ENTREVISTA AS

Se formó en la UC y hoy juega en Europa: “No vuelvo más a Chile; allá vivo cien mil veces mejor”

“Me gusta mucho más el estilo de vida que hay allá... No tengo una vida de lujo para comprar autos o ese tipo de cosas, pero llevo una vida normal”, señaló.

Juan José Soriano (26) ha tenido una trayectoria atípica. Luego de formarse en Universidad Católica, jugar un Mundial Sub 17 con la Roja y pasar por Primera B, decidió dar el salto e irse al extranjero. Primero fue campeón en Puerto Rico y después se fue a Italia, país donde jugó en la última temporada. Ahora, de vacaciones en Chile, el defensor conversó con As y repasó su carrera.

“Tengo lindos recuerdos de esa etapa en la UC, aunque con un poquito de rencor porque no me subieron nunca al plantel profesional (risas). Igual yo tenía claro que no le iba a quitar el puesto al ‘Pancho’ (Francisco Sierralta) que era un año mayor, ni tampoco a Guillermo Maripán. Era una competencia difícil, pero nunca me tomaron en cuenta para ser parte del equipo”, señaló.

Además, en esa época hubo un episodio que marcó y que frenó su despegue. Protagonizó un accidente de tránsito y fue detenido en estado de ebriedad. “Yo asumo mi responsabilidad, era inmaduro, tenía solo 19 años, pero siento que me cerraron las puertas de forma muy fea en Chile. Tengo claro que fue una embarrada tremenda, pero después de eso la vida sigue”, confesó.

-¿Cómo surgió la posibilidad de salir de Chile?

- Después de ese problema que tuve en 2019 me costó mucho volver a reinsertarme en el fútbol chileno. Pese a que tuve pasos por equipos como Ovalle, Colchagua, Trasandino y Barnechea, sentía que estaba mufado en Chile. Lo del accidente creo que me cerró muchas puertas y en ese momento que terminé contrato con Barnechea dije ‘si no juego fuera de Chile, me retiro’. Estaba superado mentalmente y mi familia también. Entonces empecé a buscar opciones para salir y encontré a un chico argentino que me dio un contacto en la Primera División de Puerto Rico. Lo primero que pensé es si se jugaba fútbol allá (risas), pero hablé con la directiva y el club (Metropolitan) se veía súper profesional, así que tomé esa propuesta.

- ¿Cómo era la vida allá?

- La experiencia estuvo linda. Pudimos ser campeones en un fútbol que cada vez se está profesionalizando más. Es un lugar que uno escoge como de vacaciones, por las playas paradisíacas, pero al final uno va a trabajar. Me acuerdo que entrenábamos a las 20 horas por el calor y en ese sentido el reloj humano se me cambiaba completamente. Los ratos libres sí aprovechaba de ir a la playa y disfrutar un poquito más.

- Posterior a eso vino la llegada a Europa...

- Sí, luego de esa temporada en Puerto Rico me salió lo de España y llegué al Azuqueca de la Tercera División. Ahí tuve una experiencia extraña, ya que el equipo se portó mal conmigo y no lo pasé muy bien. Yo disputé la Concacaf en Puerto Rico y al día siguiente estaba viajando a España y tuve la mala fortuna de lesionarme en la primera semana por el nulo descanso que tuve. El club se enojó en ese momento conmigo porque pensó que yo había llegado lesionado y me pusieron muchos problemas para recuperarme. Por suerte, después me salió lo del Ginosa de Italia, que es de la quinta división y ahí sí que la vida me cambió completamente.

Sus deseos de quedarse en Europa: “Me gusta mucho más el estilo de vida con el que se vive allá”

- ¿Se puede vivir jugando en este tipo de categorías fuera de Chile?

- Acá los contratos, al menos lo que me ha tocado a mí al ser extranjero, me incluyen una vivienda. Eso me permite vivir bien con el sueldo que recibo. Puedo salir con mi polola e irme de paseo. No tengo una vida de lujo para comprar autos o ese tipo de cosas, pero llevo una vida normal.

- ¿Piensa en volver al país en algún momento?

- Honestamente, no vuelvo más a Chile. El único apego que tengo es mi familia, pero por lo que me pasó con el accidente siento que tengo las puertas cerradas. Aparte lo analizo y la vida que tengo en Europa es cien mil veces más linda. Mi polola es italiana, tiene a toda su familia allá y eso igual influye. Me gusta mucho más el estilo de vida y la mentalidad con la que se vive allá, todo es mucho más relajado, se trabaja para vivir bien y feliz. Se prioriza más una salida a comer que quedarse cuatro horas más en el trabajo. En ese sentido, las relaciones humanas son muy importantes y eso me gusta harto.

- ¿Cuáles son sus objetivos en los próximos años en el fútbol?

- El sueño de poder llegar a un Inter de Milán o a un Real Madrid no me lo quita nadie, a pesar de que van pasando los años. Mi idea ahora era subir de categoría, pero por una cuestión de contrato no me convenía dar ese salto. Igual si veo que no me da para cumplir esas metas, buscaré otras opciones en ligas del Medio Oriente, o en países como Japón o China.

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