Entrevista AS

Pasó por la U, lleva años en el extranjero y no ha debutado en Chile: “Espero una posibilidad acá”

El mediocampista nacional construyó su carrera en Ecuador y Bolivia. “Afuera es duro, complicado, te exigen mucho”, expresa.

José Domínguez tiene 25 años y actúa de volante central. Para los seguidores del fútbol local, seguramente, su figura no es conocida, pero el chileno ya suma años de trayectoria en el exterior. Sin haber debutado en ninguna de las categorías profesionales, dejó el país y estuvo en Ecuador y Bolivia. Domínguez vivió de todo y, a la espera de una chance de jugar en Chile, conversó con AS.

“Partí en inferiores de la U desde siete u ocho años cuando se entrenaba en el Caracol Azul antes de pasar al CDA. Después por temas de estudio no pude seguir y me alejé bastante del fútbol. Pude sacar una carrera universitaria incluso (Ingeniería Industrial) y, en una cosa bastante random, llegué a trabajar como mimo atajando penales en una liga mixta de futbolito. Ahí, un muchacho me ofreció participar en un equipo que tenía una proyección para tercera división. De ahí pude pasar por Brisas del Maipo y después llegué a Ferroviarios”, afirmó Domínguez.

- ¿Cómo se inicia su etapa en el extranjero?

- Yo entrenaba con el profesor Francisco Sandaña, quien ya falleció, y él había hecho gran parte de su carrera en Ecuador. Gracias a sus contactos pude ir a probarme en 2020 al club Liga de Puerto Viejo, de primera división y llegué a los entrenamientos con el profe Ruben Darío Insúa (actual DT de San Lorenzo en Argentina). Como los cupos de extranjeros estaban completos, me envío al club Manta, de la Primera B. Ahí firmé por el equipo proyección del club y estuve con el profesor Francisco Tursi, pero vino el tema de la pandemia.

- ¿Qué tal lo pasó allá? Ecuador fue uno de los países más golpeador por el coronavirus.

- Fue durísimo, pasaron varias cosas. Eso de las personas muertas en la calle, que aparecía en las redes sociales fue verdad. En Guayaquil estaba complicado, costaba mucho salir a comprar, por ejemplo. Al final pude volver a Chile y, luego de un tiempo, me puse a entrenar de manera online en el club Tricolor de Paine.

- ¿Pero finalmente no se quedó en Chile?

- Volví a Ecuador, porque me llamaron de un club de la segunda división profesional, como la categoría de acá. El club fue el Real Fortaleza de Guayaquil. Firmé en 2021 y pude debutar en el profesionalismo de Ecuador. Fue una etapa muy buena, muy bonita. El fútbol allá era bastante físico, bastante fuerte. El equipo es del barrio el Guasmo, una de las zonas más complicadas de Guayaquil.

Domínguez en su etapa en Ecuador.

- ¿Fue complicada la vida ahí?

- Nosotros entrenábamos en el Batallón, una zona complicada. Se escuchaban disparos, era duro. Sin embargo, yo no estaba hospedado en esa zona, a veces tenía que llegar en el transporte público y eso era como lo más pesado. Fue una experiencia fuerte, pero deportivamente me fue bien, porque nos clasificamos a la segunda etapa de los playoffs. Cuando terminó el 2021, me vine de vuelta a Chile.

- Pero de ahí llega a Bolivia…

- No, vuelvo a Ecuador por unos menos. Me llamó el profe Francisco Tursi, porque había tomado la gerencia deportiva de un club que se llama Barracuda FC. Era una zona distinta y fue una experiencia más bonita, porque había bonitas playas. El equipo tenía aspiraciones, pero después Francisco dejó la gerencia deportiva y dejaron de llegarle recursos al club. Entonces, dejé el club y estuve entrenando con el plantel del Delfín, ya que Francisco Tursi estaba ahora en ese club. Fue muy grata la experiencia en Ecuador, tengo muchos amigos allá.

- ¿Eso fue también en la segunda profesional ecuatoriana y entonces pasa a la B de Bolivia?

- Sí, me llamó un entrenador que se llama Marcelo Cirelli, yo había jugado contra él cuando estuve en Barracuda. Y me fui al San Lorenzo FC de la Amazonia boliviana, que juega en la Primera B de allá. Este año fue bueno allá, logramos clasificar por primera vez a la segunda fase de la categoría.

- Jugó en una zona limítrofe con Brasil…

- Era difícil el clima, nos tocaba jugar con más de 40 grados de calor y mucha humedad. Nosotros entrenábamos a la una de la tarde o muy temprano en la mañana para evitar el calor. La temperatura a veces llegaba a 47 grados, era muy difícil.

- ¿Qué quiere hacer hora?

- Me gustaría jugar en Chile. Nunca me han dado una oportunidad y es como un sueño prácticamente. Uno siempre quiere ir ascendiendo. Ahora, tengo algunas posibilidades de volver a Bolivia. Llevo tres años jugando afuera, es duro, complicado, te exigen mucho. Me han valorado afuera y espero que algún equipo me dé la posibilidad acá. Puede ser en Segunda División en incluso en Primera B. Lo que he logrado ha sido gracias al apoyo de mi pareja Catalina y de mis padres Hilda y Santiago.

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