero me fui por caminos incorrectos. No tenía la madurez suficiente, entonces empezaron a aparecer las indisciplinas como llegar en mal estado a los entrenamientos, ya con el corazón roto porque sabía en lo que estaba metido. No tengo que esconder nada, los que me conocen saben por lo que pasé.

- ¿A qué indisciplinas se refiere?

- Era de mucha fiesta, discoteca, andaba en las poblaciones. Yo bebía alcohol y estaba metido con la cocaína. Estuve metido como 12 años y jugué todo ese tiempo drogado, por inercia. Lo hacía por mi familia que me iba a ver, ellos sabían que llegaba en mal estado, entonces en la cancha siempre tenía la obligación de jugar bien para que no se note. En los partidos siempre andaba al ciento por ciento, pero mi mente y mi corazón estaba destrozado porque me mentía a mi mismo, no sabía lo que pasaba.

- ¿Era consciente de sus errores?

- En los entrenamientos siempre quise darlo todo, fui respetuoso con las personas que compartí, ofrecí disculpas. Fueron momentos donde lo perdí todo, me faltó apoyo psicológico o que alguien me dijera lo que venía. Tenía muchas regalías, entonces andaba haciendo lo que quería sabiendo lo que iba a pasar. Muchas veces me echaron de O’Higgins o yo no iba a entrenar por indisciplinado. Me dieron una nueva oportunidad de ir a entrenar con el equipo a Argentina, hice la pretemporada con ‘Vitamina’ Sánchez, lo hice bien y el profe contaba conmigo. Yo también me porté mal esa vez, me bajaron. En vez de recuperarme, seguía empeorando.

- ¿En qué momento tocó fondo con las adicciones?

- Yo creo que muchas veces. Tengo mi pareja hace cuatro años, ella fue fundamental en mi vida porque yo no le hacía caso a nadie, pensaba que estaba todo perdido y ella me fue ayudando. Con ella tuve un proceso donde me portaba mal y estaba perdiendo a la única persona que amaba. Ella pasó toda la tormenta conmigo. Hace un año y cuatro meses tuvimos una discusión y tomé la decisión de buscar ayuda e internarme para salvar mi vida y no perderla a ella, porque estuvo conmigo en la oscuridad.

- Respecto a sus amistades, ¿nunca lo corrigieron o le dieron a entender que estaba por mal camino?

- Tuve miles de consejos, pero en ese momento la persona no quiere escuchar. Siempre me mentía de que lo iba a parar, de que este fin de semana no iba a salir, pero imagínese, tuve que pasar 12 años para darme cuenta. Amigos... no sé si son amigos, porque las amistades te cuidan. Yo también fui un mal amigo al ofrecer, entonces uno no piensa en los demás.

- Es una lucha día a día, ¿no?

- Mientras más pasa el tiempo, más difícil se pone la cosa. Ahora, el Señor me dio una hija que tiene tres meses y cuatro días. Ese fue mi cable a tierra. Siempre mi sueño fue formar una familia y me cuestionaba el no poder hacerlo. Aurora me dio un golpe para seguir el camino en que me estoy guiando. No tengo dudas en que voy a seguir haciéndolo cada día mejor, y el pasado ya se va tapando con momentos bonitos en familia.

- ¿Siente que en el fútbol está la oportunidad de mantener su lucha por salir adelante?

- Con la cabeza que tengo ahora, sé que puedo hacerlo. Los fantasmas aparecen a veces, pensamientos que me hacen decaer en lo emocional, pero hoy en día sé lo que tengo, lo que quiero, lo que debo valorar y no pienso cambiar este camino. Tengo que mejorar mucho en todo, como futbolista, como papá, son 12 años comparados recién a 1 año y 4 meses que estoy viviendo. Estoy feliz, no hay otra sensación. Soy un niño de vuelta y mi cuerpo está bien. Mi mente quedó enferma, con secuelas, pero vivo el día a día. El tiempo de Dios es perfecto, todo parte porque uno quiere cambiar.

- Por último, en lo profesional. ¿Qué objetivo se traza para este 2025 y cuáles son sus sueños a futuro?

- Va a ser un excelente año, hay un grupo maravilloso en Deportes Rancagua. Este 2025 espero salir campeón con ellos y subir de categoría, tengo toda la Fe que así va a ser. Mi sueño es jugar en Primera División, mi familia lo espera y quiero devolverle esa alegría. Yo estoy convencido que así será.

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