Pasó por la U y Colo Colo y se retiró en silencio: “Ya no encajaba en el fútbol”

Luis Pedro Figueroa optó por lo sano en junio de 2021 y dejó el fútbol en medio de la campaña por el Ascenso con Coquimbo. Fueron 22 años de carrera los que se cortaron abrupta y silenciosamente. La historia del penquista comenzó en Universidad de Concepción, en 2002, y se extendió posteriormente a Universidad de Chile, Colo Colo, Cobreloa, Unión Española y O’Higgins, elenco con el logró el primer título nacional del club en 2014. En el exterior actuó en Argentina, Brasil y Portugal, y también sumó partidos por la Roja.

Próximo a completar un año lejos del fútbol, Figueroa dialogó con AS e hizo un balance de sus décadas de trayectoria. “A uno se le vienen recuerdos y al final me quedo con las cosas positivas. Gracias a Dios, viví momentos muy lindos en el fútbol y otros no tanto, que son la mayoría, porque muchas veces uno vive amarguras. También tuve la posibilidad de jugar afuera, así que soy un agradecido”, sostiene el ex futbolista.

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“Las experiencias vividas en esos casi 22 años fueron maravillosas. Siempre cuando uno se retira, queda con sensaciones amargas, pero yo trato de asumir que las cosas que viví en el fútbol son las que Dios me permitió vivir y lo hice a concho. Hubo momentos malos y buenos, pero al final fue una carrera que no pensé tener. A lo mejor podía haber seguido, pero decidí terminar y quedé contento”, agrega Figueroa.

- ¿En algún instante imaginó que iba a tener una trayectoria tan extensa? Además, jugó en el extranjero, en los dos grandes de Chile y tuvo pasos por la Selección.

- Uno sabe en el comienzo que tiene una condición diferente a muchos niños. Yo había pasado por pruebas en distintos clubes en la zona, pero también por temas económicos al final fue por la invitación de un amigo que llegué a la U de Concepción. Después, cuando empiezas a jugar en un plantel, piensas que es solo una elección y que aún no se ha hecho una profesión. En ese momento, la ilusión era estar con los que jugaron profesionalmente, ver los zapatos de fútbol, cosas que cuando chico uno observaba porque era fanático. Cuando se hizo realidad y empecé a tener mis contratos, siempre soñé con la posibilidad de jugar en Argentina y lo logré. Tenía el sueño también de ir a Brasil, que es un fútbol de otro mundo y maravilloso, y lo logré. Fui viendo cosas que uno no pensaba, pero sí las tuve a mano.

- ¿A nivel nacional el hito más importante son sus dos ciclos en Colo Colo con los títulos locales que logró?

- Lo que pasa es que Colo Colo es un club totalmente diferente. Una vez escuché de (Marcelo) Barticciotto decir que el que va a Colo Colo es muy difícil que no salga campeón. Entonces, no serlo era complejo, es una situación distinta a lo de otros clubes que no tienen las condiciones para armar un buen plantel y donde lograr un campeonato es algo único. Existe también la responsabilidad de estar en un equipo que es muy fuerte, está también el tema de la prensa, todos los días. Si estás mal, es complejo; si estás bien, estás arriba. Colo Colo no tiene término medio, fue una experiencia que me sirvió mucho. Me ayudó a crecer, a madurar, a perseverar. Hubo momentos complejos también, pero Dios me fortaleció y pude salir adelante en momentos o semestres que no lo pasé muy bien. Me sirvió para ganar mucha experiencia y después ayudar a chicos que pasaban por lo mismo.

- Tuvo también un paso interesante por la U. Anotó un gol en la recordada final de 2006 precisamente contra Colo Colo en el Estadio Nacional.

- Sí, fue maravilloso. La verdad es que yo estuve muchos años enganchado con el tema de la U, lamentablemente nunca pude volver después de mi primera salida. Fue una tremenda experiencia, yo siempre soy un agradecido del fútbol. A veces hay que tomar una decisión para popularmente ganar adeptos, pero a mí nunca me ha gustado eso. Yo soy un agradecido de todos los clubes que me dieron la oportunidad de jugar, de cobrar un sueldo. Siempre traté de entregar lo menor, siempre fui un profesional. La U tiene el tema de su hinchada, la pasión y lamentablemente me tocó perder finales por penales, pero lo vivido ahí fue maravilloso. Nunca voy a tener una palabra mala de la U o de sus hinchas, porque al final fue una etapa muy linda. Fue el primer club grande donde estuve, así que había demasiada presión. Sentí muchas cosas y aprendí demasiado estando ahí.

