Puede ser la excepción en un año gris y lidera la lucha más difícil de un histórico de Chile

Unión Española obtuvo una victoria ante Ñublense, en Chillán, que puede ser clave en el intento de escapar del descenso. Los dirigidos por Miguel Ramírez quedaron con un jugador menos a los cuatro minutos, por la expulsión de Matías Celis, y luego caían 1-0, pero reaccionaron y al final se impusieron (2-1). Un hombre vital en la remontada fue Pablo Aránguiz, capitán hispano, quien marcó el gol del triunfo y ha logrado establecer algunos matices futbolísticos en el mal 2025 del cuadro rojo.

El volante ofensivo se consolidó como capitán de los hispanos y ya no se discute que lleve la jineta, a raíz del comportamiento adecuado en el campo de juego y los quiebres individuales al bajo desempeño colectivo. De las 22 fechas disputadas del Campeonato Nacional, Aránguiz actuó en 19 partidos y sólo se perdió tres encuentros (dos por lesión y otro por acumulación de tarjetas amarillas). Además, con el gol anotado ante Ñublense llegó a siete tantos, junto a tres asistencias, lo que deja en evidencia la fuerte influencia ofensiva.

Distintos roles

Con José Luis Sierra en la banca durante gran parte de la primer rueda, Aránguiz actuó regularmente como extremo izquierdo en el marco del sistema de juego 1-4-3-3 empleado por el DT nacional. Sólo en la derrota ante Colo Colo (4-1), el capitán hispano se desempeñó de volante ofensivo neto, detrás de Ignacio Jeraldino y por delante de los mediocampistas Agustín Nadruz y Leonardo Naranjo.

Luego de la llegada de Miguel Ramírez, la situación posicional de Aránguiz cambió en medio de las innovaciones tácticas implementadas por el nuevo DT para modificar el rumbo de juego. Entonces, el capitán hispano comenzó a actuar de volante mixto izquierdo del sistema de 1-3-5-2 y el nivel individual mejoró. Únicamente, el panorama varió en la caída 4-1 contra Universidad de Chile: se ubicó de extremo derecho, cuando Ramírez eliminó un volante y conformó un tridente en ataque.

Aporte en alza

Sorprendentemente, la campaña de Unión Española ha estado muy por debajo de lo esperado en el Santa Laura. En su etapa, Sierra realizó las innovaciones esperadas, pero el panorama siguió con las mismas deficiencias y el nivel de Aránguiz tampoco fue el que muestra en la actualidad. Después, el ciclo de Ramírez ha estado marcado también por los altibajos, aunque se aprecia una forma de juego que insinúa una mejoría, lo que eso sí no se traslada a los resultados. Esto ha coincidido con un aporte mayor del capitán en el funcionamiento ofensivo.

Más centralizado en el campo, Aránguiz ahora ejerce un rol más activo y protagonista en la construcción de juego. Su fuerte es establecer conexiones a través de la circulación del balón, con él como eje, y el rol de volante mixto resulta propicio para esto. Además, la función exige desdoblamientos constantes en ataque, para generar volumen en el área tras los avances de los carrileros por los costados, y el capitán hispano posee ‘llegada’, así que también cumple con esto.

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