La historia del chileno que apunta al circuito mundial de la UCI

Timothy Ruedlinger (30 años) cuenta que una de sus primeras inspiraciones deportivas tuvo que ver con el fútbol. “Era bueno y por eso me becaron en toda mi enseñanza media”, dice el ingeniero en prevención de riesgos de profesión. Sin embargo, aquella afición se fue esfumando poco a poco, por una razón muy particular. “Era muy bajo”, rememora sin tapujos.

Pese a aquel ‘tropiezo’ inicial y a un ‘autoexilio deportivo’ postuniversidad, que duró cerca de 5 años, Timothy dio un giro radical y comenzó a acercarse a una nueva aventura, que hoy en día define como su nueva pasión: el gravel o ultra ciclismo. A tal punto llegó su fanatismo, que poco a poco comenzó a ganar espacio dentro de la escena nacional de la especialidad, en la que hoy en día ya es catalogado como uno de los mejores especialistas de la actualidad.

- ¿Cómo surge su afición al ultra ciclismo?

- “En postpandemia algo me hizo click y eso me llevó a dedicarme al gravel - cyclocross. Simplemente me enamoró y desde ahí ya lo veo con un foco profesional-amateur, pues les dedico entre ocho y 12 horas diarias a la actividad”.

- Pasó de no tener actividad deportiva a algo que le dedica casi todo el tiempo...

- “Estaba estancado en la vida y en todo. Pero de pronto, no sé por qué, decidí subirme a una bicicleta y eso marcó un antes y un después. La bicicleta llegó como un salvavidas a mi vida y ahora trato de responderle con mucho amor y sacrificio”.

- ¿Cómo define su jornada habitual?

- “Entreno de lunes a lunes, porque esto también es mi trabajo. Realizó salidas personalizadas a ciclistas y también soy coach de un team de gravel - cyclocross & ultradistancia. Paralelamente organizo un club ciclista. Hago clases de técnicas para el team y salidas los fines de semana para el club”.

- ¿No hay descanso, entonces?

- “No creo terminar cansado. Solo siento que a veces faltan las horas para poder hacer cosas. Pese a los pocos recursos que dispongo, trato de dar lo mejor a los chicos, para que tengan una experiencia enriquecedora y que puedan recordar de la mejor manera”.

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De los sueños y las complicaciones

El buen nivel que ha exhibido lo llevaron a dedicarse exclusivamente a este deporte. Sin embargo, advierte que no ha sido fácil. ¿La razón? “Cuesta mucho que inviertan en algún deportista”, dice Timothy.

- ¿Pero no ha sentido apoyo para dedicarse exclusivamente a la competencia?

- “En Chile es difícil. Pero sí he sentido apoyo de amistades y familiares. Falta gente comprometida en levantar el ciclismo y todas sus ramas. Hay que dejar los egos de lado e impulsar el desarrollo”.

- ¿Y cómo se le puede apoyar?

- “Pueden visitar las redes sociales del Team y del club: @gravelcross.euc - @club_ciclista.euc. Ahí nos pueden contactar. Y felices los podemos ayudar”.

- ¿Cuál es la meta que le falta por cumplir?

- “Sueño con algún día poder correr alguna fecha UCI de Gravel. Pero la carrera que más me llama la atención es “Tierra del Fuego Gravel Race”, que es por etapas. Algo nunca visto en Chile. Y lo mejor es que es en el extremo sur del planeta”.

- ¿Alguna anécdota que se pueda contar?

- “Una vez organizamos una experiencia de Ultra Ciclismo (EUC) de Los Andes a Portillo (60k 2000alt), y llegando a Los Andes me doy cuenta que no tenía las zapatillas de ciclismo. Tuve que hacer la actividad con zapatillas (rie). Pese a la dificultad, todo resultó hermoso”.

El palmarés de Timothy Ruedlinger

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