“Tenemos un grupo de WhatsApp”: se formó con Bravo y Valdivia y hoy recorre el norte por trabajo

Tras retirarse debido a la amputación de un pie por el atropello del que fue víctima cuando jugaba en San Marcos de Arica, Alberto ‘Makanaky’ Godoy tuvo que reinventarse laboralmente. Recién tenía 23 años y había sido buena figura también en Copiapó y Curicó, pero hoy mira con distancia y tranquilidad ese período. Actualmente, dirige la escuela de fútbol oficial de Colo Colo en la capital de la Región de Atacama y acaba de iniciar otro proyecto deportivo en Arica. Atrás quedó su etapa formativa en el Cacique, junto a grandes figuras nacionales, y el paso por distintas divisiones del fútbol chileno.

“Tengo lindos recuerdos de Colo Colo, fue una generación muy ganadora del club. De hecho, en las oficinas de cadetes hay un cuadro de nosotros, porque ha sido una de las mejores generaciones que ha pasado por el club. Dentro de ese grupo estaba Claudio Bravo, quien todavía es el capitán de la Selección chilena. Hasta el día de hoy conversamos, tenemos un grupo de WhatsApp de todos los ex compañeros. Estaba Jorge Valdivia, (Gonzalo) Fierro, (Miguel) Aceval, todos eran nuestro equipo. Fuimos campeones en Japón en un torneo con Hugo González como técnico. Ganamos todo, fuimos a Italia e hicimos muchas giras, nos fue bastante bien. Los más chicos que venían detrás de nosotros eran Arturo Vidal, Mati Fernández, por nombrar a los más conocidos”, cuenta Godoy as AS.

- Ese grupo es conocido como la ‘generación de la quiebra’, porque coincide con esa etapa del club…

- Sí, justo nos tocó a los que éramos de región tener que salir a préstamo y quedaron ahí luchando los que eran de Santiago. Eso afecto un poco mi carrera en el sentido de no seguir en Colo Colo. Entonces partí a préstamo a Copiapó, como yo era de acá. Después, volví estuve en el plantel con (Ricardo) Dabrowski y (Jaime) Pizarro como técnicos. Estuve en la presentación de la noche alba del 2004 y me quise quedar, pero mi señora quedó embarazada de nuestro primer hijo y tuve que generar más dinero. No me alcanzaba el sueldo de juvenil.

- ¿Qué hizo entonces?

- Me fui a préstamo a Antofagasta, que entonces estaba en la Primera B. En el club jugué y después anduve por diferentes clubes. Volví de nuevo a Colo Colo y otra vez me vine a préstamo a Copiapó. A mediados de año hubo una crisis en el club y partí a Curicó, y pudimos conseguir de Tercera a Segunda, lo que fue el primer ascenso al fútbol del club, el año 2005.

- Luego de eso inicia su etapa final en el fútbol en San Marcos, en Arica…

- Me fui para allá más que todo por un tema familiar, mi señora es de Arica y decidí ir a jugar para allá. También estaba el desafío de subir el profesionalismo, ya venía se subir con Curicó. También elegía los clubes por un tema económico también, era un jugador destacado en ese nivel y me pagaban bien. Ese era el objetivo para ir a Arica y justo sucedió lo del accidente.

DT en Copiapó

Godoy también contó a AS que “hace 10 años que soy el director de la escuela de fútbol oficial de Colo Colo en Copiapó. Tenemos una cantidad de niños importantes y otra generación que pasó. Los chicos están con nosotros desde los siete años hasta los 15, generalmente. Tenemos algunos muchachos jugando en cadetes a nivel nacional, en Colo Colo, Católica, U de Conce, Coquimbo, en distintos clubes. Nuestro objetivo principal no es ese, pero si llegan muchachos con condiciones, obviamente los proyectamos con la opción de ir a buscar en el fútbol profesional una opción mejor para ellos. Vamos más por la formación de personas y los muchachos se llevan un gran recuerdo.

- ¿En el ámbito laboral solo se dedica a eso o tiene también otras actividades?

- No solo a eso. Soy entrenador de fútbol, después del accidente Harold Mayne Nicholls me dio una beca para estudiar en el Inaf, aproveché de hacerlo. Después, Colo Colo me dio el cargo de directo acá en Copiapó. Eso hago acá, pero estoy iniciando otro proyecto en Arica, se llama ‘Academia Formativa Futbolistas por un Sueño’.

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- ¿Cómo lo hace? ¿Viaja todas las semanas desde Copiapó?

- Sí, acá entreno con la escuela los días lunes y miércoles, además tengo mi cuerpo técnico, el proyecto acá está más armado. Quedan los profesores a cargo, con mi hermano que es mi mano derecha, cuando me toca viajar para estar allá viernes y sábado. En Arica llevamos dos meses y va avanzando bien. En eso estoy, me dedico más que todo a trabajar con niños entre los 4 y 17 años.

- ¿Posee un lazo especial con la ciudad? ¿San Marcos fue su último club antes del accidente que lo obligó a dejar el fútbol?

- El cariño está siempre. La gente de allá, cuando estoy allá, me muestra un cariño especial. De repente he ido a torneos a otras ciudades y, cuando me encuentro con gente de Arica, siempre está el cariño, recuerdan siempre mi nombre. Siento que dejé una huella ahí, en ese tiempo andaba bien. Era goleador y la gente siempre lo recuerda, aunque tuve ese accidente fatídico que me llevó a dejar mi carrera. Pero, todas las cosas pasan por algo, ahora estoy dentro del fútbol y eso me alegra mucho.