Un viaje a los inicios del chileno que asombra a Gago: “Era muy maduro para su edad”

Las últimas semanas han sido inolvidables para Tomás Avilés. El jugador argentino-chileno de 19 años poco a poco se ha ido ganando un espacio en el primer equipo de Racing Club de Avellaneda al punto que tiene maravillado a Fernando Gago, DT del cuadro trasandino.

“Creemos que Avilés hizo tres partidos muy buenos. Me gusta y cada vez confío más en él”, comentó el entrenador luego del triunfo contra Huracán por la Liga de Fútbol Profesional.

Pero para llegar a este presente en el que ya suma 107 minutos en el primer equipo racinguista, hubo una serie de años de trabajo en silencio, con bajo perfil. Y bien lo sabe Juan Ramón Fleita, coordinador de fútbol juvenil de Racing. El ‘Lagarto’, una gloria de la ‘Academia’, vio de cerca el crecimiento del también seleccionado chileno Sub 20 en el pasado Sudamericano.

Cuando Fleita se refiere a Avilés, lo hace siempre como ‘Toto’, el sobrenombre con el que todos lo conocen en el club. “No sabemos todavía el origen del apodo (ríe). Pero casi nadie le dice ‘Tomi’ o Tomás”, bromea en diálogo con AS Chile.

La historia detrás del ascenso de Avilés en Racing

“’Toto’ desde que llegó, pudo adaptarse en el club y empezó a trabajar”, cuenta ‘Lagarto’ sobre el inicio de la aventura del argentino-chileno en Avellaneda a principios de 2020. En ese tiempo, Avilés forjó su camino que lo llevó al primer equipo y a firmar su primer contrato profesional en febrero pasado.

- ¿Cuál fue la primera impresión que tuvo de él?

- Se le notaba un chico muy inteligente a la hora de trabajar, muy serio. Eso le permitió crecer para llegar al momento que está atravesando.

- ¿Él vivió en la pensión del club o viajaba todos los días a entrenar?

- ‘Toto’ viene de Río Gallegos y vivió en la pensión (Casa Tita Mattiussi) que está pegada al estadio. El club lo contuvo y lo contiene como a todos los chicos que vienen de afuera de Buenos Aires, dándole todo lo que necesita y las herramientas para que pueda estar cómodo. El club también le da la posibilidad de ir a la escuela, que es muy importante. Hace muchos años que Racing viene realizando un trabajo muy bueno en inferiores.

- ¿Cómo era su personalidad en sus primeros años?

- Era un chico introvertido, pero se lo notaba muy inteligente y maduro para la edad que tenía. Eso, sumado a sus cualidades futbolísticas en las que fue incorporando conceptos y mejorando, lo ayudó a crecer mucho.

- ¿Sufrió los primeros años lejos de su familia? ¿Planteó en algún momento la posibilidad de volver a su ciudad?

- Él nunca manifestó ningún tipo de problema, al contrario. Es un pibe muy educado y nunca hubo algún problema con él. Se adaptó muy rápido y eso lo ayudó mucho. Tiene una mentalidad muy fuerte, cuenta con esa ventaja también.

- ¿Siempre se destacó por sus cualidades físicas y técnicas o eso lo pulió con el tiempo?

- Tenía recursos técnicos como el control y el pase. Su biotipo físico también le dio una ventaja. Después fue puliendo cuestiones técnico-tácticas para seguir perfeccionándose y crecer en su rendimiento. A medida que fueron pasando los años, lo hizo muy bien en todas las divisiones por las que fue pasando. De hecho, lo tuve conmigo en Reserva, donde debutó. Yo siempre digo que el carácter no es solo ir y trabar fuerte el balón, sino que se ve en el control del pase o la agresividad a la hora de ir a un duelo. Me pone muy contento su presente.

- Cuando trabajó directamente con usted, ¿era un jugador que demostraba su inquietud por mejorar? ¿Se acercaba a pedirle consejos?

- A pesar de ser introvertido, es un chico que tiene personalidad. ¿Por qué? Porque si bien no hablaba mucho, a la hora de trabajar, de entrenar, siempre lo hizo al ciento por ciento. Siempre manifestó ese profesionalismo, esa seriedad y ese carácter. Y no solo en los entrenamientos, sino que en los partidos y en su madurez misma como persona. Es un chico de perfil bajo, pero de hablar en la cancha. Es el típico jugador de ese estilo. Por ahí, cuando alguna cosa no le salía, preguntaba para buscar soluciones y mejorar. Es inquieto, porque quiere crecer.

- Cuando usted dice que él ‘habla en la cancha’, ¿cómo lo ve reflejado?

- Es que es un joven inteligente en todo sentido. Es muy educado, profesional, responsable y eso es por su personalidad. Todo aquello luego lo transmite en la cancha, porque puede jugar tanto de marcador central como volante central. El hecho que tenga esa versatilidad habla muy bien de él. Creo que uno juega como es en la vida. En su caso, su compromiso es gigante en todo aspecto. En Racing algo que inculcamos son los estudios y él cumple muy bien con sus responsabilidades. Reúne todas esas virtudes.