ENTREVISTA AS
“Cuando mi hijo me dijo que se iba a Chile, me largué a llorar, pero parece que él es el maduro de los dos”
Con 17 años, Valentín Sánchez tomó la valiente decisión de dejar su país para seguir su sueño: ser jugador de pádel. Él y su madre hablaron con AS sobre la experiencia.
En los últimos meses, un joven ha llamado la atención del circuito nacional de pádel. ¿Su nombre? Valentín Sánchez. Con 17 años, el argentino se convirtió en una de las nuevas caras de la primera categoría donde ha compartido con jugadores como Cristóbal Molina, seleccionado chileno y que ha participado en Premier Pádel y A1 Pádel- y Patricio León, integrante de la selección chilena senior. Su desparpajo y talento no pasa desapercibido en los campeonatos, por lo que ha logrado lentamente un reconocimiento.
“La Primera de Chile está bastante firme, hay mucho argentino. Se me complicó al inicio conseguir compañero, ahora ya se me está facilitando un poco más”, dice ‘Valen’ a AS Chile.
Sánchez vino al país con Mariano, su padre y entrenador. Es la escala previa a España, donde piensan radicarse para profesionalizar su carrera. Por ahora, Novopadel Chicureo es donde se prepara día a día. “Estoy intentando ganar la Primera antes de irme y llevarme esa experiencia”, cuenta.
Pero para perseguir su gran sueño, Valentín Sánchez se tuvo que alejar físicamente de Sofía Suárez, su madre. Esa fue, sin dudas, la decisión más difícil. “Intento contenerme para no demostrarle que estoy mal y así ella esté tranquila”, reconoce y agrega: “Siempre fuimos muy unidos, somos como el uno para el otro. Yo no soy tan demostrativo y por ahí ella se enoja a veces cuando me dice ‘te amo’ y yo no le digo nada, pero no es porque no lo sienta”, cuenta sonriendo.
- ¿Qué factores le ayudaron a decidirse por dejar su país para venir a Chile?
- El pádel es mi todo, es lo único que me apasiona. No puedo estar una semana sin jugar, me desespera. Puse en la balanza mi futuro y lo que quería, eso me ayudó a decidir.
- Viajó con su padre a Chile, que además es su entrenador. ¿Es muy exigente?
- Mi papá es bastante exigente (ríe), pero lo entiendo porque el esfuerzo que estamos haciendo es muy grande. A veces discutimos o peleamos porque estoy cansado o hay días que no tengo ganas de entrenar y por ahí se enoja, pero está bien que sea exigente.
“Cuando me dijo que se iba a Chile, me largué a llorar”
Desde La Pampa, Argentina, Sofía Suárez (37) atiende a AS Chile para hablar de su gran orgullo. “Uno cría a sus hijos con como cree que es, con otro poco de lo que le hubiera gustado tener y otro poco con lo que nace. Y a mí, desde el día cero hasta hoy y siempre, será un amor que me desborda”, cuenta.
Suárez, que es licenciada en Administración de Empresas, se emociona al hablar de su hijo. “Es un 10 como persona y como hijo. A veces pienso, ¿hice tanto para que él sea tan buena persona? Porque uno se equivoca, aprendes sobre la marcha y he cometido mis errores claramente, pero lo veo y digo ‘tan mal no me fue’”, dice.
La madre de Valentín Sánchez no olvida la conversación que tuvieron cuando su hijo le comunicó que viajaría a Chile. “No te voy a negar que fue muy duro. Creo que es lo que más me ha costado, separarnos físicamente y no saber por cuánto tiempo. Cuando me lo dijo, me largué a llorar porque no quería saber nada, pero parece que él es el maduro de los dos. Él me dijo: ‘sabes que es para mi carrera y para que estemos mejor’. La tiene tan clara que de alguna manera me calma”, comenta.
De todas formas, la separación fue un proceso gradual. “Él estaba en San Luis y se fue a los 13 años por esto del pádel. Yo hace casi un año que vivo en La Pampa, tuve que buscar un departamento y fue un tema, porque siempre estuvo su lugar, pero él me dijo ‘no hace falta que inviertas tanta plata en que yo siga teniendo mi lugar, si cuando voy estamos juntos y no hace falta’. Al principio me costó mucho aceptarlo y entenderlo, pero me fue dando seguridad”, manifiesta.
- ¿Cómo ha sido la vida a la distancia?
- Todos los días hacemos videollamada y cuando tenemos días difíciles, nos acompañamos. Tenemos un diálogo súper fluido y no hay muchos temas tabú, así que él tiene la comodidad de que me puede contar todo, no sólo cuando está bien.
- ¿Cuánto le cambió la vida?
- Desde que Valentín se fue a San Luis y después a Chile, tuve que aprender a dejar de ser sólo su mamá y ser yo. Mi vida giró en torno a él y de repente aprender a ser independiente y dedicarme tiempo, que no sabía lo que era. Terminé mi carrera, comencé cursos que me interesaban. No sabía lo que era hacer un viaje sin sentir culpa. Hoy hice mi grupo de amigas y amigos y me siento muy bien en esta etapa de mi vida (sonríe).
