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Colo Colo campeón

Un título con el ‘sello Quinteros’

El DT construyó un equipo de acuerdo a sus postulados de juego y tres elementos de funcionamiento colectivo resultaron clave para la corona.

Un título con el ‘sello Quinteros’
ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Colo Colo se alzó con el título del Campeonato Nacional 2022 y lo hizo con plenos merecimientos. Los dirigidos por Gustavo Quinteros consiguieron una ventaja importante en la tabla de posiciones, cuando faltaba mucho para la resolución de la temporada, y ya no hubo dudas de que terminarían festejando un nuevo cetro en el Monumental.

El gran mérito del DT radicó en la personalidad claramente definida que le otorgó al Cacique. Los albos fueron un elenco con un sello nítido, una identidad futbolística que Quinteros remarcó constantemente y que tuvo tres ejes de acción fundamentales en 2022 para obtener finalmente el trofeo.

Otro ritmo

El ritmo de elevado de juego fue una de las principales fortalezas de Colo Colo durante la temporada. En la mayoría de los partidos, el equipo de Quinteros funcionó a una velocidad superior a sus oponentes y de esta manera fue construyendo los triunfos.

Claro, la rapidez del juego tuvo que ver con la operatividad física, pero lo central radicó en la continuidad de las acciones técnico-tácticas, lo que a la larga se transformó en un aspecto incontrarrestable ante los rivales. Sobre todo en el juego por las bandas, sector del campo donde las asociaciones entre lateral y extremo fueron un recurso ofensivo de gran poder.

La zona del mediocampo también hizo su aporte. Quinteros jamás se abrió a la posibilidad de alinear un volante central y dos mediocampistas mixtos. Siempre mantuvo la estructura del doble ‘6′ y un ‘10′. No se arriesgó al escenario de una circulación del balón excesiva y sin profundidad, más bien optó por posesiones directas y eficaces en ataque, con fluidez y velocidad.

Versatilidad crucial

El diseño ofensivo de Colo Colo estuvo claro desde un comienzo e incluso ya en el primer tercio de la temporada. Fue el primer conjunto en alcanzar un funcionamiento futbolístico identificable y productivo en ataque. Muy pronto en 2022, todos sus rivales sabían cómo se movían los albos, pero el mérito del monarca estuvo en que nadie logró neutralizar su nivel de eficacia ante la portería oponente.

La organización sectorial de Quinteros, en la mayoría de las ocasiones, consistió en la presencia de tres hombres en ataque (centrodelantero y dos extremos). El volumen se acrecentaba gracias al desdoblamiento de los laterales y puntualmente del volante ofensivo. Siempre fue así y la única variante consistió, a veces, en la incorporación de un segundo centroatacante, articulando un cuarteto en la línea ofensiva.

A este funcionamiento, Quinteros fue capaz de imprimirle una versatilidad que resultó clave. Colo Colo atacó por ambos flacos, alternadamente, con profundidad y habilitaciones constantes hacia la zona de definición. No exhibió un hemisferio dominante y así para los equipos rivales fue complejo defender.

Además, el campeón logró en el eje ofensivo una trascendencia no solo liderada por Juan Martín Lucero. Claro, el argentino fue uno de los goleadores y también uno de los mejores del Cacique, pero contó con el aporte posicional, sumándose al ataque, del volante ofensivo (Leonardo Gil) y del mediocampista central con más ímpetu ofensivo (Esteban Pavez en la recta final del 2022).

Defensa a la altura

El último contenido de juego vital desarrollado por Quinteros tuvo que ver con la función defensiva. Al momento de coronarse, Colo Colo fue el equipo con menor cantidad de goles recibidos en la portería de Brayan Cortés. Un dato relevante en vista de la propuesta de control de juego y ataque constante de los albos.

El Cacique desplegó una defensa en altura, con la dupla de centrales (Maximiliano Falcón y Emiliano Amor) operando en la línea de la mitad de la cancha. Esto le permitió focalizar su accionar en el sector contrario, acrecentando las posibilidades de recuperar el balón pronto y lejos de su portería.

El eje del desarrollo defensivo alcanzado por Quinteros estuvo en la proximidad de las líneas del equipo. Los albos siempre fueron un conjunto compacto (corto y angosto), sobre todo en campo adversario, reduciendo espacios y aumentando así la eficacia de las acciones para rehacerse del balón. El campeón exhibió armonía y sincronización, con las maniobras de presión, cobertura y relevos como ejes para conservar el juego lejos de su portería.