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Fútbol Chileno

Una leyenda de Cobreloa pide ayuda desde el sur de Chile: “Vivo con mi pensión de 200 mil pesos”

En redes sociales, el histórico delantero loíno contó que vive un complejo momento económico y de salud: “Pónganse una mano en el corazón y...”.

Una leyenda de Cobreloa pide ayuda desde el sur de Chile: “Vivo con mi pensión de 200 mil pesos”

El mejor momento en la historia de Cobreloa abarca las temporadas de 1981 y 1982, cuando seguidamente disputó ambas finales de la Copa Libertadores, logrando dos subcampeonatos continentales para el fútbol chileno. El uruguayo Washington Olivera fue una de las grandes figuras de la escuadra que dirigía el recordado Vicente Cantatore.

Olivera se quedó para siempre en el país y reside en Osorno. Actualmente, el también ex delantero de O’Higgins y Everton, entre otros clubes chilenos, atraviesa por un difícil momento en la ciudad de la Región de Los Lagos. Reveló su situación mediante un video dado a conocer en redes sociales.

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En la pieza audiovisual, el otrora puntero izquierdo de Cobreloa afirma que “ya me han ayudado bastante, pero tengo innumerables situaciones de vida. No estoy trabajando en estos momentos y vivo de mi pensión, que es de $200 mil y tanto mensual. Me estoy haciendo una serie de exámenes”.

“Necesito operarme de forma urgente, tengo la vesícula llena de piedras. Estoy nervioso, me tiene mal y en estos momentos no tengo ganas de salir a la calle. No me siento bien para subirme a la bicicleta y vender mi comida... Y necesito de la ayuda de ustedes cariñosamente”, agrega Oliverera.

Puntualmente, el uruguayo aclara que “yo no le estoy pidiendo que me den plata, tengo mi libro (’El Trapo, la verdad de Washington Olivera’, escrito por su sobrino, el periodista Enzo Olivera) y lo quiero vender. En este momento, necesito vender por lo menos el mínimo, unos 30 ó 40 libros. Vale 15 mil pesos cada libro. Pónganse una mano en el corazón y denme una ayuda”.

Por último, Olivera entrega su número telefónico para establecer contacto con los interesados en brindarle su ayuda. Además, cierra la grabación indicando que “si me giran la plata, les mando el libro a la dirección y el nombre con lo que quieran que les pueda mandar”.