Entrevista AS

Viene de Suecia, jugó en España y emerge en el Ascenso: “Tengo la playa cerca, estoy bien”

Su abuelo fue el primero en salir de Chile tras el golpe de Estado y luego lo hizo su familia. Hoy, actúa en Antofagasta: “Hablo español, igual me cuesta un poco, pero hablo”.

La historia de Manuel Maluenda es parecida a la de otros hijos o nietos de chilenos nacidos en Suecia que llegaron al país en busca de una chance en el fútbol. La familia del lateral derecho de Antofagasta, después del golpe de Estado de 1973, paulatinamente se fue radicando en el país europeo, pero él volvió para relanzar su carrera y por qué no retornar, en algún momento, el viejo continente.

“Hablo español, igual me cuesta un poco, pero hablo. Me ayudó mucho, para hablar español, la primera vez que viajé a Chile, que fue a los 14 años”, reveló, al comienzo del diálogo con AS, el futbolista, de 20 años y nacido en Estocolmo.

“Como cualquier niño allá, en Suecia, jugué a la pelota y, a los 14 años, surgió una posibilidad de ir a O’Higgins a una prueba. Fui, me dejaron y estuve hasta la Sub 17 y, por lo tanto, hice las inferiores en O’Higgins”, agregó Maluenda, quien antes actuó en las categorías bajas del fútbol de España.

- ¿Qué pasó después?

- Volví a Suecia. Vino el tema del estallido social y después de eso vino el Covid. Con mi familia nos hablamos y quedamos en que era mejor volver, ya que sabíamos que el fútbol se iba a parar. Estuve en Suecia hasta los 18, fue como un año, un año y medio, creo. Estuve en la juvenil de un club de allá, de la cuarta división del país. También volví a estudiar, tuve una vida normal.

- ¿Ahí surge la posibilidad de ir a España?

- Sí, tuve la posibilidad de ir a Montijo. Llegué al club a través de un amigo de mi padre, que conocía a los dirigentes de Montijo. Llegué a la juvenil y después fui subiendo al primer equipo, siempre buscando la opción de jugar. El primer año no jugué, pero luego en el segundo año pude debutar con el primer equipo y todo eso. El club estaba en la cuarta división de España y jugábamos contra equipos de todos los lados, de las islas y del norte de España.

- Luego pasó a otro equipo español…

- Sí, antes de llegar a Antofagasta, estuve medio año en un equipo de al lado de Montijo, quince minutos de Montijo. Era un equipo de tercera y ellos tenían convenio con Montijo. Al final yo me fui para allá, porque el último entrenador que tuve en el club no m tenía considerado. Llegué a ese equipo y jugué todos los partidos hasta que me vine.

- ¿Cómo surge la chance de fichar en Antofagasta?

- Al profesor John Armijo (DT de Antofagasta) yo lo conocía de antes, yo lo tuve cuando pasé por O’Higgins. Mi familia con la John siempre han tenido una buena amistad. Él siempre ha sabido donde he estado jugando, en Suecia y en España, no he perdido el contacto con él. Entonces, hablé con él y vine a hacer una prueba acá, no era que venía a quedarme, ni nada. Me vine en enero y me dejaron.

- ¿Le gustaría quedarse algunos años en Chile?

- O sea… está difícil esa pregunta. Yo creo que todo jugador quiere llegar a jugar a Europa, a España, no sé… a los países grandes. A mí me gustaría hacer un año bueno acá en Chile y que sea como un trampolín para volver a España, por ejemplo.

- ¿Y a Suecia?

- La primera de Suecia es buena allá. Yo tengo a toda mi familia allá, no es una mala opción. Yo, de chico, jugué en IFBrommapojkarna, es un club relativamente grande allá, ahora está en segunda allá. De hecho, Miiko Albornoz salió de ese equipo, igual es uno de los equipos grandes, es de Estocolmo.

- Usted nació en la ciudad…

- Sí, claro. Ahora está toda mi familia allá, acá en Chile quedan muy pocos familiares. Allá están mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis hermanos, mis primos, están todos en Suecia. Después del golpe de estado (en 1973) mis abuelos fueron los primeros en partir para allá y después se fue agregando el resto. Llegaron muchos chilenos a Suecia.

“Para mí, que vengo de Suecia, el clima es muy bueno, no hace ni frío acá”.

Manuel Maluenda

- ¿Su vida se dio en una comunidad de muchos chilenos allá?

- Claro, pero también hay gente de hartos países en Suecia. Mi familia es grande y tenemos muchos amigos chilenos también. Hay equipos de fútbol que son chilenos y siempre seguíamos a la Selección. Cuando jugaba en Europa, íbamos a verla. Fuimos a Londres y cada uno aprovechaba de ir a ver los partidos.

- ¿Cómo fue su etapa en O’Higgins?

- El primer año, mi mamá y mi papá estuvieron yendo y viniendo. Se cambiaban, a veces estaba unos meses con mi mamá y otros meses con mi papá, por el tema de trabajo allá y también por mi hermano chico. Ahí, yo tenía 14 años y mi hermano tenía 10, no se podía dejar solo allá. Así estuve un año o un año y medio, más o menos, viviendo en Machalí. Después, en el último año y medio, estuve en una pensión, ahí estuve solo.

- ¿Se adaptó a la nueva vida al modo chileno?

- Sí, creo que me acostumbre rápido a Rancagua, es una ciudad bien tranquila. Lo bueno es que hice hartas amistades, pude hacer una vida normal, tranquilo. Antes había estado viniendo, pero no había vivido en el país. Se habla harto de la delincuencia y esas cosas, pero acá en Antofagasta es bien tranquilo. Conozco la ciudad y muy bien, muy tranquila, me gusta. Tengo la playa cerca, estoy bien acá Para mí, que vengo de Suecia, el clima es muy bueno, no hace ni frío acá.

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