“Él llegó a Chile a cambiar la mentalidad... Descansa en paz, nos quedó una conversación pendiente”
Francisca Rivas reacciona al fallecimiento de Paulao: “Era un hombre alegre y llevado a sus ideas.. Lo que logramos fue gracias a él”, señaló en redes sociales.
El adiós de Paulo Roberto Moreira da Costa, “Paulao”, enlutó a deporte chileno. El entrenador del vóleibol playa chileno falleció este lunes, a los 56 años, y dejó una huella imborrable en el país.
El brasileño llegó a Chile en 2018 para transformarse en el head coach de la disciplina: guió a Marco y Esteban Grimalt en dos Juegos Olímpicos (Tokio 2020 y París 2024) y en las dos medallas panamericanas (oro en Lima 2019 y bronce en Santiago 2023).
También fue una pieza fundamental en el desarrollo de Noe Aravena, Vicente Droguett, Chris Vorpahl y Francisca Rivas, entre otros voleibolistas chilenos. Esta última, que se retiró después de los Panamericanos en Chile, le dedicó un emotivo mensaje a Paulao.
“Paulao o ”lalo" (para algunas) fue el que llegó a Chile a cambiar la mentalidad, siempre dije y siempre diré que él fue el que creyó en el proyecto de las mujeres y creyó en mí, ¡contra todo! Logramos lo que logramos gracias a él", escribió en una carta publicada en Instagram.
“Paulao era un hombre alegre y llevado a sus ideas, nos llevábamos bien, pero también chocábamos mucho: ¡un toro y una cabra! ¿Se lo imaginan? Lo que nos llevó a ser un gran team porque nos decíamos todo. Hay veces que nos quedábamos conversando o lo pasaba a buscar a la casa antes de los entrenamientos y nos íbamos arreglando el mundo... Siempre fue así, con un consejo sabio en mis momentos de crisis, un abrazo contenedor en los momentos de dudas y una broma alegre en los momentos inesperados", complementó.
Rivas también contó una divertida anécdota del entrenador: “‘Moreno, alto, bonito y sensual’. Así nos decía que lo habían puesto en un título de un diario. Siempre nos reíamos de esa frase que con tanto orgullo nos mostraba en fotos”. El humor siempre caracterizó al brasileño.
“Paulao: descansa en paz, me llevo de ti todos los buenos recuerdos y esa conversación pendiente que nos quedó, de seguro la podremos tener todos los días. Un abrazo al cielo, ‘lalo’. Gracias por ayudarme a ser quien soy hoy... Llevaremos tu legado muy lejos”, cerró.
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