Una vergüenza mundial

Otra vergüenza internacional en un torneo Conmebol. Por gravísimos incidentes en Avellaneda, el duelo entre Independiente y Universidad de Chile fue suspendido cuando estaba 1-1 en el inicio del segundo tiempo.

El lanzamiento de butacas y una bomba de estruendo desde la hinchada de la U hacia la de Independiente fue uno de los motivos que generó el caos. Minutos después, y con el desalojo casi completo de los chilenos, parte de la barra de los argentinos ingresó a la tribuna visitante para golpear y robar a los 10 fanáticos de la U que quedaban en el sector. Además, un simpatizante cayó al vacío.

Lo que pasó en la cancha, fue secundario a pesar del partidazo que se jugó en la primera mitad. A los 10′, Lucas Assadi había abierto el marcador para la U, pero Santiago Montiel empató a los 27′.

El resto no hace falta analizarlo, porque el fútbol volvió a perder.