La crisis de Jarry llega a la ATP

Ha sido un 2024 de altibajos para Nicolás Jarry (24°). Este año, el tenista chileno obtuvo el que es, probablemente, el resultado más importante de su carrera, alcanzando la final del Masters 1000 de Roma, pero también ha debido lidiar con una crisis tenística a la que no ha podido darle término. Aunque el problema inició, en realidad, fuera de la cancha.

La neuritis vestibular que afecta al ‘Príncipe’ desde hace varios meses, y que se le produjo justo después de haber llegado a la definición del certamen italiano, es una afección caracterizada por una crisis de vértigo intensa, que no le ha permitido retomar el buen nivel que exhibió en pasajes de esta temporada.

Jarry sintió el golpe. La enfermedad lo remeció justo en uno de sus mejores momentos a nivel tenístico, causándole incertidumbre y afectando su rendimiento en un tramo decisivo del año, que incluyó Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos. En los tres torneos se despidió en primera ronda y, de hecho, sólo ganó un set, ante Corentin Moutet en el Grand Slam francés. Eso fue hace más de dos meses.

En la cita de los anillos, Jarry cayó en la fase inicial y, tras perder, se mostró desconsolado en la zona mixta. Pero el circuito ATP es acelerado y sólo una semana después se presentó en el Masters 1000 de Montreal para enfrentar al argentino Tomás Etcheverry (38°). Ahí, el resultado no fue distinto, aunque al menos logró extender el partido a tres sets.

La defensa de puntos, el gran problema de Jarry

El problema es que esta situación podría comenzar a repercutir próximamente en su ranking. A partir de ahora, tendrá que defender 180 puntos en la gira norteamericana (45 en Cincinnati, 45 en Los Cabos y 90 en US Open) y, además, 270 en los certámenes asiáticos, donde tendrá el desafío más duro de todos: además de los 90 de Beijing, deberá reeditar los cuartos de final del M1000 de Shanghái (180 puntos).