“Primera vez que me pasa en 15 años de carrera”: el conflicto que casi empaña un día histórico

Minuto 90+7′. Jeison Fuentealba patea cruzado y engaña a Ignacio González. Era el descuento final de la U ante O’Higgins, que se quedó con el triunfo por un contundente 5-2. Al ver que su remate entró al arco, el volante azul corrió a buscar el balón, pero se encontró con ‘Nacho’ que quiso evitar que el mediocampista lo tomara rápidamente. Todo quedó en un intercambio verbal que no pasó a mayores. Eso, hasta el pitazo final de Juan Sepúlveda, porque apareció Leandro Fernández.

Desde la banca, el ‘9′ de la U le recriminó al arquero su actuar en esa maniobra. La situación se puso tensa y terminó en una discusión que involucró a los dos equipos. En el caso de O’Higgins, buscaron alejar del conflicto al guardameta, mientras que el nerviosismo azul, sumado a la decepción por la goleada en contra, hizo que la frustración la trataran de descargar con el portero.

Ya con más tranquilidad, es el propio González quien le explica a AS Chile lo sucedido.

- Le pregunto por el final del partido. ¿Qué pasó con Leandro Fernández? Hubo una fuerte discusión con él...

- ¡Nooo, nada! Yo tampoco me refiero mucho a lo que pasa dentro de la cancha. Escuché un grito y más que nada por eso reaccioné así. Nunca en mi carrera me he burlado de un rival o algo así y llevo muchos años jugando. Y jamás lo haría. A modo de aclaración, no fue más que eso. Le decía eso al árbitro, por eso no amonestó ni estaba la necesidad. Es algo que por primera vez me pasa en 15 años de carrera. En el fondo son cosas que quedan ahí y aclarar eso, que nunca me voy a burlar de un rival.

- ¿Quedó todo bien?

- Sí. Siempre digo que lo que pasa en la cancha queda ahí.

“Siento que tomé una buena decisión; estoy en el lugar que quiero estar”

- Ya hablando de la actualidad de O’Higgins, ¿de qué forma lo afecta estar peleando en una posición incómoda?

- Afecta y no solo a uno, también a la familia. Ayer (domingo) la gente nos fue a dar un espaldarazo cuando íbamos saliendo de la ciudad y son cosas que no se olvidan, que quedan ahí y uno las agradece. Lo más importante es que tanto en las buenas como en las malas uno tiene que ser humilde y saber que en el fondo es un partido de fútbol. Nos duele muchísimo, O’Higgins no se merece estar en esta situación y los grandes responsables somos nosotros los jugadores, pero tenemos muchos partidos por delante para colocar al club más arriba.

- Ahora se viene un partido clave contra Copiapó...

- Más allá del partido contra Copiapó, nosotros tenemos una deuda grande en casa. Con nuestra gente debemos tener ese envión anímico para poder tener un buen resultado. Es lo que más queremos.

- ¿Encuentran una explicación de su mal rendimiento como locales?

- La verdad no sabría decirte. Son esas cosas que uno no se explica en el fútbol. Hemos rescatado puntos en canchas muy complicadas hasta con jugadores menos y de local nos ha costado.

- Si bien el momento colectivo es complejo, el hincha de O’Higgins le tomó mucho cariño en poco tiempo. ¿Cómo vive esta etapa de su carrera?

- Para mí, todo el tema con O’Higgins ha sido súper especial. Esto parte cuando antes venía a jugar para Rancagua y las palabras eran otras, no tanto de cariño (ríe), pero creo que lo que me valió mucho fue que siempre fui respetuoso. Siempre se me daba que podía hacer buenas presentaciones contra O’Higgins y cuando uno se comporta así como deportista, uno no sabe las vueltas de la vida. Ahora me toca estar acá. Antes había tenido acercamientos y se dio que ahora podía llegar y no lo dudé por lo que es el club deportivamente, el día a día, la gente que trabaja ahí y siento que tomé una buena decisión. Estoy en el lugar que quiero estar.

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