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- También materializó la posibilidad de llegar a jugar en Europa. Estuvo en Portugal, en el Olhanense.

- Fue una etapa medio compleja, aunque uno valora que las experiencias siempre sean positivas. Fue una época en que Grecia y Portugal empezaron a estar mal en sus economías. Estaba allá en Europa con mi esposa y mis dos hijos, y estábamos esperando a Lucas, el último. Estábamos como dos o tres meses impagos y empezar a tener esos problemas fue complicado. Ahí tomé la decisión de volver. Alcancé a estar como seis meses allá. El fútbol era maravilloso, las ciudades también, y me hubiese gustado seguir, pero en esas condiciones no. Al margen de que estaba en Europa y de que un buen rendimiento me hubiese permitido seguir estando allá, opté por no arriesgar a mi familia.

- ¿Recibió alguna oferta del exterior que finalmente no se concretó?

- Mira, de Argentina hubo una posibilidad, pero tampoco ahora voy a dar el nombre del club. Fue una conversación que en ese momento tuve con la gente dueña de mi pase. Entonces, tampoco lo podría mencionar concretamente. No soy de la idea de estar diciendo “mira, yo tuve una posibilidad de ir al Real Madrid” (ríe). Solamente en una conversación, me dijeron “mira, me preguntaron de un equipo grande de Argentina”. No fue más que eso, lo otro sería hablar para tirarte una frase ‘vendehumo’, no es lo que gusta. Al final, agradezco donde jugué. Si no pude estar en equipos más importantes del extranjero, es porque no tuve las condiciones o alguien no vio que las tenía.

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- ¿Siente que cerró bien su carrera con ese último año en Coquimbo? La campaña terminó con el ascenso del plantel a Primera División.

- Tomé la decisión (del retiro) porque veía que en el ambiente del fútbol ya no encajaba. Independiente de los años, yo siempre me traté de entrenar súper bien. También fui aprendiendo que, a lo mejor, ya no podía competir con los muchachos de 20 años, pero sí trabajaba para eso. Cuando sentí que no había una respuesta o de alguna u otra forma ya no estaba puesta la mirada en que yo estaba haciendo ese esfuerzo, dije “no, ya no estoy para eso”. Sabía que por la cantidad de compañeros que llegaron, de experiencia y ganadores, íbamos a subir. Hubiese sido bueno quedarme, pero yo soy de convicciones y al final tomé la decisión de salir antes. A pesar de no haber jugado mucho y entender también que era lo que tenía que vivir, me tocó tener una relación más cercana, sobre todo con la gente más joven. Tratar de orientarlos no solo en fútbol, sino que también en cosas de la vida. Para mí y para la gente que estaba en el club, entendía que esa era mi mejor inversión. Ser tozudo en ciertas cosas que no se estaban dando era mejor que no insistir. Estaba bien, me entrenaba bien, los tests físicos los hacía con los cabros jóvenes y siempre terminaba entre los cinco primeros. Nunca fue el tema eso, pero después claramente me iban desmotivando ciertas cosas que en el fútbol se han ido complicando y lo están manchando un poco. Dije ‘ya está, no voy a estar desgastando a mi familia’. Llegar a la casa amargado, o volver a intentarlo el día siguiente, cuando entiendes que las cosas no están como antes. Así que dije que había que darle punto final.

- ¿Le hubiese gustado haber estado más tiempo en la Selección o tal vez haber logrado más protagonismo?

- Yo tengo un análisis propio respecto de eso. Seguramente por mi mentalidad y personalidad, no estuve los años que pude haber estado en la Selección. Soy de la misma camada de los muchachos a los que les fue muy bien: con Claudio (Bravo) y Jorge (Valdivia), estuvimos en el Preolímpico de acá en Chile, también con (Luis) Jiménez, con (Mauricio) Pinilla. Entonces, si me hubiese mentalizado, si hubiese tenido una mentalidad más ganadora, podría haber estado mucho más tiempo. Pero seguramente no poseía la capacidad que tuvieron esos compañeros, eso de decir “vamos a ser campeones”. A lo mejor fue eso lo que afectó en algún momento. Al final, viví lo que tenía que vivir, no pienso que pudo ser mejor, pero sí creo que eso influyó en que no estuviera mucho tiempo en la Selección.