“Mi hijo se lesionó en la U y luego no fue considerado; hoy está cómodo en Colo Colo”

Mauro Ibarra es la gran sorpresa de Fernando Ortiz para el duelo amistoso entre Colo Colo y Deportes Puerto Montt, que se disputará este miércoles. El delantero de 19 años cuenta con una trayectoria, hasta ahora, bien particular: llegó a Universidad de Chile a los ocho años y se mantuvo ahí hasta 2024, cuando debió emigrar al Cacique.

En realidad, el ariete dejó de ser considerado en el cuadro universitario. Así lo cuenta su padre, Mauricio, en diálogo con AS. Hoy, su hijo brilla en la Sub 20 de los albos y, de hecho, hace unas semanas le anotó un golazo de media cancha a la U. “Fue una revancha sólo futbolística, no en la parte humana”, adelanta.

- ¿Cómo está Mauro luego de conocer la citación?

- Él está súper entusiasmado, muy motivado. Lleva tantos años en el fútbol, desde los siete que está en divisiones inferiores… Ya ha sido citado antes, unas dos o tres veces, pero no ha podido jugar, y ahora el profe le dijo que se preparara bien porque lo más probable es que sumara minutos. Está súper contento, y ansioso porque llegue el partido.

- Para usted, imagino que es un orgullo ver a su hijo en la nómina...

- Para nosotros como familia es súper importante ver a nuestro hijo cumpliendo sus sueños. Verlo feliz es nuestro principal objetivo. Más allá de que el resultado de hoy es fruto de su trabajo, de su entrenamiento y de los años dedicados, nosotros nos sentimos orgullosos de haber podido contribuir con el soporte emocional, el aporte logístico, tomo el tema que está anexo al fútbol. Estamos súper contentos.

- ¿Por qué Mauro decidió salir de la U?

- Mira, él llegó a los ocho años a la U, después de haber pasado varios filtros, pruebas masivas, ese tipo de cosas. Estuvo con distintos técnicos y siempre fue considerado, incluso fue nominado a la Selección Sub 15, luego hizo todo el ciclo con la Sub 17 y quedó fuera del Sudamericano por una lesión. Luego de esto, cuando volvió, el entrenador de ese momento en la U no lo consideró, no cumplía con las condiciones, ni daba con su gusto técnico. Además, esa persona luego se transformó en jefe técnico también, y decidió sacarlo del club. Fue algo sorpresivo, pero dentro de todo normal, son cosas que pueden pasar. Ahí salió la posibilidad de ir a Colo Colo y lo recibieron súper bien desde el principio. En ese tiempo estaba Ariel Paolorossi como jefe del área del fútbol formativo y Eduardo Rubio era el técnico de la Sub 20. El profesor Rubén Bascuñán lo recibió como DT de la Sub 18.

- ¿Él se sintió cómodo desde el inicio en Colo Colo?

- Sí, bueno, tengo que aclarar que independiente de lo que pasó, siempre hemos estado agradecidos con la U, por su formación. Él tuvo muy buenos entrenadores, como los profes Esteban Valencia y Cristián Romero. Pero en Colo Colo lo recibieron bien porque, además, él ya tenía varios amigos ahí, con los que se conocía de la Selección. A ellos también les sorprendió que dejara la U y llegara a Colo Colo, pero hoy Mauro está cómodo.

- ¿Y el gol de media cancha lo sintió como una revancha? ¿Conversó con él sobre eso?

- Sí, conversamos sobre eso. Es una revancha sólo en la parte futbolística, no en la parte humana, porque él está bien preparado en ese sentido. Él quería jugar, venía de un proceso donde estuvo cuatro meses parado producto de este cambio de club. Él sabe que esta es su profesión y debe entregarse ciento por ciento, independiente de la camiseta que vista.

- ¿A qué cree que se debe su buen rendimiento actual?

- Él trabaja duro, tiene entrenadores personales, está con psicólogos, coaching, su alimentación es perfecta, se acuesta a la hora que tiene que hacerlo para descansar, es súper disciplinado, perseverante, y si a eso le sumas un talento innato, se conjuga todo a la perfección. Es pura dedicación.

- ¿Usted le inculcó la afición por el fútbol a Mauro?

- La verdad es que no, yo sí hago deporte, pero amateur. Si él se hubiese decidido por otra profesión, habría tenido el apoyo total también, pero desde chiquitito que quiso ser futbolista. A mí me invitaron a jugar a un club llamado Condorito de Lo Prado, cuando él tenía siete años. Era una serie de “viejos cracks”, por decirlo de alguna forma, y me preguntaron si podía traer al niño, y él me dijo “sí, papá, vamos”. Siempre me acompañó a la cancha, pero nosotros nunca le hemos inculcado que sea lo que nosotros queramos, sino que lo impulsamos a seguir sus sueños.

- ¿Cómo es la personalidad de su hijo?

- Él es un muchacho tranquilo, más bien introvertido, muy alegre, que le gusta pasar el tiempo con su familia. Es casero, de pocos amigos. No tiene juntas que lo vayan a influenciar de mala manera. Le gusta estar con su polola, con sus papás, tíos y primos. Es de ese tipo de personas.

¿Tiene algún referente en Chile?

- Sí, le gustan varios jugadores, pero tiene más referentes en el extranjero. Le gustan Neymar y Cole Palmer, creo que tiene un estilo parecido al inglés. También le agrada Lucas Assadi, que lo conoce de chico cuando estuvo en la U. A Alexis Sánchez también lo tiene ahí. Él mira mucho fútbol, sobre todo europeo. Hoy ve harto a Lucas Cepeda.

¿Cuáles son los sueños de su hijo?

- La idea de él es poder debutar en el primer equipo, en algún partido de Primera División. Ganarse un puesto en Colo Colo, consolidarse y ojalá ser campeón. Luego, su sueño es emigrar al extranjero.