ENTREVISTA AS

“Mi papá es mi ídolo... Me tocó verlo en Colo Colo y estar con él en México; siempre me apoyó”

“Cuando era chico, nunca me encontraba un partido bueno, y a veces discutíamos por eso, pero era porque me exigía”, dice Kevin Flores.

Este jueves, Deportes Concepción y Deportes Melipilla protagonizarán uno de los partidos más esperados del año en el fútbol chileno, donde se dirimirá al campeón de Segunda División. En los ‘Lilas’, el buen rendimiento del volante Kevin Flores (29) ha sido clave para concretar una campaña histórica.

El hijo del recordado Cristián ‘Pistola’ Flores (ex seleccionado nacional, formado en Wanderers y con un paso por Colo Colo), dialoga con AS y anticipa el crucial partido ante los ‘Potros’. “Obviamente es un partido especial, es más lindo, porque no sólo es una final, sino que define el ascenso. Estamos enfocados”, declara.

El mediocampista arribó a mediados de 2023 al ‘León de Collao’, cuando la situación era opuesta. De hecho, en ese momento, Concepción luchaba por mantener la categoría. “Me tocó llegar en un momento complicado, nadie quería asumir el desafío, pero yo lo asumí. No me arrepiento”, confiesa.

- ¿Cómo recuerda el momento cuando llegó a Concepción?

- Creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi carrera. Cumplimos el objetivo de mantener la categoría el año pasado y ahora estamos peleando el título, que es la otra cara de la moneda. Sería hermoso conseguir el título en menos de un año, quedaría marcado en la historia del club. Creo que el trabajo técnico es muy importante, pero la calidad del plantel que se armó para este campeonato ha sido clave. Ese ha sido el punto fuerte: armar un equipo competitivo. La llegada del profe Manuel (Suárez), nos convenció y empezamos a mostrarnos partido a partido. La idea era hacer una campaña perfecta, y creo que hemos estado cerca.

- Usted, tal como su padre, se formó en Wanderers. ¿Hay alguna similitud entre Concepción y el ‘Decano?

- Sí, el cariño que me han entregado desde que llegué, que ha sido muy lindo. He dejado una marca en la gente, y me lo demuestran día a día. Me siento identificado con el club. Siempre he dicho que soy hincha de Wanderers, que es el club que me dio la opción de ser futbolista profesional y eso no va a cambiar, pero aquí en Concepción he vivido cosas muy lindas con mi familia, y eso te hace sentir cómodo en el equipo en el que estás. Me encantaría llevarlo a Primera, sería algo histórico.

- ¿Siempre pensó en dedicarse al fútbol?

- Sí, recuerdo que empecé cuando mi papá estaba en Colo-Colo. Tenía 5 años y comencé en la escuelita en el Monumental. Ahí empezó mi carrera futbolística, por decirlo de alguna forma (ríe). Pasé por diferentes lugares, fui a México con mi papá a los 7 años, y después llegué a Chile. A los 9 entré a Wanderers, donde tuve la oportunidad de debutar profesionalmente, siendo capitán de series juveniles. En la primera juvenil de Wanderers, fui campeón y capitán, y bueno, de ahí he pasado por diferentes clubes. Siempre conté con el apoyo de mis papás. Para todos los jugadores, el apoyo paterno es fundamental.

- Sobre eso le quería preguntar. ¿Cómo lo influenció su papá en su camino como futbolista?

- Mi papá es mi ídolo. Era un tremendo jugador, y siempre estuvo ahí para darme consejos y corregirme. Tengo una anécdota: recuerdo que cuando era chico, nunca me encontraba un partido bueno, y a veces discutíamos. Era muy exigente. Un día, le reclamé por qué siempre era tan duro conmigo. Él lo hacía por mi bien, porque sabía que tenía condiciones y quería que no me conformara. Le agradezco, porque quién sabe, tal vez si no hubiera sido exigente, no habría llegado a nada. Somos de características diferentes sí, en lo futbolístico, pero como familia, algo que no se transa es que, la camiseta que toque defender, hay que entregarse por completo. Al final, eso es lo que la gente quiere y valora.

- Y ya que habla de la familia, ¿su hija lo transformó en un mejor jugador?

- Yo creo que sí, claro. Cuando nace tu hija, es alguien a quien tienes que guiar y dar un mejor futuro. Es un incentivo para seguir luchando. Tengo a alguien detrás, mi esposa y mi hija, que me empujan. Ver a mi hija disfrutando en el estadio me llena de energía. Ella canta, disfruta, y siempre anda con la camiseta. Me motiva a dejarlo todo para darle alegría. El otro día me dijo: “Papá, ¿cuándo es el partido para que seamos campeones?” (ríe). Me mete más presión, pero esas cosas son lindas. Lamentablemente, no podré estar en este partido por acumulación de amarillas, pero bueno.

- ¿Está conforme con su carrera?

- Yo creo que nunca estaré completamente conforme. Uno tiene sueños siempre, pero a medida que pasan los años, uno evalúa qué cosas se puede ir cumpliendo y cuáles no. El fútbol es complicado y duro, se necesita una mentalidad fuerte. Yo creo que la espinita que me queda es jugar en Primera División. Lo hice con Wanderers, pero ahora, más maduro, me gustaría probarme en un equipo de Primera para saber en qué nivel estoy. También tengo el deseo de llegar al extranjero. No es algo que me quite el sueño, pero son metas que tengo.

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