Pasó de la B a Colo Colo en un fichaje sorpresa: “Jugué más que quienes llegaron como figuras”

Rodrigo Riquelme se quedó a vivir en Talca, donde reside junto a su esposa y sus dos hijos chilenos. Por cerca de 20 años, el paraguayo fue un actor destacado tanto en Primera División como el Ascenso. Actuó en Rangers, Curicó, San Luis, Antofagasta, Santiago Wanderers y Colo Colo, club al que llegó tras un sorpresivo fichaje, pues pasó de la segunda categoría al club más ganador del país. Riquelme conversó con AS para contar qué ha sido de su vida tras el retiro en 2019 y rememorar su etapa en el Cacique.

“Colo Colo fue el peak de mi carrera en cuanto a los equipos en que jugué, por los desafíos. Me acuerdo que llegué y se dijeron cosas como… ‘mándenlo a préstamo, que no se quede, no va a jugar’. Yo llegué y, dentro de todo, jugué más que algunos que llegaron como figuras. Fue un paso importante, por la institución, por la experiencia. Ahí, al final un partido vale por 10, por todo lo que se genera alrededor”, manifiesta el guaraní, quien está cerca de terminar los estudios de Técnico de Fútbol y encabeza varios proyectos deportivos en Talca.

“Como jugador, yo creo que lo mejor fue en Palestino en cuanto al rendimiento, la continuidad, en cuanto a todo. Fui parte de un grupo que hizo grandes cosas en Palestino. Fui uno de los capitanes junto con Felipe (Núñez) y el ‘Kuki’ (César Henríquez). Agarré una continuidad que es lo que uno muchas veces busca en el fútbol. No es fácil, cuesta bastante”, agrega Riquelme, de 38 años.

- ¿Otra etapa en su trayectoria que tenga un significado especial?

- Tengo la sensación de que en cada equipo viví etapas lindas. Claro, uno siempre piensa jugué más o menos en tal equipo, pero esto es así. Por ejemplo, en mi última etapa en San Luis tuve algunas lesiones musculares y me pasó algo llamativo: mis compañeros me consideraron bastante para muchas cosas. Eso te hace sentir importante dentro de un plantel. Igual, noté que fui aporte pese a las lesiones. Esas cosas al final son las que te van marcando.

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- ¿Qué tal sus años en Wanderers y Antofagasta?

- En Wanderers también tuve una etapa muy linda, es un club con una gran hinchada. A Antofagasta llegué y al equipo lo daban por descendido. Nos salvamos y después entramos a la liguilla y estuvimos cerca de llegar a una Copa Sudamericana con Beñat (San José). El mismo técnico en ese momento me dijo que era la última opción dentro de las seis que tenía y, a la quinta fecha de que dijo eso, terminé siendo el capitán del equipo y pilar dentro de la campaña que hicimos. Esas cosas son las que te van marcando.

- Se le identifica harto también con Curicó…

- Recuerdo que una vez un técnico me dijo que no tenía la capacidad ni las condiciones para estar en Primera División y no me tenía considerado para la siguiente temporada. En ese período, después llegué a Curicó. Fiché en la tercera fecha y a la quinta estaba debutando con un gol. Después hicimos la campaña histórica del primer ascenso a Primera División. Más tarde tocó también ser parte del segundo ascenso del club y hasta hoy está en Primera. Si uno saca conclusiones a la rápida, todos los equipos me han marcado mucho.

- ¿El saldo es favorable?

- Lo que pasa es que, a veces la gente me dice ‘te apuraste en ir a Colo Colo’. En ese año, llegar de Segunda División, de un equipo como Curicó, directamente a Colo Colo, era casi imposible. Hoy, por el tema de que hay muchos representantes y promueven a los jugadores con videos y otras cosas, todo cambió mucho. Me siento un poco pionero en ese sentido y esas son las cosas que te dejan. Otros te dicen ‘podrías haber jugado en la selección de tu país’, pero a la larga ni a Messi lo dejan tranquilo con todas las copas que tiene, imagínate qué pasa con uno que no le llega ni a los talones. Finalmente, queda la satisfacción de uno. A todos nos hubiera gustado hacer un carrera como la de Sánchez o Vidal, haber jugado tanto como Paredes, pero son etapas que uno va viviendo.

- ¿Qué mirada finalmente posee en torno a sus años en el fútbol chileno?

- Mira, siempre he dicho que el hecho de que yo haya llegado a ser futbolista, si normalmente son de 1 a 1.000, en mi caso era 1 a 100.000. Por la lejanía de mi ciudad natal (Colonia de la Virginidad) con otras donde había fútbol profesional, el fútbol estaba muy alejado. Hasta los 16 ó 17 años, lo más cerca que tuve un equipo profesional fue a 100 ó 150 kilómetros. No había redes sociales, no había Internet, nada. Haber superado esa barrera me enorgullece un poco, aunque para mucha gente uno no hizo nada. Sin embargo, cada uno mira la balanza de distinta manera. Tuve una posibilidad, la tomé, la aproveché a mi modo y me siento muy orgulloso de lo que he hecho, especialmente acá en Chile.