“Fue difícil dejar a mi familia en segundo plano, pero valió la pena... Quiero inspirar a mi hijo”

Camila Caram puso fin a su largo viaje con las Diablas y disputó su último partido representando a Chile éste pasado viernes 20 de diciembre, en la victoria frente a Uruguay. La jugadora deja el equipo nacional luego de nueve años, donde alcanzó los 276 partidos, anotando 49 tantos.

La mundialista con Chile recibió un homenaje en el Estadio Nacional una vez finalizado el encuentro por parte de sus compañeras, familia y entrenadores. La ahora ex hockista de 35 años conversó con AS, y abordó la nueva vida que desea junto a su esposo e hijo, además de repasar su histórico paso por las Diablas.

- ¿Con qué sensaciones cierra su carrera?

- De mucha felicidad, la verdad, y agradecimiento de toda la gente que me ha acompañado. De los cuerpos técnicos, todas las jugadoras que estuvieron acá, con las que partí jugando, que me inspiraron a mí y me enseñaron a inspirar a otras. Cerrar este día así fue increíble.

- Vino mucha gente a su despedida, incluida su familia...

- Mi familia ha sido un apoyo siempre, constante. Jugué con mi hermana, mi hermano siempre me ha apoyado, mi mamá... siempre todos ahí muy al tanto de todo lo que estamos haciendo con las Diablas. Ellos hicieron que sea posible de que yo esté acá. Mi marido obviamente también, cuidando a mi hijo cuando yo no estaba...agradecida de todos ellos.

- Sus compañeras la definen como “súper jugadora y súper mamá”, ¿Cómo lo ve usted?

- Fueron hartos los sacrificios, muchas veces prioricé a las Diablas durante todos estos años. La verdad que fue así, pero siempre pensé en que esto era una etapa en mi vida. No era para siempre, así que había que aprovecharla. Creo que lo hice, dando todo en la cancha y el equipo. A veces fue difícil...dejar realmente a mi familia en segundo plano, pero creo que todo valió la pena y ellos lo entendían. Así también puedo seguir inspirando a mi hijo, a mi marido.

- Hoy “Cachito” Vigil vino a ver su despedida y le dedicó unas palabras...

- Fueron muchísimos años juntos, yo estuve nueve años de capitana, ocho fueron con él. Fue un tremendo apoyo para mí en mi carrera, él marcó y forjó mucho a este equipo, formándolo como una familia. Pasábamos más tiempo con el grupo que nuestras familias. Fue un ejemplo para mí y un gran mentor.

- ¿Tiene planeado algo junto a su familia?

- Hace poco hicimos un viaje de dos meses, feliz de ir ahí los tres. Estuvimos paseando un poquito y quizás se vendrán algunos más también. Con el hockey ya tuve mis últimos viajes, así que ahora, quiero dedicarle un poco más tiempo a la familia es lo que tengo planeado hacer.

- ¿Cuál es su siguiente paso?

- Ahora estoy al full con mi fundación Impulsate, donde trabajamos con talleres en colegios y municipalidades de escasos recursos. Tratamos de masificar el hockey y el deporte, pero además devolviéndolo un poco a otra gente que quizás no tiene las mismas oportunidades. Son valores y habilidades que nos sirven para el resto de nuestras vidas.