ENTREVISTA AS
Casi muere en un accidente y vendrá a Chile como campeón del mundo: “Nací otra vez”
Martín Di Nenno, número cinco del World Pádel Tour, será una de las estrellas del Pala Tour Fest en diciembre. En AS, habla sobre el momento que le cambió la vida.
A sus 25 años, el argentino Martín Di Nenno puede decir que es campeón del mundo, ganador de eventos del World Pádel Tour (en ese circuito hoy marcha 5°) y Premier Pádel y, además, Top 3 del ranking de la Federación Internacional de Pádel. Pero detrás de esos logros, hay una historia de superación milagrosa. Hace seis años, uno de los jugadores más carismáticos del planeta esquivó la muerte: estuvo 10 días en terapia intensiva y muchos meses sin poder caminar debido a un brutal accidente de tránsito en el que perdió a dos amigos.
“Nací otra vez a los 18 años”, dice a AS Chile una de las grandes estrellas que tendrá el Pala Tour Fest, evento que se realizará el 20 y 21 de diciembre en el Parque Bicentenario de Vitacura.
El pasado sábado, Di Nenno junto al equipo argentino lograron alzar la Copa del Mundo de Pádel que se jugó en Dubai. Lo conseguido en Emiratos Árabes Unidos fue la confirmación de un trabajo que partió desde pequeño en el complejo El Solar de sus padres Marcelo y Roxana y que se vio brutalmente frenado por un accidente de tránsito que casi le costó la vida.
De estar 10 días en terapia intensiva a ser estrella del pádel mundial: la increíble historia de Di Nenno
El 11 de enero de 2016 la vida del trasandino cambió para siempre. Di Nenno viajaba junto a Elías Estrella -número uno del pádel argentino en ese momento- y Hernán Rodríguez rumbo al Aeropuerto de Ezeiza para tomar un avión a Paraguay, donde disputaría un torneo de exhibición. Pero un choque de frente con un bus del trasporte público provocó la muerte de Estrella y Rodríguez.
Martín, en tanto, fue trasladado de urgencia a una clínica, en la que estuvo 10 días en terapia intensiva. A eso, se sumó la fractura del fémur de la pierna derecha y la fractura expuesta de la rótula de la pierna izquierda. Debido a la gravedad de las lesiones, estuvo meses sin poder caminar. Ni hablar que el pádel parecía ser cosa del pasado.
“Cuando los doctores hablaron con mis papás, le dijeron que no iba a volver a jugar nunca más”, contó en una entrevista con Diario Olé en septiembre de 2021. En ese mismo mes, ganó su primer título en la élite: el Máster de Barcelona. Su festejo emocionó al mundo: besó sus piernas como una clara señal del proceso que debió vivir para llegar a ese momento.
Hoy en AS Chile, uno de los mayores exponentes del deporte que cautiva al mundo, habla sobre la persona que nació hace casi siete años.
- Dice que nació otra vez como un niño de 18 años. ¿Qué ha visto desde ese momento hasta hoy?
- El accidente me ayudó a crecer en muchísimos aspectos. Me fue formando a lo que hoy soy: una persona más sacrificada, trabajadora. Sufrí mucho, pero a la vez agradezco porque fue lo que me tocó vivir. Todo lo que vino después, toda esa superación personal y familiar, fue algo que ni en mis sueños imaginaba. Estoy disfrutando muchísimo todo lo que hago en mi vida.
- Lo primero que le dijo a sus padres post accidente es que quería volver a jugar, a pesar que los doctores habían dicho que eso no sería posible. ¿Qué piensa hoy, con los títulos y un campeonato del mundo a su haber?
- Era mi sueño volver, pero nunca pensé en que iba a ganar en un Mundial, en World Pádel Tour y en Premier Pádel. No es por sacar chapa, pero todo lo que me pasó en estos años es un sueño y por eso lo disfruto.
- Contó hace un tiempo que lo que le tocó pasar lo hizo una persona más sensible. ¿En qué lo nota?
- ¡Sí! ¡Totalmente! Era una persona que no lloraba y ahora lloro por todo, soy tremendo (ríe). Me pasé al otro extremo (ríe). Es más, voy a contar una intimidad. El viernes a la noche tuvimos una charla de equipo hablando un poco de la final con España y demás. Empezó a hablar ‘Gaby’ Reca, Rodri Ovide y habló ‘Bela’ (Fernando Belasteguín). Fue el primero de los jugadores que habló y ¡yo ya estaba llorando y ni había empezado! (ríe). Le decía ‘no puedo más, no puedo más’ (ríe). Después tocó hablar, seguí llorando y al final lloré con todos los que hablaron.
- ¿Alguno lo acompañó en el llanto?
- ¡Arrastré a muchos conmigo! (ríe) Me veían llorar y lloraban todos también. Me acompañaban en el sentimiento (ríe).