“Mi papá y mi hermano fueron mi inspiración en el deporte y me gustaría yo serlo para mi hijo”

En septiembre de 2023, Pablo Rosales (35) tomó una decisión que le cambió la vida. A partir de esa fecha, empezó su camino como profesor de pádel. Antes, era publicista en una agencia, pero tras la pérdida de un cliente importante, dejó ese trabajo para seguir por el lado del deporte. “Ya no me motivaba tanto la publicidad. Con el finiquito, tomé un curso de APA (Asociación de Pádel Argentino)”, dice a AS Chile.

Antes del pádel, Rosales venía de un proyecto fallido. “Había iniciado una pizzería, pero financieramente no estaba dando los números que yo quería y terminé vendiéndola. Siempre he buscado hacer algo que le guste a la gente y ahora encontré la fórmula en el deporte”.

Con sus conocimientos de publicidad, comenzó a potenciar su cuenta de Instagram, donde ya suma más de 10 mil seguidores.

- ¿Qué es lo que más feliz lo hace de su actual trabajo?

- Me llena ver los progresos de mis alumnos. Algunos, con solo unas clases ya deciden competir y a otros el pádel les ha cambiado la vida.

- ¿Cómo aparece el deporte en su vida?

- Siempre fui de una familia que vivió mucho el tenis. Mi hermano (Daniel) jugó profesional y él ahora vive en Miami haciendo clases de pádel y compitiendo y le va súper bien. Eso me impulsó a seguir su camino. A mí me gusta la vida con short y polera, no con zapatos y pantalón. Él fue mi gran inspiración. Antes, el domingo en la noche era terrible porque sabía que el lunes tenía que ir a la oficina. Hoy es como ‘bacán, mañana hago clases’. Veo la semana de otra forma.

- ¿Cómo son sus clases?

- Nunca son iguales. Planifico, voy buscando ideas nuevas para que mis alumnos no se aburran. Cada clase busco que aprendan algo nuevo. Tienen tres etapas: física, donde hacemos ejercicios funcionales orientados al pádel luego 30 minutos técnicos de coordinación de pie, mano y ojo, y luego 30 minutos de juego más recreativo. Creo que el formato gusta mucho porque se forma una comunidad.

- ¿Su familia ve que está más feliz que antes?

- Me hace sentir hasta un poco más joven (ríe). Tengo un hijo chiquitito que lo hago participar en mis clases para niños. A él no le gustaba hacer deporte y yo vengo de una familia de deportistas. Mi papá (Juan Carlos Rosales) fue futbolista, no alcanzó a debutar en Primera, pero es otra de mis inspiraciones. Era tan bueno, que en las ligas amateur le decían ‘Pelé', era una máquina. El ‘Cóndor’ Rojas lo llevó a Colo Colo, pero no lo aceptaron por un tema físico. Mi papá y mi hermano fueron mi inspiración en el deporte y me gustaría yo serlo para mi hijo para que el día de mañana se anime a relacionar su vida con el deporte.

- ¿Cuál cree que sería el mensaje que más lo representa respecto a su cambio de vida?

- Que la gente que lea esta nota se anime a seguir sus sueños. Es muy cierto eso de que si uno encuentra lo que realmente te apasiona hacer, el resto viene solo. Quizás no es el pádel, pero buscar lo que a uno lo haga feliz.