Pulgar se suma a la nueva Roja
Antes de la final de la Libertadores con Flamengo, el antofagastino no estuvo en los amistosos en Rusia, pero asoma como referente del ciclo que parte. Así puede encajar.
La temporada 2025 estará marcada en la Roja por la eliminación del Mundial 2026, tercer evento global al que no asistirá. Chile terminó en el último lugar de las Eliminatorias, ratificando otra vez el mal momento del fútbol local. Pero, al menos la Selección cerró el año con dos importantes triunfos, contra el local Rusia y Perú, en el país euroasiático.
La ausencia en la convocatoria de Erick Pulgar llamó la atención antes de los último partidos amistosos de 2025. Sin embargo, el propio Nicolás Córdova explicó que “es una oportunidad para ver a otros jugadores. Erick está absolutamente consolidado, poniéndose en muy buena forma”.
“Tiene el partido más importante de clubes en Sudamérica (la final de la Copa Libertadores con Flamengo). Creemos que lo mejor era que se quedara allí, pero es un jugador absolutamente insertado en la Selección, que es muy importante para lo que viene”, agregó el DT de Chile.
Pulgar tiene un lugar asegurado en el nuevo mediocampo de la Roja por ahora y a la espera de qué va pasar con Córdova o con el nuevo DT de Chile. También en vista del gran momento futbolístico del volante, titular fijo y permanentemente destacado en Flamengo, que está a las puertas de lograr otra Libertadores. ¿Cómo encajará en la nueva correlación de fuerzas del mediocampo?
Primera propuesta
Córdova optó por dos diseños de la zona media en los amistosos, en Rusia. Primero, ante la escuadra local (triunfo por 2-0), y en el contexto del sistema de juego 1-3-4-3, el DT dispuso dos volantes centrales (Rodrigo Echeverría y Vicente Pizarro) y también de un tándem de extremos-mediocampistas (Darío Osorio y Javier Altamirano) en torno a la figura de Gonzalo Tapia, ‘9′ único en esa ocasión.
Pulgar asoma para ocupar un lugar en el doble ‘6’ propuesto por Córdova. Una situación posicional muy similar a la que actualmente vive en Flamengo, conformando la dupla de volantes centrales junto a Jorginho, en el esquema 1-4-2-3-1 del elenco brasileño. En esta labor, el antofagastino cumple como mediocampista posicional, sin grandes desplazamientos y distribuyendo el juego con el balón desde el eje del campo. Ante Rusia, principalmente Echeverría cumplió con esta misión y Pizarro tuvo más libertades para avanzar e intervenir directamente en las acciones de Construcción.
Otro diseño
Posteriormente, Córdova innovó en la propuesta posicional y táctica frente a Perú (victoria por 2-1). Chile alineó con un sistema de juego 1-4-2-1-3, aunque se mantuvo la subestructura en el medioterreno de un doble ‘6′. Sí, se modificó el contexto inmediato de los volantes centrales (Marcelino Núñez y Felipe Loyola), pues contaron sólo con un mediocampista creativo para el juego vertical y no estuvieron en Amplitud los carrileros (Fabián Hormazábal y Gabriel Suazo), como en algunos pasajes del triunfo contra los rusos.
Más allá de las variantes en los apoyos cercanos de acuerdo a la estructura posicional utilizada, la conservación de la dupla de volantes centrales ante Perú mantuvo las funcionalidades, a grandes rasgos, del partido precedente en Sochi. Por lo tanto, Pulgar puede encajar también plenamente en el segundo diseño propuesto por Córdova en el mediocampo.
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El matiz dado por la presencia de extremos que pueden iniciar las intervenciones en Amplitud favorecería un atributo individual de juego del antofagastino. Esto guarda relación con las habilitaciones a distancia, gracias al buen golpe de balón del volante de Flamengo. Pulgar establece conexiones en largo con precisión y liberando de la Presión rival, un recurso clave en la funcionalidad correcta de cualquier estructura de mediocampo.
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