“No quedé conforme con mi paso por Chile, podía haber rendido más... Tengo un gran recuerdo del país”

En la primera parte de su charla con AS Chile, Walter Ibáñez habló sobre vida actual como representante de jugadores en Uruguay, actividad que empezó luego de retirarse del fútbol en 2019.

Ahora, el ex central de Universidad Católica recuerda los días que vivió en los Cruzados, donde incluso tuvo una jornada brillante ante Colo Colo, en el clásico de 2015 en el Estadio Monumental, con gol incluido.

- ¿Qué recuerdo tiene de ese partido?

- ¡Divino! Me acuerdo que fue en el estadio de Colo Colo muy temprano por temas de seguridad. No había muchos hinchas de Católica ese día porque no nos habían dado toda la tribuna. Se pintaba un clásico lindo, con jugadores pesadísimos del medio, y todo lo que abarcaba ese clásico más que nada por el tema de la punta que no estábamos jugando.

- Tuvo un gran desafío esa tarde...

- ¡Sí! Tuvimos un lindo duelo con (Esteban) Paredes, que era el delantero de Colo Colo en ese momento. Yo sabía que no lo podía dejar dar vuelta, porque en la primera me iba a clavar, era la realidad. Además, andaba fino, era de esos jugadores diferentes y muy vivo. Metía los brazos, el cuerpo y si te comías los mocos, te clavaba. Era el goleador del campeonato. No me acuerdo si hubo cruce de palabras, pero roce seguro. Él me pegó a mí y yo le pegué a él, como tiene que ser (ríe).

- Anotó en ese partido. ¿Qué significó para usted?

- Un momento muy lindo. Cuando se dio el gol, me puse muy contento porque es un clásico y eso es lo lindo que te deja el fútbol, porque gracias a momentos como ese tienes la chance a futuro de hablar de esos partidos.

- ¿Cómo fue esa semana previa al partido?

- Recuerdo que estábamos peleando la punta, entonces en la semana se sentía la importancia de lo que nos íbamos a jugar, el contexto era importante. Ya mismo después del partido la hinchada de Colo Colo nos sacó a las piedrazos de la cancha, fue terrible (ríe).

“Me quedé con ese sabor de que si me aguantaban quizás un poquito más, yo podría podría brindarle lo que ellos necesitaban de mí”

- Lo llevo a su etapa completa en la UC. ¿Quedó conforme con el rendimiento que mostró?

- No, la verdad que quedé con la sensación de que podía haber rendido más, te soy sincero. Me costó un poquito agarrar el ritmo en principio, pero me quedé con ese sabor de que si me aguantaban quizás un poquito más, yo podría podría brindarle lo que ellos necesitaban de mí en ese momento. El fútbol no te espera y más cuando estás en un equipo importante.

- ¿Y eso pasó por un tema mental, físico o por cómo era la liga chilena?

- Yo venía de Perú donde había sufrido una lesión que después me pasó la cuenta en Chile. Después, en Católica me saqué el hombro en una jugada, por lo que a partir de ahí tuve que jugar con una camiseta que me sujetaba el hombro. No podía saltar prácticamente, porque era casi imposible usar los brazos para impulsarme. Jugaba condicionado, pero muchas veces la gente no sabe eso. Juegas infiltrado, lesionado, con gripe, con lo que sea, pero siempre quieres estar.

- ¿Qué recuerdo le quedó del país?

- Espectacular, tengo un gran recuerdo de Chile. Hace unos días hablaba con un amigo que había ido hace poco y me decía que era espectacular. Santiago era muy ordenado en el año que estuve, me imagino que debe seguir así. Conocí Valle Nevado, Viña del Mar, fuimos a un viñedo también una vez y todo era espectacular. La experiencia que tuve ahí a nivel de convivencia con mi familia fue buenísima.

- ¿Alguna comida o bebida chilena que recuerde con cariño?

- Tomo una copa de vino chileno todos los días acá en Uruguay, para que te hagas una idea (ríe). En este tiempo se disfruta al lado de una estufita y con una buena carne.