“Voy feliz a entrenar; siento que aquí he crecido futbolísticamente”

“En la foto aparecen los dibujos de mi hija”, dice Cristopher Toselli (33) con una sonrisa. La familia, su gran motor, es quien le dio energías antes de partir un nuevo semestre con Central Córdoba de Primera División. El lunes pasado terminó las vacaciones y regresó a Argentina, donde dialoga con AS. Aquí habla de sus primeros meses en Santiago del Estero y de los desafíos que tendrá en el resto del año.

“Me adapté rápido al fútbol argentino, sabiendo lo difícil que es y la competencia que existe. Mis compañeros, el cuerpo técnico y la gente me recibieron de gran manera y eso hizo que todo fuese más fácil”, afirma Toselli.

- ¿A nivel personal quedó conforme, entonces?

- Mi pega es atajar y lo más rescatable es mantener una regularidad en los buenos y malos momentos. Por eso creo que fue un torneo positivo. Seguramente voy a seguir cometiendo errores y espero que también siga atajando, entonces el equilibrio es el que te da un paso adelante. Obviamente no quedé tranquilo porque todo se relaciona a nivel colectivo, pero al ser mi primer campeonato, creo que fue correcto.

- ¿Cuál es su análisis en términos colectivos?

- No nos fue como nos hubiese gustado. Competimos en la gran mayoría de los partidos, pero los detalles marcan la diferencia y no sumamos los puntos necesarios para terminar tranquilos. El segundo semestre va a ser duro porque estamos peleando la parte baja. Nuestra realidad, y lo más importante, es salvarnos de la zona de descenso. Y si nos alcanza para más cosas, feliz.

A diferencia del primer semestre, el Central Córdoba ahora tendrá que enfrentar a todos los equipos de la máxima categoría. Son 27 fechas para evitar el descenso.

- Se reencontró con ex compañeros, como Lucas Pratto. ¿Qué hablaron?

- Intercambiamos camiseta otra vez, porque ya lo habíamos hecho en la Selección (2017). Hace mucho tiempo que no compartía él, pero obviamente hay un cariño por lo que vivimos en Universidad Católica. También me encontré con Felipe Campos y Leandro Benegas. Con Guillermo Soto no nos topamos, pero sí hemos hablado. Paulo Díaz estaba en el otro grupo, así que tampoco coincidimos.

- ¿Se siente valorado en Argentina?

- Siento que sí. La gente se dio cuenta que me entregaba al 100 por ciento. Los buenos partidos ayudan y yo sentía el reconocimiento cuando jugábamos de local. Lo que más buscaba era sentirme apoyado por mis compañeros y eso lo logré porque hay un respeto mutuo, que es lo más importante. Voy a entrenar feliz, lo paso bien y estoy disfrutando este momento, que es lo que uno busca siempre.

- ¿Ha crecido como jugador?

- Yo creo que sí he crecido futbolísticamente porque tengo más experiencia y es una liga competitiva. Jugué todos las fechas de la liga. Estoy contento, pero esto es día a día, entrenamiento a entrenamiento y partido a partido. Así es el fútbol y no tengo asegurada la titularidad. Es esfuerzo permanente y hay que seguir.

- ¿Por qué la liga argentina es buena?

- Internamente hay mucha competencia porque si no está uno, hay otro enseguida. Los compañeros argentinos que tuve en Chile me lo decían y es verdad. Y en el torneo, cualquier equipo le puede ganar a cualquiera. Los hechos están a la vista porque Tigre fue finalista y ascendió hace poco. También hay una pasión muy grande del hincha y uno se tiene que adaptar. Con todo eso, la experiencia ha sido increíble.

- ¿Y la experiencia en la ciudad?

- Santiago del Estero es muy tranquilo y seguro. No soy de salir mucho, pero la gente me respeta, que es lo que uno busca y que te da tranquilidad. Las personas son fanáticas del equipo, pero uno puede caminar sin problemas, no te van a molestar en la calle. El estadio es maravilloso... de primer nivel.

- Allá jugó la Roja contra Argentina.

- ¡Claro! Y además del estadio, siento que es una ciudad que va creciendo deportivamente, porque también está el MotoGP en Río Hondo. Eso la hace atractiva.

- ¿La familia se acostumbra?

- Ellos vienen y se devuelven a Chile. Como vine por un año, es complicado cambiar toda la vida que he llevado en Chile, pero cuando pueden, viajan para acá.

- ¿Extraña?

- A la familia y a los amigos, pero también estoy disfrutando acá porque me siento feliz. Me encanta Chile, pero no me puedo quejar de lo que estoy viviendo.

- ¿Esta experiencia le genera ganas de ir dando saltos a otros países?

- Yo vivo el presente. Si pienso mucho en el futuro, me genera ansiedad e incertidumbre, y eso es algo que no está en nuestras manos. Yo tengo que esforzarme día a día, rendir todos los fines de semana y después, a fin de año, evaluar. Además, aún tengo contrato con la UC y no puedo pensar más allá porque no tengo idea. Con el tiempo he aprendido que hay que disfrutar el momento actual.