Messi, un tatuaje y los 7 mundiales: la increíble aventura de ‘Carucha’ Fernández en Qatar
El ex delantero de Colo Colo viajó desde Dubai a Lusail para ver el debut de Argentina: “Recordé al ‘adriancito’ que jugaba en el barrio con las zapatillas rotas”.
Adrián ‘Carucha’ Fernández no tenía planificado ir al Mundial 2022: “Estoy con mucho laburo”, respondía desde su casa en Dubai. Sin embargo, una casualidad, vinculada a un antiguo amigo de Nueva Chicago, lo llevó a Qatar. El argentino que pasó por Colo Colo en 2004 y que hoy está radicado en Emiratos Árabes viajó a ver el debut de la ‘Albiceleste’ frente a Arabia Saudita.
“Fue algo muy loco. Es una historia bonita”, adelanta ‘Carucha’ en conversación con AS. Son las 16:30 horas en Dubai y las 9:30 horas en Chile, y el ex delantero hace una pausa en su trabajo para conectarse a la videollamada vía meet.
- ¿Cómo se gestó el viaje a Qatar?
- Marcelo ‘Daddy’ D’Andrea es el masajista de la Selección, es el que anda detrás de (Lionel) Messi con los trofeos. Nos hicimos amigos en los años 90, cuando ambos estábamos en Chicago. Hace 20 años que trabaja con la Selección y es la única persona que lleva siete mundiales, contando algunos juveniles. Es un tipo récord. Vinieron a jugar contra Emiratos Árabes y lo fui a visitar al hotel. Me dijo: ‘¿vas a venir al Mundial?’ y yo le dije que no. Estoy trabajando para irme a Barcelona.
- ¿Él mismo lo convenció?
- Hay una historia entre medio. Cuatro amigos me pidieron que llevara la camiseta para que la firmara Messi. Agarré la bolsita y la llevé al hotel. Le pregunté a ‘Daddy’ si la podía firmar el enano y él me ayudó. Messi firmó y hasta hizo un video. Días después, cuando ya estaba en Qatar, ‘Daddy’ me llama y me dice ‘Carucha, a un jugador se le quedó algo en el hotel de Dubai y necesito que me lo traigas’ (ríe).
- ¿Cómo fue su reacción?
- Quedaban cuatro días, así que le dije ‘¿vos estás loco? no tengo pasaje y me va a salir una fortuna’. Él me respondió ‘hijo de puta, con la plata que vendiste las camisetas te puedes venir’. ¡Y yo no vendí nada, las regalé! (ríe). Me dijo ‘¿en serio no te quedaste con ninguna? tus hijos te van a matar. Sos muy bueno’. Me ofreció las entradas, lo comenté en la empresa y el CEO, que fue uno de los que me encargó el autógrafo de Messi, me regaló el pasaje. Fueron 45 minutos de vuelo, tuve un ojete terrible.
- ¿Y qué se le quedó a ese jugador?
- Era un cable que había tuneado con su computadora y otro aparato. Yo les dije ‘que lo compre por ahí en Qatar’ y me explicaron que no era tan fácil, que necesitaban el original. Esa fue mi anécdota... me voy a tatuar el nombre de ese futbolista porque me dio la oportunidad de cumplir un sueño (ríe).
- ¿Qué sintió al estar en el estadio?
- Fue muy especial porque me recordé a ese ‘adriancito’ que, en el barrio Libertador y con las zapatillas rotas, anhelaba con ver un partido del Mundial. He visto más de mil partidos y he conocido un montón de estadios en muchos países, pero esto fue un sueño cumplido. El lunes trabajé todo el día, desde 8:00 horas a las 20:00 horas. Me fui a descansar, pero no pude dormir nada, era como un nene. En la madrugada me fui al aeropuerto para estar tranquilo y me sentía en las nubes.
- ¿Qué le pareció el ambiente del Mundial?
- La organización me pareció bastante buena porque desde el aeropuerto había un metro que te dejaba en el estadio. En la salida tardó un poco más porque había 88 mil personas, pero encontré muy loco que en el andén no estuviese nadie vigilando. Llegabas y estaba todo organizado para que entrara la cantidad de gente justa y te pudieras sentar. Después, sobre el clima Mundial, cero. No había ambiente. Con mis amigos cantamos y bailamos, pero de parte de ellos, nada.
- ¿La derrota afectó su día soñado?
- El partido fue un hermoso trompazo en el medio de la pera. Arabia Saudita jugó el partido de su vida. Es similar a cuando juega Colo Colo: todos te quieren ganar. Nos va a servir para reaccionar y tener una revancha. Ahora los jugadores están re enchufados y van a demostrar que el grupo está fuerte.