“No cobraba y con mi señora comíamos del mismo plato... En Chile están obligados a pagarte”
Es uno de los goleadores del torneo y anotó dos tantos en la clasificación de Huachipato a la final de la Copa Chile: “Siempre trabajé para estar en Primera”.
Lionel Altamirano fue una de las figuras de Huachipato en la clasificación a la final de la Copa Chile frente a Audax Italiano. El delantero argentino convirtió dos goles y su aporte resultó clave para el triunfo por 4-2, cerrando así un marcador global de 4-3 en la serie. El cuadro de La Florida se había impuesto por 1-0 en la ida.
El ariete de Huachipato ya lleva siete años en Chile, luego de que llegara a Santiago Wanderers, y pasara además por Puerto Montt, Universidad de Concepción, Rangers y La Serena. Sin embargo, la etapa inicial de Altamirano en el fútbol en Argentina estuvo marcada por las dificultades, según contó en Las Últimas Noticias.
“Cumplir los sueños”
“Siempre trabajé para estar en Primera. Me esforcé al máximo, junto a mi familia, junto a mi esposa (Fiorela Iommi) para llegar a ser futbolista profesional y por suerte se dio”, reveló Altamirano, quien también es uno de los goleadores del Campeonato Nacional con 10 tantos.
Recordando sus comienzos, el delantero de Huachipato hizo memoria de algunos episodios difíciles en el fútbol. “Es raro no tenerlos, pero se les hizo frente con trabajo y con ganas de cumplir los sueños”, afirmó.
“Momentos más complicados”
“En Unión de Santa Fe no me dejaron, cuando me fui a probar, y después en Altos Hornos de Zapla, equipo de la Federal A, de Jujuy, durante el año 2015, no cobraba y con mi señora comíamos los dos del mismo plato. Creo que esos fueron los momentos más complicados en el fútbol”, agregó el argentino.
“Me contrataron y en los primeros meses no me pagaban. Pero en Argentina no es como en Chile, donde están obligados a pagarte. En el club nos dejaron de pagar y luego ya no me alcanzaba para comer. Entonces, como había arreglado casa y comida, me pasaban la comida y comíamos los dos del mismo plato”, añadió Altamirano, haciendo una precisión al respecto.
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El delantero explicó, por último, que “no comíamos en el mismo plato. Dividíamos mi plato y compartíamos la comida (...) Deben haber sido unos cuatro o cinco meses. Después tuve la posibilidad irme para Buenos Aires al club Colegiales, donde pudimos cobrar y ponernos al día. Siempre haciendo esfuerzo, porque no sobraba, pero ya no pasábamos hambre”.
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