ENTREVISTA AS
Se nacionalizó chileno, sobrevivió al terremoto del 2010 y hoy es goleador en Portugal: “Le dije a Berizzo que me llamara”
Arribó a Chile cuando tenía cinco años. Estuvo a prueba en la UC, casi ficha por Naval, pero el 27-F cambió todo. En AS relata su historia.
Romer Alegría (29) arribó a Chile cuando solo tenía cinco años. Llegó a Maipú desde Cali donde comenzó a crecer mientras su pasión por el fútbol también aumentaba.
Alegría inició su carrera en una escuela de fútbol de Magallanes en El Peral, hasta que apareció en su vida la Universidad Católica, donde estuvo a prueba durante poco más de medio año.
“Fue en 2007. Coincidí con Matías Jadue, Claudio Santis, que es muy amigo mío, y Camilo Peña, que jugaba muy bien. De esa generación salieron varios al fútbol profesional”, recuerda en diálogo con AS Chile el atacante que coincidió con Eduardo Berizzo el pasado lunes en Portugal.
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También pasó por Naval de Talcahuano y, cuando regresó de Europa para pasar sus vacaciones, también se entrenó en el Sifup en 2019. “Iba a fichar por Naval, pero lamentablemente pasó lo del terremoto y todo se acabó. Me tuve que ir a Panamá”, cuenta.
El duro recuerdo del 27 F
La madrugada del 27 de febrero de 2010 marcó a Romer Alegría. Mientras estaba en Concepción, le tocó vivir lejos de su madre el terremoto que destruyó gran parte del país. El delantero recuerda aquel día como si hubiese sido uno reciente.
“¡Ufff! Fue muy difícil. Yo estaba en la casa de Samuel Silva (histórico utilero de Deportes Concepción), y pasé esos días de angustia, de terror, porque fueron muy duros. Después pude llegar a mi casa, porque mi mamá vivía en Santiago”, dice.
- ¿Le tocó estar incomunicado en esos días?
- Sí, sí. Incluso llegué a mi casa después de seis días. Imagínate la angustia que tenía mi madre. Me acuerdo que me llevó Manuel Magaña (ex jugador de Deportes Concepción) y fue una odisea, porque no se podía pasar. Cuando llegué y ver a mi madre llorar fue algo muy fuerte. Me marcó mucho.
- ¿Tiene recuerdo del momento exacto del terremoto?
- ¡Sí! Yo estaba viendo el Festival de Viña y se había presentado Ricardo Arjona. Yo vivía en Valle Nonguén, al lado del zoológico de Concepción. Y una o dos horas antes, los animales comenzaron a llorar muy fuerte y nosotros no le prestamos mucha atención. Ya cuando comenzó a temblar... ¡ufff! Eso fue... yo te puedo decir que quedé paralizado. Solo pensaba en mi madre. Cuando reaccioné, eran las seis de la mañana y todo el mundo estaba en la calle. A mí me sacaron de ahí. Fue terrible. Ver gente muerta, los puentes destruidos, es un recuerdo muy triste.
Los sueños de Romer Alegría
Con 29 años, Alegría tiene un gran objetivo: volver a jugar en Primera División. Ya lleva varias temporadas en Portugal, donde ha sido goleador en Tercera División: “Yo estaba jugando en la Primera División de Malta y un empresario me trajo a Varzim, pero lamentablemente las cosas no se dieron, vine a las divisiones de abajo y ya llevo cuatro años acá”.
“El fútbol es mucho más físico, más fuerte, rudo. Si tienes el balón más de un segundo, te van a cortar las piernas (ríe). Yo siempre fui extremo izquierdo, pero al llegar a Europa comencé a ser ‘9′. Al comienzo me costó esa transición”, dice el delantero.
“He luchado mucho por eso. Yo estuve en Nicaragua, en Malta donde tuve mi primer contrato profesional, y desde que llegué a Portugal ha sido difícil escalar, aunque he tenido buenos números. La temporada pasada marqué 10 goles y di cuatro asistencias en 25 partidos. Quiero jugar más arriba, es mi enfoque este año”, dice.
- ¿Económicamente es viable jugar en la Tercera División de Portugal?
- Sí. Obviamente no hay comparación con un jugador de Primera, pero se vive tranquilo. Portugal es un país económico y la verdad que se vive bien. ¿El idioma? Eu ja falo portugues (ríe).
- Se encontró con Berizzo cuando él estaba viendo a Juan Delgado. ¿Qué le dijo?
- Le dije que me llamara a la Roja (ríe). Me preguntó dónde estaba jugando. Le respondí que estaba dos categorías más abajo y me dice en forma de broma: ‘Tienes que jugar en Primera’ (ríe).