“En pandemia hice una promesa para mis 42 años y la cumplí: esta medalla se la llevo a mis hijos en Chile”

Christian Gutiérrez cruza la meta del Maratón de Valencia con los brazos abiertos. Su tiempo (02:37:46), siete minutos más rápido que su mejor registro personal y ser el tercer mejor chileno en la prueba, no son los únicos motivos para celebrar. Este kinesiólogo de 42 años, embajador de Asics Chile y padre de tres hijos, cumplió en uno de los eventos más deseados del calendario una promesa que hizo en pandemia.

“Este es el resultado de un año de preparación, de disciplina y de organización en medio de una vida llena de desafíos”, dice el creador del podcast La vida es un maratón y fundador de Fitbrain Chile, que actualmente vive en Curauma. “Correr me dio una estructura y una filosofía de vida; me ayudó a desafiar mis propios límites”.

- ¿Qué vino a buscar usted a Valencia?

“Aunque no pertenece al exclusivo circuito de las Six Major Marathons (Boston, Nueva York, Chicago, Berlín, Londres y Tokio), Valencia es una de esas maratones donde la gente viene a correr y a buscar su mejor tiempo. Aquí no hay disfraces ni distracciones; todo está enfocado en el rendimiento.. A mí me falta solo Tokio y Londres para completar el medallón, que es lo que te entregan cuando terminas las seis, pero esta medalla es muy importante. Se las llevo a mis hijos.

- ¿Qué significa para usted ser el tercer mejor chileno en la prueba?

- Estas cosas son anecdóticas para mí. O sea, ser el tercer mejor chileno para mí no me va a cambiar la vida. Estas son inversiones nuestras, o sea, el dinero sale de tu bolsillo. Pero desde el punto de vista monetario todo es organización propia, entonces autogestión total. Seguimos siendo amateur.

Tú te defines como un deportista amateur, pero con mentalidad profesional: ¿cómo lograr equilibrar todo?

Todo es planificación. Soy kinesiólogo independiente, tengo tres hijos (Rafa, Josefa y Maxi), y entreno en los espacios que me quedan libres. Trabajo como cualquier persona en Chile. Por ejemplo, muchas veces salgo a correr, me cambio en el auto y sigo con mi día. Todo requiere organización y disciplina.

- ¿Y sus hijos comparten esta pasión?

- Dejo que exploren por ahora. Pero saben lo importante que es para mí. Cada vez que corro una maratón, les traigo la medalla y ellos la colocan en el medallero. Es un legado. Mis hijos ven mi dedicación y lo integran de forma natural. Aunque aún no corren, les encanta acompañarme.

- Este año cumpliste un sueño relacionado con tus 42 años. ¿Cómo nació esa promesa?

“En pandemia hice una promesa de celebrar mis 42 años corriendo un maratón, lo cumplí en agosto virtualmente en Chile, pero Valencia era la carrera oficial para dedicar a mis hijos otros 42K en un año muy especial”

- Todo comenzó en pandemia, cuando celebré mis 38 años corriendo 38 kilómetros en la trotadora en Viña del Mar. Ese día les dije a unos amigos. Cuando cumpla 42, voy a correr 42 kilómetros. Lo cumplí virtualmente en Chile, pero Valencia era la carrera oficial. Fue una locura para dedicar a mis hijos otros 42K en un año muy especial.

- ¿Cómo llegaste a este deporte: qué te genera correr 42 kilómetros?

- Lo encontré en 2014 más o menos, cuando un paciente me desafió a correr. En 2021 competí en mi primera maratón y ahí me cautivo el running. Para mí es algo que va más allá de los tiempos y todo. Cuando uno entrena y se dedica, no hay secretos. Aquí el rendimiento llega y lo lindo es que una persona que no hacía deporte, puede sentirse.

¿Qué mensaje buscas transmitir a tus alumnos, sus hijos y la gente que lo escucha en el podcast?

- Los sueños no llegan solos. Hay que visualizarlos, construirlos con trabajo y disciplina. Esa es la clave para desafiar nuestros límites y encontrar lo mejor de nosotros mismos. Y lo lindo es que una persona que no hacía deporte e ingresa al running puede sorprenderse de sus capacidades y correr.

¿Sientes que es muy difícil tener un Maratón como Valencia en Chile?

- A nivel de organización no. Pero falta más apoyo al deportista de élite. Invitar a corredores africanos o de alto nivel para elevar la competencia. Eso fomenta el crecimiento del atletismo local. También infraestructura. En otros países, las pistas y espacios deportivos invitan a las personas a entrenar. En Chile, aún falta mucho en ese aspecto.