Jarry fue una pesadilla para Alcaraz y se va de Wimbledon como un grande

Nicolás Jarry (28°) se despide de Wimbledon con una sensación de tranquilidad y trabajo cumplido. No pudo ante Carlos Alcaraz (1°), y perdió en cuatro sets (6-3, 6-7, 6-3, 7-5) sin embargo, se llevó algo más importante tras casi cuatro horas de batalla.

El aplauso de pie de miles de personas fue un premio merecido para el chileno, que dio espectáculo, exigió al máximo al número 1 del mundo y por momentos incluso lo superó. Lo suyo va camino a revelación del año en la ATP y mucho más.

Jarry, además, se le ve disfrutando en cada minuto. Cuando ingresó a la cancha central -por primera vez en su carrera- caminó en la dirección equivocada a las sillas de los jugadores y sólo se percató a mitad de camino, ante la risa cómplice de Alcaraz. Otro fuera de serie que después lo pasaría mal.

Y es que Jarry no iba a desaprovechar el gran escenario y le dio pelea. El primer set se le escapó con un quiebre, pero el segundo mantuvo el pulso y se plantó de igual a igual ante el español. Comenzó 4-1 arriba, se lo igualaron, y en el tie break estuvo preciso para aprovechar su gran ocasión en el 6-5.

Alcaraz eso sí no se desconecta nunca del partido. No da pelotas perdidas, siempre pasa una pelota más y su cabeza muestra una frialdad brutal. Ante Jarry -tal como en Río- no lo pasó bien por momentos, pero siempre mantuvo el pulso necesario para competir y ganar. Se llevó 6-3 el tercero y remontó un 1-4 en el cuarto para sellar el mercado.

Jarry tuvo opciones en el cuarto, pero no tuvo el fondo físico, ni la claridad para extender el partido. No importa. El chileno concretó su mejor actuación en Wimbledon, y para los que no lo conocían como McEnroe, ofreció su mejor carta de presentación.