“Acá en Francia, estudiar se da fácil, te abren oportunidades; eso en Chile no está pasando”

Iñaki Ayarza (24) lleva cinco años en Francia, sin embargo, este 2024 concretó su gran salto. El fullback chileno fichó por el RC Vannes (donde estará hasta 2028), cuadro que recientemente ascendió al Top 14, la primera división gala de rugby y considerada, por muchos, como la mejor liga de clubes del mundo. Así, igualará el registro de su hermano, Ramón, quien en 2019 disputó la misma competición con el Bayonne.

De hecho, fue el propio Ramón quien lo recibió en Francia, cuando Iñaki llegó en 2019. “Tuve la suerte de nunca estar realmente sólo en otro país, pero más por temas económicos que por otra cosa (ríe)”, dice el seleccionado de Los Cóndores, en diálogo con AS. Ayarza, quien destacó con la selección chilena en el Mundial de 2023, compatibiliza el alto rendimiento con los estudios. “Estoy haciendo un máster ahora”, adelanta.

- ¿Es muy complicado compaginar ambas cosas?

- La verdad, en Francia se da fácil. Te abren todas las oportunidades, porque el rugby es cien por ciento profesional. Eso en Chile no está pasando y creo que debe ser una evolución natural. Acá, en los procesos de selección, cualquier universidad está feliz de tener un deportista profesional. En Chile cada vez son más los chicos que querrán estudiar y competir a la vez, y ahí las universidades van a tener que abrirse. Acá es algo que se da naturalmente, aunque sí hay que aprender francés, eso es obligación, me costó pero se pudo sacar adelante (ríe).

- ¿Aprendió francés tomando clases o lo adquirió con el diario vivir?

- El primer año es obligatorio tomar clases, en un Centro de Formación. Aprendí lo básico, la verdad. Y, después, a los leones (ríe). Hoy hablo bien francés, pero medio informal, nunca aprendí a usar el “usted”, así que intento hacerme el simpático lo mayor posible, para que no crean que los estoy tuteando.

- A diferencia de Francia, en Chile el rugby aún no es deporte particularmente popular. Pablo Lemoine, su DT en Los Cóndores, mencionó que la idea es transformarlo en la segunda disciplina más practicada, tras el fútbol. ¿Lo ve posible?

- Cien por ciento. Yo creo que una de las cosas lindas del rugby es que, al ser un deporte de contacto, no se puede mentir el esfuerzo, tú lo estás viendo, ganes o pierdas el sacrificio está ahí. Y también que es colectivo, entonces se puede jugar con los amigos. Ahora, haber clasificado al Mundial de Francia ayudó muchísimo, nos dio piso para poder mostrarnos, nos permitió tener sponsors, que los medios hablen más de nosotros. Selknam, el primer equipo profesional del país, también abrió muchas puertas. Yo creo que sí se puede llegar a ser el segundo deporte más practicado.

- Acá, el rugby siempre se ha asociado a la élite y a las personas con más ingresos. ¿Cree que eso ha ido cambiando con el éxito que han tenido Los Cóndores, por ejemplo?

- Sí, totalmente de acuerdo. El rugby es un deporte que se practicaba, mayormente, en colegios privados, pero ahora vamos abriendo ese círculo cerrado a más personas. Hoy se están abriendo más escuelitas, hay más clubes. Que Los Cóndores juguemos en otras regiones y no solo en Santiago, también aumenta la visibilidad. Ahora, por ejemplo, estuvimos en Talca e hicimos un legacy extra, que se enfocó en un entrenamiento para niños, en la escuela del Colegio Inglés, que recién se abrió. Está cambiando el paradigma.