Entrevista AS

Vivió un difícil traspié en el Ascenso y sueña en grande para el 2024: “Aprendí que...”

El DT rozó el ascenso gracias al gran desempeño de sus dirigidos, pero al final Cobreloa e Iquique terminaron en Primera. Sigue en el cargo: “El camino recorrido era el correcto”.

Para John Armijo, el fin de año en el Campeonato Ascenso no fue de acuerdo a lo esperado. Al mando de Antofagasta, el DT encabezó la tabla de posiciones en largos pasajes de la temporada y el retorno a Primera División parecía cerca. Sin embargo, finalmente el cuadro puma se despidió en la liguilla que ganó Iquique. Armijo fue confirmado al mando del plantel, de hecho ya lidera la pretemporada y conversó con AS desde la ciudad nortina.

“Es una muy buena oportunidad de mantener lo que se hizo en el torneo pasado. En los tiempos actuales, no es fácil estar en un equipo más de un año. En nuestro desarrollo como cuerpo técnico, queríamos estar en un club más de un año. En Barnechea y Melipilla había tenido continuidad, pero no habíamos podido estar dos años. Esta es la primera oportunidad en que podemos terminar un ciclo completo y empezar otro”, manifestó Armijo, de 42 años, quien también es profesor de educación física.

- ¿Va a estar difícil sí? Es complejo rearmar un equipo competitivo en la división.

- Nunca es fácil, es una competencia muy pareja. Los equipos rápidamente comienzan a armarse, se hace más difícil y duro. Si ves la lista de entrenadores, hay entrenadores que han conseguido algo, hacen jugar a sus equipos, son también equipos competitivos. Tenemos un compromiso y una responsabilidad alta.

- Pero ya tiene un trabajo avanzado, por lo hecho en 2023…

- Sí, tenemos una base de jugadores que nos permite no partir de cero. Saben y conocen el modelo de juego que nosotros queremos desarrollar. También tenemos los matices y la flexibilidad táctica que fuimos logrando como una modernización de contenidos que hicimos para poder competir. No nos cerramos a un solo esquema, somos capaces de cambiar y varias según el rival que vamos teniendo. Queremos tener dos jugadores por puesto y que compitan entre ellos para sostener cuando el equipo esté jugando bien o puedan cambiar una situación negativa. Queremos tomar lo que hizo en año pasado y plasmar, sobre los errores que tuvimos, la mejora.

- ¿Cómo evalúa la posibilidad que tuvo de seguir al mando del plantel? ¿Lo esperaba o no?

- Mira, de verdad… Viendo cómo fue el año, que en la sumatoria fue bueno, igual nos quedamos con ese sabor medio amargo de no haber podido cerrar de buena forma. Pudimos haber ganado el campeonato y no se ganó. También tuvimos la chance de llegar a la liguilla y llegamos a semifinales. Existe también una sensación positiva al final.

- ¿Cómo así?

- Se hizo un gran fútbol durante el año, se llegó a semifinales (de la liguilla) contra un gran rival (Iquique) y en algún momento de los dos partidos también lo hicimos ver mal. Por lo tanto, creemos que el camino recorrido era el correcto. Ahora que hubo detalles, claro que los hubo. Estamos conscientes de los errores que cometimos. Teníamos la ilusión de la continuidad por el trabajo que se hizo, porque igual nos llegaron algunos ofrecimientos de algunos equipos. Eso te hace pensar que vamos en el camino correcto y que las cosas no se hicieron tan mal.

- ¿De qué manera procesó la decepción por no lograr finalmente el ascenso?

- Fue un duro. Resultó placentero estar peleando los primeros ligares y estar arriba en la tabla gran parte del año, sin duda. Pero también fue complejo no encontrar respuestas rápidas para cambiar el tono en relación a lo que se venía haciendo. Contra Santa Cruz, estuvimos a cinco minutos de quedar a cinco puntos del segundo (en la tabla de posiciones). Fue en septiembre y no lo pudimos lograr.

- ¿Qué sucedió después de eso?

- Fue un antes y un después, porque el equipo empezó a tener una baja en el rendimiento. El golpe fue duro e haber perdido ese partido (ante Santa Cruz) y que los rivales después te hayan pillado en la tabla. Habíamos estado arriba un monto de rato. Siento que nos faltó un producto, no sé, en los cambios. Después vino una baja también por los lesionados, que no habíamos tenido durante el año. Hubo varias situaciones que hoy tenemos muy pendientes dentro de lo que es hoy la pretemporada.

- ¿Lo que cuenta es el resultado de su evaluación del 2023 o en esto se involucraron varias áreas del club’

- Es una evaluación que hicimos en conjunto con el cuerpo técnico y la que participaron también los directivos del club. Hubo puntos en común y gente ajena a lo mejor al fútbol, amigos en común, también nos comentaron lo mismo. Cuando hay similitudes sin conocer la parte interna, me parece que son cosas que ocurrieron realmente. En eso nos estamos enfocado, en lo negativo y en los errores, para mantener las cosas positivas y hacernos mucho más fuertes este año.

- Seguramente, las expectativas en la ciudad quedaron altas tras la buena campaña realizada…

- Lo que pasa es que los objetivos van cambiando también. El año pasado llegué el club, lo tuve que conocer a la gente que trabaja con uno en todas las áreas distintas, pero hoy sentimos que ya existe una experiencia de lo que es transmitir el mensaje de lo que uno va a hacer. La gente que trabajo con uno te conocen en tu carácter y en las formas de relacionarte con ellos. Estos es como una relación en donde dos personas ya se conocen y tenemos que buscar una progresión en lo que se está haciendo.

- A partir de lo logrado el año pasado, ¿siente que va creciendo como DT y que el 2024 será otra instancia para seguir evolucionando?

- Mira, siento que en los matices que tiene la actividad es como una ola de emociones tanto en el triunfo como en la derrota. Cuando vas madurando, uno como técnico te vas dando cuenta que la emoción no es lo más importante, no te vas quedando pegado. Situaciones erradas no te van dejando paralizado. Vas viviendo nuevamente las experiencias negativas y positivas que ya viviste y tienes un plan como para eso.

- ¿Por ejemplo?

- Mira, si perdiste un partido o te vas dando cuenta de que lo estás perdiendo porque te falta que los extremos defiendan más, por ejemplo, puedes resolver antes de que ocurra. De repente, pasó que sacábamos a dos delanteros y nos quedábamos sin respuestas ofensivas y resulta que el equipo rival te empataba. Uno siempre va aprendiendo a manejar o pilotear esta nave que es el club en la competencia misma. En este camino puedes irla llevando de una manera más segura. Son las experiencias las que van indicando la madurez en base de lo que viene. Hoy día, por ejemplo, la derrota no es tan dura, porque sabemos lo que significa. Y el triunfo tampoco tiene tanta euforia, porque sabemos que si te duermes, en el siguiente partido no tienes la capacidad de llegar a un gran nivel. Son cosas que te van haciendo un poco más seguro de tu liderazgo.

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