“Mi paso por la U fue lindo, llegué de la B y terminé como capitán, aunque no me fui como quería”

Luis Casanova (32) ha vivido de todo en su carrera. Emergió como una gran promesa en O’Higgins y llegó a disputar cuatro partidos amistosos con la Roja adulta entre 2011 y 2012, además de haber estado en la banca en durante un encuentro en las Eliminatorias rumbo a Brasil 2014. Años después, tras pasos por Unión Española, La Calera y San Marcos, tuvo la gran oportunidad de su carrera: pasó de jugar en la Primera B con Temuco a ser fichaje de la Universidad de Chile, en un salto sin escalas y con pocos antecedentes dentro del fútbol chileno. Con los azules fue figura, llegó a ser capitán, se lesionó y estuvo a un paso del descenso en el recordado partido ante La Calera.

En diálogo con As, el zaguero, poco dado a las entrevistas, repasó su sinuosa trayectoria y su gran presente como una de las figuras de Deportes Iquique, elenco sensación del último torneo que jugará Copa Libertadores.

“Va a ser un año intenso, con tres campeonatos por delante, así que nos vamos a preparar de la mejor forma posible para dar una buena imagen”, contó.

- ¿Qué balance hace de este primer año en Iquique?

- Fue una buena temporada. Necesitaba volver a jugar, sentirme con confianza y se hizo un gran campeonato. Si bien hay cosas por mejorar, fue una temporada de reguilar hacia arriba. Siento que logré mis objetivos.

- ¿Qué destacaría del trabajo del DT Miguel Ramírez?

- Es una gran persona sabe manejar el grupo y su trayectoria como jugador le ayuda mucho a entender los momentos de los equipos y de lo que se está haciendo. Las veces que he hablado con él ha sido constructivo. Siempre quiere lo mejor para los jugadores y nos exige mejorar.

- Una de las figuras de Iquique fue Steffan Pino, ¿lo ve con chances de llegar a la Roja?

- Él es un jugador muy importante. Si sigue entrenándose como lo hace y jugando de igual forma en los partidos, en algún momento le llegará la opción y estará preparado, Dará una muy buena imagen de su juego.

- Ha vivido hartas cosas en su carrera, ¿qué conclusiones saca de todos estos año?

- Mi balance es muy positivo, con altos y bajos como todos, pero para mi es bueno, porque hago lo que toda mi vida quise. Desde chico, cuando iba al estadio y veía a mi papá jugar, yo quería estar dentro de la cancha. Es un orgullo lo que estoy haciendo, todo el tiempo que llevo y que mejor ahora que puedo compartirlo con mi familia, mi pareja y mi hijo, al que le gusta ir al estadio, Ellos son un motor, me motivan.

- Dentro de sus hitos está el haber llegado a la U, ¿qué análisis hace de esa etapa?

- Mi paso por la U fue lindo, lo pasé bien, aunque con momentos complicados como pelear en la parte baja, convivir con esa presión que a uno lo ahoga un poco. Pero quedé contento y tengo lindos recuerdos de la gente que nos veía, de los trabajadores de la U, de todos. Siento que también fue un paso grande porque llegué desde la B y me terminé yendo como capitán de la U, con aciertos y desaciertos. Siento que fue un lindo paso, quizás no fue la forma en que me quería ir, pero siempre agradezco los momentos y a la institución por confiar en mí. Tuve a mi hijo estando en la U y entré con él en mi último partido en el club. Son lindos recuerdos y espero que les vaya bien siempre. Fue un lindo momento en mi carrera y lo guardo con cariño.

- Hablaba del año en que casi descendieron, ¿cómo fue lidiar con eso?

- Se pasaba mal en el día a día. La parte sicológica influye mucho cuando no estás acostumbrado a vivir esos momentos. Pero también siento que fue un punto de inflexión para que se mejoraran muchas cosas y así ver ahora a una U más sólida, que ganó la Copa Chile. De repente, se tiene que pasar por momentos así para darse cuenta las cosas que se hacen bien o mal y, con base en eso, mejorar.