Un gran paso hacia Boca Juniors

Carlos Palacios fue la gran figura no solo de Colo Colo, sino que del partido en que los albos empataron 1-1 ante River Plate, por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. El volante ofensivo marcó el gol de la paridad, durante el segundo tiempo, coronando una de las mejores actuaciones desde su llegada al Monumental, en 2023.

En la mira xeneize

La buena presentación de Palacios tuvo repercusiones en Argentina, debido a que en Boca Juniors sigue latente el interés por contar con el colocolino. Al cierre del libro de pases en el mercado de invierno, el traspaso no se concretó, porque el cuadro xeneize envío la propuesta solo minutos antes del cierre de esta etapa. Así, explicaron en Colo Colo, agregando que la posibilidad de una nueva negociación quedaba abierta para el fin de la temporada 2024.

Sin embargo, tras el empate de la noche de este martes en el Monumental, en el entorno del cuadro trasandino reaccionaron. El sitio web partidario Planeta Boca Juniors publicó que “los hinchas de Boca miraron su actuación de reojo: el delantero, que marcó el único tanto de los de Jorge Almirón en el 1-1, estuvo a nada de llegar en el último mercado de pases. Y la chance de su incorporación en el mediano plazo no está caída”.

Figura clave

Palacios fue el eje del juego ofensivo de Colo Colo contra River Plate. El balón pasó constantemente por los pies del volante ofensivo, generando asociaciones de riesgo para el cuadro rival y habilitaciones que también complicaron a la defensa de los millonarios. De esta forma, convirtió el 1-1: atacó en profundidad el espacio creado por el desmarque descendente de Javier Correa y, con una acción de control y giro, quedó frente al arco rival para anotar con un disparo dirigido al palo opuesto.

El volante seguido por Boca Juniors dirigió el ritmo de juego del Cacique en el campo contrario. Nominalmente, apareció en la formación de Jorge Almirón como extremo derecho, conformando el trío de ataque junto a Correa y Lucas Cepeda. Sin embargo, actuó de facto como el cuarto mediocampista albo por delante de Esteban Pavez, Leonardo Gil y Arturo Vidal. Con libertad absoluta para, en la etapa de creación de juego y ataque, movilizarse siempre cerca del balón.