Entrevista AS
“Mientras les servimos, nos utilizan, pero cuando ya no, las puertas se cierran”
Lucas Aveldaño, ex defensor de la U, pretende ejercer como asesor deportivo en el futuro: “Hay muchas cosas atrás que la gente no sabe”.
Lucas Aveldaño está en la parte final de su carrera como futbolista. El defensor argentino, que entre 2019 y 2021 jugó en Universidad de Chile y Deportes Iquique, ya tiene 38 años y empieza en pensar en el futuro. En la última temporada defendió al Andratx de España, pero aún no sabe si continuará en el club.
“Ahora terminó la temporada. Quieren que siga, pero todavía no les di una respuesta. Quiero meterme en el fútbol desde otro ámbito y bueno, he tenido charlas con algunos clubes, entre ellos el Mallorca”, cuenta Aveldaño en entrevista con AS.
- ¿A qué se refiere con entrar al fútbol desde otro ámbito?
- En 2022, yo estudié en Argentina la modalidad de Asesor Deportivo. En Inglaterra ya la están implementando y en Argentina varios jugadores se han metido a estudiarla. Está enfocada en el jugador, porque al terminar de jugar, todos son técnicos, directores deportivos y por ahí, alguna minoría, representantes.
- Ya detectó un espacio para poder desarrollarse, entonces...
- Es que este nuevo rol es muy importante, porque hay muchos chicos que llegan al fútbol profesional, pero que después desaparecen en uno o dos años del radar. Y la verdad es que es porque esos jóvenes no estaban preparados...
- Queda claro que usted desea apoyarlos...
- Hay muchas cosas atrás que la gente no sabe y no ve. La familia, donde uno se apoya, no entienden mucho lo que es el ambiente del fútbol. Después está tu representante, que quiere que juegues al fútbol, porque obviamente no nos vamos a engañar: ellos están por algo con fines económicos. Entonces, todos los consejos van enfocados a eso. Y con el club también es un poco más de lo mismo... Le interesa que jueguen al fútbol y que andes, porque cuando las cosas no funcionan, te dicen ‘búscate otro lugar, porque aquí no tienes sitio’. Mientras nosotros les servimos, nos utilizan, pero cuando no les servimos, la realidad es que se cierran puertas.
- ¿De qué forma se involucrará en ese ambiente?
- Me gustaría hacer el acompañamiento de la transición de los jóvenes, a los que los clubes le ven proyección de llegar al primer requipo. Y bueno, una vez que lleguen al profesionalismo, también quiero seguir acompañándolos, con consejos, pero no sólo con mi experiencia, sino también con la de otros compañeros, porque detrás de cada jugador hay historias increíbles. También me gustaría hablar con los padres, con los entrenadores... Los técnicos también necesitan conversar con alguien, porque a veces están solos y tienen que llevar a un grupo de chicos en las divisiones inferiores. Entonces, quiero ser como un intermediador estratégico.
- Usted decía que le gustaría trabajar en Mallorca...
- Realmente yo tomé la iniciativa y hablé con ellos. Primero hablé con el coordinador del fútbol base y dos semanas después me llamaron hablar con el director deportivo. Querían escucharme de primera persona para saber cuál era el proyecto y qué quería hacer, así que nada, me escucharon. Obviamente ellos no van a tomar la decisión, porque son empleados y en España los clubes son sociedades anónimas. Y bueno, arranqué con la vara muy alta, apuntando a Mallorca, un club de Primera, estable y con proyección. Aposté fuerte porque yo también estuve en el club y fui capitán... Por lo menos me escucharon y están dispuestos a que, si se da, poder hacerlo. No sé si justamente en este rol específico, pero bueno, me encantaría estar en el club.