“No me retiro a los 21 años porque quiero... En mi primer día no tenía ni para comer”
Alberto Letelier se formó en O’Higgins, actuó en la B y fue parte de la Roja Sub 20: “Llamé a mi familia y le dije ‘no sé qué hago acá'”, comentó.


“El fútbol está lleno de manos negras... Me retiro”, publicó Alberto Letelier en Instagram y el testimonio personal no pasó inadvertido al momento de anunciar el retiro del fútbol con sólo 21 años. El canterano de O’Higgins, quien también pasó por Santa Cruz y Linares y fue parte de la Roja 20, abandonó la actividad después de no encontrar club para 2025 y conversó con AS.
“Estoy con sentimientos encontrados, porque no es fácil decir adiós. Vengo desde la Sub 8 en el club. He pasado muchas cosas y uno siempre tiene que hablar con base. No me retiro porque quiero, sino que cuando fui creciendo me di cuenta de muchas cosas. Hay un montón de situaciones que uno no puede controlar y que te hacen perder la motivación”, manifestó Letelier.
- Usted publicó en redes sociales que le cortaron las alas, ¿qué fue lo que pasó?
- Subí al plantel con 16 años, como sparring y a entrenar y todo eso. Entonces, yo pedí una oportunidad como la habían tenido algunos muchachos que estaban jugando. A mí siempre me dijeron que tenía que destacar para tener la oportunidad y yo creo que lo hice. Fui reconocido en el fútbol joven y pedí jugar. Hablé con la gente de O’Higgins y me dijeron que me faltaba físico, pero sólo tenía 16 años, y ese aspecto lo iba a mejorar jugando.
- ¿Qué le pasó después en la Selección Sub 20?
- Fue otra situación extraña. Había participando en todos los microciclos durante dos años y una semana antes de la nómina final quedé fuera. Ya teníamos todo listo, los números de las camisetas, las fotos y todo. Volví a O’Higgins con una tristeza muy grande, pero empecé a jugar de nuevo y me fue bien. Incluso, tuve la posibilidad de ir a Everton, pero al final tuve que partir a Santa Cruz, en la B.

- ¿Cómo le fue ahí?
- Jugué todo el primer semestre y después no. En ese tiempo, me manejaba (Fernando) Felicevich y ellos me dijeron que, con la temporada que había hecho, no me iba a faltar club el próximo año. Entonces, tuve que volver a O’Higgins cuando estaba (Juan Manuel) Azconzábal en la pretemporada. Me tocó la sorpresa de que al profe le gustó mucho mi juego y me dijo “¿Loco, por qué te fuiste? Conmigo habrías jugado todo”. Los muchachos también me decían que me veía bien, que había vuelto distinto del préstamo. Sin embargo, me informaron después que no iba a jugar en el club y que me tenía que buscar equipo.
- ¿Qué hizo?
- En un momento pensé en retirarme. Venía con el tema de la Selección (Sub 20) en que me cortaron a último minuto. Me llamó Eduardo Lobos, que entonces era el técnico de Linares, y al comienzo le dije que no. Después, me dijeron en O’Higgins que me iban a bajar a la juvenil y ahí no entendí nada. Al final, acepté y después decidí irme a Linares para vivir esa experiencia en Segunda División.
- Llegó a una categoría muy distinta...
- Fue difícil, porque era otra competición, otro estilo de juego. Me acuerdo que llegué el primer día y no tenía ni para comer. Llamé a mi familia y le dije ‘no sé qué hago acá’. Los muchachos me recibieron bien, nos íbamos caminando a los entrenamientos y en los primeros días estuvimos en una residencial. Jugué unos seis o siete partidos y después me enfermé. Estuve vomitando y llegué a pesar 54 kilos y con ese peso no se puede hacer nada. Además, tuve unos problemas familiares y llamé para volver a O’Higgins. Al final, regresé a la juvenil, pero tuve que acortar el contrato que tenía hasta este año, fue la condición que me pusieron.