Chile - Brasil

Una revolución en la peor crisis de Chile

La Roja se medirá contra Brasil y debe mejorar el desempeño sí o sí. Gareca sintió el golpe y puso en marcha un giro crucial.

DRAGOMIR YANKOVIC/PHOTOSPORT

Chile necesita obtener un resultado favorable ante Brasil en el cierre de la primera rueda de las Eliminatorias. El cuadro nacional ocupa el penúltimo lugar en la tabla de posiciones y la posibilidad de clasificarse al Mundial se torna muy compleja. Por esto, Ricardo Gareca apelará a un cambio sustancial en la Roja, buscando un quiebre en la baja campaña y mantener las chances vivas.

Otro sistema

Ya lo anunció Pablo Milad, presidente de la ANFP, hace algunos días. “Habrá un cambio de esquema”, dijo el directivo, adelantando la variante de hoy contra Brasil. Antes del duelo en el Nacional, Gareca ensayó varias formaciones, pero todas las pruebas se iniciaron con tres centrales en la defensa. En la etapa reciente del DT en Chile y durante sus últimos años en Perú, jamás se inclinó por esta fórmula. Sorpresa total, a raíz de la implementación de los sistemas 1-3-5-2 ó 1-3-4-3.

El cambio en la defensa implica también una variante en el mediocampo durante la fase ofensiva, a raíz de la presencia de los carrileros o laterales-volantes. En este momento del juego, el rol de los ‘externos’ adquiere una trascendencia importante. Se transforman en extremos o punteros, llegando incluso hasta la línea de meta para habilitar hacia el centro. Una funcionalidad que no ha exhibido aún la Roja y, en caso de concretarse, significaría una innovación ofensiva relevante.

La situación en la zona media solo quedará clara al inicio del encuentro en el Nacional. Gareca probó con un trío de mediocampistas (dos ‘mixtos’ y un ‘6′), pero también lo hizo con una dupla de volantes centrales y sin un hombre crativo. Esto sucedió cuando incluyó a Ulises Ortigoza entre los posibles titulares. Ahí, Darío Osorio y Víctor Dávila se ubicaron como extremos o punteros con Vargas en el centro.

La elección de Gareca

La primera organización que testeó Gareca en los entrenamientos asoma más probable, con tres mediocampistas y una dupla en ataque. En el plano internacional, es la fórmula predominante de los elencos que actúan con tres centrales y carrileros o laterales volantes. Permite mantener la subestructura de un ‘6′ y dos mediocampistas mixtos, que es el eje del esquema más empleado en la actualidad (1-4-3-3). Esto garantiza una distribución racional en la zona media en pos de lograr instantes determinantes de posesión de balón.

En la zona ofensiva, la presencia de una dupla de atacantes es también una novedad en la historia reciente de Gareca. Sobre todo en Perú, pues constantemente alineó un ‘9′ junto a dos extremos o punteros. Ya lo intentó con Vargas y Ben Brereton, ante Bolivia, pero el diseño se extinguió a los 34 minutos, cuando sustituyó al chileno-británico por Vicente Pizarro para agregar otro mediocampista y quedar con tres delanteros (Osorio, Vargas y Dávila).

A diferencia de esa oportunidad, Gareca innova con la presencia de carrileros o laterales-volantes ante Brasil. Por esto, la amplitud (anchura en ataque) se encontraría garantizada si los titulares (inicialmente Felipe Loyola y Marcelo Morales) cumplen con los desdoblamientos ofensivos requeridos. Entonces, los delanteros (Vargas y Dávila, al parecer) contarían con hombres con juego por las puntas para ellos ser habilitados. La funcionalidad no se ha apreciado antes en el ciclo del DT.

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