Entrevista AS
“Nos conocimos en Chile, cuando él estaba en el club, y en México tuvimos un hijo y nos casamos”
“Yo le tengo un cariño muy especial a San Luis, porque mi papá jugó ahí, pero mi marido sueña con volver a Everton”, cuenta.
Esta semana, en Qatar se disputó la Copa Intercontinental y hubo una chilena presenciando el evento: se trata de Katty Pérez, esposa de Carlos Moreno, arquero titular del Pachuca. El equipo llegó hasta la final del certamen, tras eliminar a Botafogo y Al Ahly. Sin embargo, en la definición no pudo contra el Real Madrid.
La historia de Pérez y Moreno comenzó en Chile, cuando el portero mexicano era parte de Everton de Viña del Mar. Ahí estuvo entre 2017 y 2019, y disputó tres encuentros. “Nos conocimos por una pareja de amigos. Yo era amiga de ella y Carlos, de él, que era su compañero en el club. Coincidimos en una reunión y ahí se las dieron de cupidos con nosotros y bueno, funcionó”, cuenta Katty en diálogo con AS.
- ¿Cómo siguió todo?
- Bueno, empezamos como amigos. Él era detallista, caballero, y muy a la antigua, como es generalmente el mexicano. Me invitaba al cine, a almorzar, y ya después de un tiempo empezamos a pololear. Cuando llevábamos dos años de relación, nos fuimos a México, y después, al año, tuvimos a nuestro hijo Máximo, que el 7 de diciembre cumplió cuatro años. Estamos felices con su llegada.
- Entiendo que Carlos y usted están casados...
- Sí, cuando Máximo tenía dos años, nos casamos por el civil en México. Fue algo con la familia de él, con la mía, y estuvo muy bonito.
- ¿Qué opina de la semana que tuvo Carlos en la Copa Intercontinental?
- La verdad es que fue increíble y maravillosa. Estoy tremendamente orgullosa de él. He sido testigo de todo su esfuerzo y siempre tuve la fe de que podían lograr grandes cosas. Hicieron historia en México... Para mí, esto ha sido un sueño y estamos tremendamente agradecidos de Dios por haber vivido esta experiencia.
- ¿Le ha traspasado alguna costumbre chilena a Carlos?
- Él ya sabe muchos dichos y palabras chilenas, porque vivió casi tres años en el país. Entonces, aprendió de los amigos y los compañeros (ríe). Y costumbres, así como en la casa, bueno... Antes no tomaba té y ahora lo hace a diario. A veces también toma once, algo que en México no pasa, porque allá cenan. Pero sí, a veces lo hago tomar once, porque eso de comer pancito a mí no se me quita (ríe), como buena chilena.
- ¿Han pensado en volver al fútbol chileno? ¿A usted le gusta algún equipo en el país, así como para recomendarle?
- Bueno, la verdad es que yo le tengo un cariño muy especial a San Luis de Quillota, porque mi papá (Fernando Pérez Droguett) jugó muchos años ahí. Incluso, hubo una época en que también fue capitán, pero sí, gracias a Everton nosotros nos conocimos y pudimos formar una familia. Entonces, Carlos le tiene un cariño muy grande a Everton, y si nosotros regresáramos a Chile, su sueño sería jugar ahí.